Cuando
parecía que nadie podía romper moldes en el terror, volvieron James Wan y Leigh
Whannell, para redefinir el género de las casas encantadas a base de mezclar
viejas constantes y reformularlas en una especie de museo de los horrores, un
Grand Guignol cabaretero que desafío a muchos, y convenció y acojonó –yo incluido-
a otros tantos. Sus mismos creadores se han puesto al volante de esta secuela,
en la que la trama es lo de menos. Lo que importa es que parece que vienen
dispuestos de nuevo a hacer que nos caguemos vivos, a juzgar por este avance de este capítulo 2 que llega, mira tú qué casualidad, un viernes 13. En
septiembre, a pasar miedo. Ah, y repite el mismo reparto, por si quedaba alguna
duda.
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