Era
EL PRODUCTOR, una figura importantísima para nuestro cine en particular y para
el cine europeo en general. Elías Querejeta puso su sello a la producción de
más de medio centenar de productos, impulsando las carreras de grandes nombres
de nuestro cine como Carlos Saura, Fernando León o Víctor Erice. Gran
apasionado del séptimo arte, su gran referencia fue Irving G. Thalberg,
productor de la MGM, y se dedicó a la profesión enteramente tras retirarse como
futbolista de la Real Sociedad.
En 1963 fundó su propia
productora, dedicada a diseccionar la sociedad española de la época del franquismo
con la habilidad e inteligencia suficientes como para eludir la restrictiva
censura del país. Lo hizo especialmente aliándose con Carlos Saura en filmes
como “La caza”, “El jardín de las delicias” o “Peppermint Frappé”, con quien
también retrató la moral y sociedad del posfranquismo en “Ana y los lobos” o “Cría
cuervos”. A comienzos de los 80 finalizaría su colaboración con Saura con “Mamá
cumple 100 años” y “Deprisa, deprisa”.
Trabajó también con
cineastas como Víctor Erice, con el que realizó una de las obras maestras de
nuestro cine, “El espíritu de la colmena”, Montxo Armendáriz (“Tasio”, “Historias
del Kronen”), Fernando León de Aranoa (“Familia”, “Barrio”, “Los lunes al sol”),
Jean-Pierre Jeunet y Marc Caro (“La ciudad de los niños perdidos”), Jaime
Chávarri (“El desencanto”) o su hija, Gracia Querejeta (“El último viaje de
Robert Rylands”, “Cuando vuelvas a mi lado”, “Siete mesas de billar francés”).
Además, dirigió tres documentales, género con el que comenzó en el cine, y fue
guionista de más de una veintena de películas, entre ellas algunas de su hija y
de aclamados documentales como “Asesinato en febrero” o “La espalda del mundo”.
Durante su carrera los
filmes que produjo recibieron galardones tan distinguidos en festivales como
Cannes o San Sebastián, donde compartió el premio a mejor director de “Barrio”,
así como homenajes en Sitges o los Fotogramas de Plata. Elías Querejeta ha
fallecido a los 78 años de edad, por causas aún no conocidas, aunque su estado
de salud desde hacía años era más bien débil, y lo ha hecho con el cariño y
recuerdo de toda la profesión. Gregorio Belinchón, de El País, le ha dedicado
un excelente obituario en su memoria, y los compañeros de Las Horas Perdidas
han hecho lo propio con un amplio material audiovisual extraído de la red donde
homenajean su figura. Un grande del cine español, un nombre importantísimo para
entender lo que es y ha sido nuestro cine. EL PRODUCTOR. Descanse en paz,
maestro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario