Una historia de violencia
Asociar mafia con
violencia es una constante en el séptimo arte. Esta asociación está grabada a
pistoletazo limpio en el imaginario colectivo gracias a cineastas como Martin
Scorsese, Brian de Palma o Raoul Walsh. El propio Scorsese ya nos advertía que
la historia de Estados Unidos se escribió con sangre en la reivindicable “Gangs
of New York”.
La nueva propuesta de
J.C. Chandor se sitúa en el otro extremo de la baraja. Habla del clásico sueño
americano, del inmigrante latino que cual Tony Montana persigue ganarse la vida
en suelo estadounidense. Pero, al contrario que el violento personaje de
“Scarface”, su búsqueda no está bañada por la sangre. Abel Morales ha sabido
ganarse una reputación en el negocio de los combustibles a base de esfuerzo,
huyendo de esa imagen del magnate que avasalla a sus competidores a punta de
revólver. No quiere ser como su predecesor en el cargo, no quiere ser como
otros compañeros del gremio, se niega a usar armas en su negocio y ni siquiera
tiene un libro de contabilidad B. Abel encarna el sueño americano sin los tópicos
del cine de gánsters.
En “A Most Violent
Year”, Chandor habla de la violencia que salpica las calles neoyorquinas, pero
sin un ápice de violencia desmedida por parte de su personaje protagonista, que
vive una situación financiera crítica rodeado de un ambiente francamente hostil.
Lo hace desde la aparente austeridad, pero de manera grandilocuente, ayudándose
de una buena ambientación, una banda sonora que acompaña de manera perfecta a
las imágenes, un guión solvente, y una realización pausada pero provista de un
increíble nervio narrativo. Y, sobre todo, de una pareja protagonista sublime,
Oscar Isaac y Jessica Chastain, que encarnan las dos caras de la misma moneda.
Persiguen los mismos intereses, pero sus métodos son radicalmente opuestos.
Esta historia de
violencia sin violencia, del empresario que lucha por no ser un gánster en
tiempos difíciles, confirma a su realizador como un nombre imprescindible para
el nuevo cine norteamericano. Su tercer trabajo tras las cámaras corrobora lo
que ya apuntaba en sus anteriores propuestas, que Chandor es un excelente
cronista del género humano, ya sea enfrentándole de manera coral a la crisis
financiera, a solas contra la naturaleza, o al año más violento de la historia,
y un formidable dramaturgo a la altura del mismísimo Sidney Lumet. Y sin
embargo, no es ésta la mejor cinta del cineasta. “A most violent year” viene a
ser la más convencional de todas sus obras. No tiene la capacidad de análisis y
sorpresa de “Margin Call”, ni supone la epopeya existencial que vivía Robert
Redford en “All is lost”. Es, sin más, una buena película, mucho mejor que
otras que han acabado encabezando las listas de la Academia de Hollywood. Y eso
ya es más que suficiente.
A
favor: Jessica Chastain y Oscar Isaac, y el nervio que
mantiene pese a su ritmo pausado
En
contra: es la más convencional de su director
Calificación ***1/2
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