A sangre fría
Bennett Miller, sin
levantar demasiado polvo, haciéndose notar lo justo y necesario, va camino de
convertirse en uno de esos directores clásicos que pasan a la historia del
cine. No sólo porque lograse con su ópera prima la nominación al Oscar a mejor
director, ni siquiera porque con sus dos primeros y únicos trabajos de ficción
antes de este año lograra que sus actores resultasen nominados, acabando en
estatuilla dorada para el Capote de Philip Seymour Hoffman, sino porque es un
excelente director de actores. Como David Lean o Elia Kazan, ahí es nada.
Su última película
viene a confirmar una vez más esta poderosa virtud. “Foxcatcher” recoge, muy
posiblemente, las mejores interpretaciones de toda su filmografía. Posee el
mejor trío protagonista que se ha podido ver este año en el séptimo arte.
Channing Tatum demuestra que es mucho más que un ídolo de jovencitas y consigue
su interpretación más repleta de matices. Pura fuerza contenida en su
recreación del medallista olímpico Mark Schultz condenado a vivir a la sombra
de su hermano Dave, encarnado con rotundidad por uno de esos actores que lo
mismo puede ser Hulk que modificar su físico para este film, Mark Ruffalo. Y,
sobre todo, está Steve Carell, para quien ésta es su oportunidad de demostrar
que es más que un excelente actor de comedia. Su encarnación fría y casi
inexpresiva del filántropo John du Pont es de lo más escalofriante que se ha
podido ver este año en cine. Un trabajo de Oscar para arriba.
Sin embargo, no estamos
ante una película más en la carrera de Miller. Es, a todas luces, su mejor
trabajo hasta la fecha, porque no sólo logra las interpretaciones más
contenidas y potentes de toda su carrera como realizador, sino que supone su
obra más redonda a otros muchos niveles. El cineasta cuenta con absoluta
frialdad, sin sentimentalismos y de manera totalmente calculada una relación
enfermiza a tres bandas salpicada por el amor, la envidia y el deseo,
ofreciendo un análisis inquietante de una mente egocéntrica y manipuladora y su
poder de influencia sobre otras más maleables y débiles.
Aquí, la fidelidad
hacia los hechos no es lo más relevante. De hecho, los saltos temporales
presentes durante su desarrollo pueden confundir al espectador, y su ritmo
extremadamente pausado puede llegar a aburrirle, pero incluso estos aspectos
son necesarios para que Miller vaya desgranando los entresijos de su retorcido
relato sin ninguna prisa. Lo que consigue es no sólo uno de los mejores filmes
de la pasada cosecha cinematográfica, sino una perturbadora crónica de la América
negra que bien podría haber surgido de las páginas del Truman Capote de “A
sangre fría”.
A
favor: su trío protagonista, especialmente Steve Carell, y
la excelente crónica que ofrece Miller sobre la América negra
En
contra: su necesario ritmo pausado
Calificación *****
No hay comentarios:
Publicar un comentario