El personaje de Travis
Bickle en la magistral “Taxi Driver” decía que por la noche salen todos los
animales. Al caer el Sol, Los Ángeles no es muy distinta de aquella Nueva York
nocturna por la que se movía el personaje interpretado por De Niro. Por ahí
pulula Louis Bloom, un ave rapaz en busca de la mejor oportunidad. Un
emprendedor persistente que se marca objetivos altos y los consigue, cueste lo
que cueste. En plena autopista, por casualidad, encontrará una afición para la
que, a partir de ese momento, sabe que ha nacido. Se convertirá en un rondador
nocturno en busca del sensacionalismo y el morbo. Caiga quien caiga por el
camino.
Pocas veces se puede
disfrutar de una ópera prima tan bien orquestada como “Nightcrawler”, sin duda
uno de los mejores debuts de los últimos años. Dan Gilroy asume la
multidisciplinar tarea de dirigir, escribir, producir y montar su puesta de
largo en la dirección tras años de guionista más bien limitado. Suyos son los
libretos de aquella “Misión explosiva” de Dennis Hopper o de las recientes
“Acero puro” y “El legado de Bourne”, dirigida esta última por su hermano Tony.
Por primera vez se enfrenta a una aventura en solitario, y lo que resulta es
una joya reciente que algunos se empeñarán en comparar con “Drive”, pero que
tiene mucho más del film de Scorsese o de la también soberbia “Network”.
No es un film perfecto,
y quizá abuse demasiado de la música en segmentos que no lo requieren, además
de contar con actores a los que damos la bienvenida de nuevo como Rene Russo o
Bill Paxton pero quedan a la sombra de su protagonista, pero el oscuro relato
que esgrime sobre la voracidad de los medios y la falta de escrúpulos de
quienes manejan nuestra información diaria es sencillamente portentosa. Gilroy
lleva su frívola crónica hasta el extremo a través de la figura de su personaje
principal, un auténtico psicópata desprovisto de cualquier atisbo de empatía y
remordimientos, un cazador de imágenes dotado de un encanto superficial y una
inteligencia sobresalientes pero también de una conducta antisocial y poco dada
a las relaciones personales.
Uno de los mejores
personajes del cine reciente, perfectamente trazado desde las páginas del guión
de Gilroy, que tiene en los enormes ojos y la gran sonrisa de Jake Gyllenhaal
su inmejorable reflejo de carne y hueso. El actor no deja de superarse a sí
mismo en cada nuevo trabajo y confirma que es uno de los mejores actores de su
generación, llegando a transmitir miedo al espectador, pero nunca repulsión.
Louis consigue meterse en el bolsillo al respetable, como el experto encantador
de serpientes que es, pero más nos vale no fiarnos mucho de su encanto
personal.
A
favor: Jake Gyllenhaal, y que estamos ante uno de los
debuts más lúcidos de los últimos tiempos
En
contra: ciertos defectos menores de principiante, como el
abuso en el uso de la banda sonora
Calificación ****1/2
No hay comentarios:
Publicar un comentario