La
última vez que vi a este excelente actor fue en “Malditos Bastardos”, y a la
vez fue la que mayores galardones le brindaron a lo largo de su dilatada
carrera de más de 60 años. Aunque, desgraciadamente, fueran premios de la
crítica a su reparto. Tarantino le recuperaba del ostracismo –aunque dos años
antes pudo vérsele en la serie “Walker, Texas Ranger” junto a Chuck Norris-
para interpretar nada más ni nada menos que a Winston Churchill, en el que fue
el último papel de toda su filmografía. Estaba irreconocible, y sólo gracias a
los créditos descubrí que era él.
Sin embargo, si por dos
papeles es recordado Rod Taylor es por “Los pájaros” y “El tiempo en sus manos”.
Pero antes, su aspecto de galán apuesto le ayudó a aparecer en “El favorito de
la reina” junto a Bette Davis, en “Gigante” con James Dean y Elizabeth Taylor,
y sobre todo en “El árbol de la vida”, uno de sus primeros papeles realmente
relevantes y donde encarnaba nada más y nada menos que al rival de Montgomery
Clift. Además, fue también la voz original de Pongo en el clásico de Disney “101
dálmatas”. No obstante, no fue hasta 1960 que llegó la cinta de ciencia-ficción
de George Pal “El tiempo en sus manos” cuando realmente logró lanzarse al
estrellato, y tres años después se consagraría de cara al público en el film de
Hitchcock.
Taylor en Malditos Bastardos, de Tarantino, su último papel en cine |
Y aunque durante las
dos décadas siguientes raro era el año en que no estrenase más de una
producción, la fama no le permitió papeles más importantes más allá que el de
galán o héroe de western y cine bélico. Así, pudimos verle en “Domingo en New
York” junto a Jane Fonda, “Intriga en el Gran Hotel” de Richard Quine, “Chuka”
del veterano Gordon Douglas, “Último tren a Katanga” de Jack Cardiff, “Zabriske
Point” de Michelangelo Antonioni, y “Ladrones de trenes”, su último gran papel
en pantalla grande.
A partir de aquí, su
carrera fue en declive, y participaba en producciones baratas de acción,
suspense y bélicas que apenas tuvieron repercusión. Fue entonces cuando se
refugió en la televisión, donde recuperaría ese estrellato que apenas alcanzó
gracias a sus películas, gracias a la serie de los 80 “Mascarada”. Un año después
participaría en la española “Marbella: Un golpe de cinco estrellas, de Miguel
Hermoso, con actores españoles como Paco Rabal o Fernando Fernán Gómez.
Pese a este declive,
Rod Taylor ha pasado a la historia del cine como una gran estrella. Para algunos
no era demasiado expresivo, pero para mí siempre fue un excelente intérprete,
con presencia y porte ante la cámara. Y con una carrera avalada por casi un
centenar de trabajos entre cine y tv. Rod Taylor fallecía ayer a los 84 años de
edad por causas naturales, a pocos días de cumplir los 85. Descanse en paz,
maestro.
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