Carne de videoclub
“Tú eres el siguiente”
suponía el punto de inflexión en la carrera del tándem formado por el cineasta
Adam Wingard y el guionista Simon Barrett, un giro hacia un cine más
equilibrado que el que venían esgrimiendo hasta entonces. Era un producto que
no buscaba crear algo nuevo, no ansiaba innovar, sino que se contentaba con
coger los clichés del género de terror y sus múltiples referentes ochenteros y
hacerlos propios, sirviendo un divertidísimo y cachondo survival en el que la víctima acababa convirtiéndose en justiciera,
en cazadora en lugar de presa.
“The Guest” viene a ser
la confirmación de que estos niños malos disfrutan apropiándose del trabajo de
otros y vendiéndote lo mismo de siempre, pero con tal atino que acabas con la
sensación de que has visto algo muy distinto a lo que estás acostumbrado. Es
una película que empieza como carne de telefilm, con una historia que aspira a
un thriller dramático al uso, en la que un ex combatiente se presenta ante la
familia de un compañero caído en combate y poco a poco acaba inmiscuyéndose en
sus vidas.
Ya desde su sinopsis sabemos
que ese David –fenomenal Dan Stevens, uno de los grandes aciertos de la
propuesta- de aspecto tan servicial pero mirada fija en la oscuridad esconde
algo turbio, pero los maliciosos creadores de esta cinta van mutando la trama
sin ningún tipo de prejuicios hacia el thriller de acción, hacia “Terminator” y
las conspiraciones gubernamentales con pinceladas de humor negro, hacia el slasher ochentero y el cine de John
Carpenter, al que hacen rinden pleitesía ya desde sus créditos iniciales y esa
banda sonora tan repleta de sintetizadores, rematada por una excelente
selección de temas musicales. Y esta nada acomodaticia mezcolanza de géneros y
temáticas obligan a no encasillar a estos dos traviesos cineastas.
Pero también, más allá
de los posibles agujeros de guión y de que tarde un poco en preparar el terreno
antes de mostrar sus verdaderos rostros, esta imposibilidad a la hora de etiquetar
a sus responsables y esa imprevisibilidad de la que hacen gala puede dejar fuera de
juego a más de uno y se les hará una cinta de lo más extraña, algo que ya le
ocurría a “Tú eres el siguiente”, a la que no consigue superar, ni parece
pretenderlo. Para todos los demás quedará un divertimento que juega a devolver
la esencia del cine de los 80, de todas esas películas que antaño llenaban las
estanterías de los videoclubes de barrio, antes de que la llegada de los
formatos digitales y las descargas ilegales arrasaran con el cine tal y como lo
conocíamos hace poco más de una década.
A
favor: Dan Stevens, y esa mezcla imposible y desvergonzada
de géneros
En
contra: su imprevisibilidad y homenajes la pueden hacer extraña
a más de uno
Calificación ***1/2
Merece mucho la pena
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