El found footage ha muerto
Pocos son los que, más
allá de unos pocos títulos forjados por cerebros bastante iluminados, han
conseguido exprimir el found footage
haciéndolo imprescindible para la historia que cuentan. Sin embargo, como
formato en sí ha quedado obsoleto y prostituido. Ya no se limita a un simple
“grábalo todo, por tu puta madre”, sino que ahora además hace uso de la
multicámara y del montaje de imágenes para darle mayor empaque cinematográfico,
vilipendiando ya las bases en que se fundamenta el formato en sí mismo.
La vuelta de Eduardo
Sánchez al recurso campestre que él mismo y Daniel Myrick convirtieron en viral
de cara al nuevo siglo con “El proyecto de la bruja de Blair” –no lo
inventaron, que para eso ya estaba “Holocausto caníbal”- podía ser motivo de
alegría para resucitar un subgénero ya en vías de extinción, especialmente
después de su simpático segmento zombi en “V/H/S 2”, que parece haberse rodado
en un descanso de la filmación de la que nos ocupa. Pero lo que Sánchez
demuestra con “Exists” es que la idea que revitalizara hacia finales del
milenio pasado no fue más que fruto de la casualidad, de estar en el lugar
indicado en el momento oportuno.
Lo que “Exists” vende
viola los postulados mismos del found
footage. Todo en ella está injustificado si tenemos en cuenta que la cámara
debe estar en manos de uno de los personajes. Los cambios de plano, el montaje
de las imágenes grabadas, el uso de banda sonora de fondo o los propios cambios
de cámara carecen de todo sentido en esta película. Es como si hubieran querido
rodar un film de terror convencional, pero con una cámara casera, y para
justificar el formato se han sacado de la manga que uno de los protagonistas es
un adicto a grabarlo todo y colocar cámaras por el bosque. Si a eso unimos el
tan trillado mecanismo para colocar los sustos consistente en “ahora enfoco una
grieta o una ventana por la que algo irrumpirá para sobresaltarnos”, la originalidad
de la propuesta queda en entredicho.
Al menos se agradece
que, en una cinta en la que lo peor es la técnica de filmación elegida por
encima de un guión que tampoco obra maravillas, éste no nos martirice con la
presentación de unos personajes que nos importan más bien un comino. “Exists”
tiene el atractivo de ir al grano y ofrecer algo de entretenimiento pasajero. Y
en su tramo final, quizá el mejor del conjunto, nos ofrece un survival repleto
de justicia poética. Porque tiene mérito que el monstruo se convierta en un ser
tan humano que lleguemos a sentir simpatía por él. Aunque ello implique que los
desdichados protagonistas estén de más en la función.
A
favor: el tramo final y que vaya al grano
En
contra: el recurso que trata de explotar, ya bastante
marchito y repetitivo
Calificación *1/2
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