Fue
un abanderado del western, del cine negro y del policíaco de los años 50, 60 y
70. James Garner fue uno de los primeros actores en realizar con éxito la
transición al cine desde la televisión, medio que le lanzó al estrellato en
1957 tras encarnar al televisivo “Maverick”, apenas tres años después de
iniciarse en la interpretación en Broadway. Convertido en la gran estrella del
programa, consiguió papeles como secundario o protagonista en filmes bélicos,
dramas y westerns como “Sayonara”, “Infierno bajo las aguas”, “La calumnia”, “Su
pequeña aventura”o “La americanización de Emily”, que le permitieron trabajar a
las órdenes de cineastas como Arthur Hiller, William Wyler, Joshua Logan, John
Sturges, entre otros.
Tras una década, la de
los 70, no demasiado provechosa, recuperó con éxito a su personaje más famoso,
Maverick, en dos tv movies que lo presentaban como un moderno detective
privado. Y llegó otro de sus grandes hitos, “Los casos de Rockford”, serie que duró
seis temporadas hasta 1980 y que le valió el Emmy.
En los 80, además de recuperar
nuevamente a Bret Maverick, asumió una nueva etapa en su carrera interpretando
papeles más maduros en géneros más ambiciosos a nivel interpretativo,
apareciendo en “¿Victor o Victoria?” y “El romance de Murphy”. Por esta última
recibió su primera y única nominación al Oscar como actor, y una nueva
nominación al Globo de Oro, galardón del que era habitual y que no llegó a
conseguir hasta los años 90 en dos ocasiones por sendos trabajos en televisión,
medio en el que se refugió durante dicha década, recuperando a Rockford y
apareciendo posteriormente en series como “Chicago Hope”.
No obstante, no dejó de
lado el cine, y en 1994 Richard Donner y Mel Gibson recuperaron a Maverick en
la taquillera cinta del mismo título, esta vez con Gibson como Bret y Garner
como el marshal dispuesto a capturarle. Amigos como Robert Benson y Clint
Eastwood le dieron papeles cuasi crepusculares en las notables “Al caer el sol”
y “Space Cowboys”, pero la carrera del actor ya no se encontraba en buena
forma.
Su último gran papel en cine fue
en el film considerado de culto para muchos “El diario de Noa”, y a partir de
entonces aparecería principalmente en cortometrajes, en la serie “No con mis
hijas” y prestando su imponente voz en series y películas de animación.ado ayer sin vida en su casa, aunque las
razones de su muerte siguen sin estar claras. Nos deja a los 86 años un actor
imprescindible de la Generación de la Televisión de Hollywood, con casi un
centenar de trabajos a sus espaldas. Descanse en paz, Maverick.
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