Preferentes.
Desahucios. Rescates. Mobbing. Son todos términos que escuchamos a diario en
los informativos. Problemas de un país sumido en una profunda crisis y que
tienen un denominador común. Al final de esa larga cadena de eslabones
políticos y económicos, siempre hay un banco. Y un banco no es más que una
empresa, un gigantesco negocio que se vale del dinero de los ciudadanos. Porque
no nos engañemos, aunque a sus mesas se sienten seres humanos, los demás seres
humanos somos lo de menos.
Somos meros números. Es
lo que viene a decirnos el cortometraje de esta semana, “LOBOS”, en el que el
grupo Los Niños Cabra, un colectivo malagueño de amiguetes liderado por los
directores y guionistas Daniel Ortiz y Javier Díaz Conde, vuelve a sacar la mierda
que se esconde bajo la superficie de la sociedad que nos rodea. Inspirada en hechos reales, a partir de testimonios de
personas relacionadas con la banca y expedientes judiciales, “LOBOS” pone su
punto de mira en las reuniones a puerta cerrada que se realizan a los
directivos de sucursales de las entidades financieras más importantes del país
y en los métodos de presión a los que son sometidos sus directivos para
maximizar la venta de productos financieros. Y mete en el mismo saco el
enchufismo, las inspecciones de trabajo "apalabradas" con los bancos
y otras muchas más cosas que apenas son publicadas en los medios de
comunicación.
Un corto de rabiosa actualidad, 17 minutos de puro diálogo dinámico y un
auténtico mazazo de realidad en el estómago del espectador –el mejor momento, el
cruel despido de la empleada-, que forma junto a la también imprescindible “La
entrevista” –otro trabajo del colectivo al que ya dedicaremos su
correspondiente entrada- una sesión doble imprescindible para asimilar la mugre
sobre la que nos movemos día a día.
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