Reconozco
que no conocía el trabajo fotográfico de Horacio Coppola. Conocía el nombre,
pero no al artista. Ahora, a poco más de dos años de su fallecimiento, Ignacio
Ortega le dedica un corto documental gracias al cual he descubierto su
formidable obra. El trabajo de un genio de la imagen, de un fotógrafo y
cineasta que capturó en tonos monocromáticos toda la belleza y la geometría de
la ciudad latinoamericana más cosmopolita y europea, Buenos Aires.
“La ciudad viva de
Horacio Coppola” no es un retrato sobre la vida del artista, sino sobre su
personalidad artística, sobre una inabarcable galería de fotografías que le
definían como profesional y que sirven para echar una mirada atrás a lo que fue
toda una urbe cuyas calles podían confundirse con esos callejones laberínticos
que recorren cualquier rincón de París.
Ortega realiza un
fantástico trabajo de edición y montaje que amenizan los escasos once minutos
que dura esta pieza, que sirve a su vez para arrojar luz sobre la exposición
“Horacio Coppola. Fotografía”, instalada en el Centro Andaluz de la Fotograía
(C.A.F.), que durará hasta el 14 de septiembre y constará de 121 instantáneas,
cuatro películas y 12 libros-catálogo. Un corto que pretende captar en formato
digital la obra de un artista apegado a lo analógico, y que tiene en su propia
naturaleza cinematográfica su talón de Aquiles. Porque nunca será lo mismo ver
esta galería in situ que a través del objetivo de una cámara digital, y uno no
puede más que sentirse impotente ante la idea de no poder asistir a verla. Pero
esto, claro está, no es culpa del cortometraje.
LA CIUDAD VIVA DE HORACIO COPPOLA (THE CITY LIVING OF HORACIO COPPOLA) from NACH SEGOR on Vimeo.
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