Corazón de vikingo, alma de dragón
En sus créditos
finales, “Cómo entrenar a tu dragón 2” abraza sin tapujos la serie de libros de
Cressida Cowell en la que se basa en forma de ilustraciones que remiten a las
portadas de las obras de Tolkien o C.S. Lewis. Porque puede que esta secuela
del éxito de hace cuatro años no tenga la capacidad de sorpresa de su
predecesora ni la misma habilidad para enternecer con la relación entre un niño
y un dragón como entonces, pero sí posee una conciencia propia como fantasía de
animación y aventuras clásica.
Esta segunda parte,
realizada en esta ocasión en solitario por Dean DeBlois, no se limita a ofrecer
una nueva aventura protagonizada por Hiccup, Desdentao y sus amigos, sino que
se preocupa por expandir el universo iniciado en la primera entrega y convertirlo
en algo mucho más épico. Donde otras secuelas solamente idean una trama en la
que inmiscuir a sus personajes –véase “Shrek Tercero” o “Lluvia de albóndigas 2”-
y hacerles protagonizar una aventura divertida, algo que también ocurre en la
que nos ocupa, “Cómo entrenar a tu dragón 2” se preocupa además por sus personajes,
les deja respirar y les hace avanzar, inmersos en una película que asume sin
problemas su propio status de secuela dentro de una ya asentada franquicia.
Es más grande, que no
más larga, y aunque le cueste un poco arrancar pese a su corta duración, lo de “Cómo
entregar a tu dragón 2” es entretenimiento puro, del bueno, pero además capaz
de explotar una vena épica que en su antecesora no estaba presente. Sin
embargo, es en su media hora final cuando alcanza cotas legendarias de heroicidad
en forma de espectáculo vikingo audiovisual, en el que algunos detalles, eso
sí, no están todo lo explotados que pudieran –la figura del villano, alguna
subtrama romanticona de relleno para provocar risas- por lo vertiginoso de la
propuesta.
No es mejor que la
primera –técnicamente sí, ojo-, pero tampoco es peor. Pero sí es un film ya
centrado en su propia condición de secuela dentro de una franquicia, de
entretenimiento épico que bajo su fuerte corazón de vikingo y su alma cándida
de dragón, esconde un valiosísimo tesoro: ser el equivalente cinematográfico a
la literatura fantástica infantil.
A
favor: que tiene conciencia propia como épica fantasía
infantil, y cómo deja respirar a sus personajes
En
contra: ya no posee la capacidad de ternura ni de sorpresa
de su predecesora, y alguna subtrama desarrollada a las carreras
Calificación ***1/2
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