Las
redes sociales se han volcado durante el día de hoy para conmemorar la triste
despedida de un grande de la interpretación, de un hombre que sólo pretendía
arrancarnos una sonrisa. Robin Williams nos ha dejado a los 63 años, pero no
sin regalarnos una filmografía repleta de todo tipo de personajes que, le pese
a quien le pese, han marcado nuestra memoria cinéfaga. La siguiente lista es
personal, y ha sido difícil decidirme por unos títulos frente a otros. Muchas
han quedado fuera, pero el objetivo era rememorar aquellas interpretaciones que
marcaron su carrera y mi propia vida. Las arriesgadas, las histriónicas, las
perversas… Independientemente de la calidad de cada una, su mueca triste brilló
con luz propia. Y para ti, ¿cuáles son las mejores?
10. Sra. Doubtfire
La lista la
finaliza un papel para el que no muchos estaban preparados. Con una buena dosis
de maquillaje, mucha cera –el actor era famoso por su pelambrera corporal- y
una flema muy british, Williams encarnó a esta adorable y marchosa ancianita
que se convirtió en un taquillazo y en una de las pelis de mi niñez. Y todo sea
por ese baile a lo “Risky Bussiness”.
9. Good Morning, Vietnam
Así despertaban las tropas
estadounidenses destinadas en Vietnam cada mañana. Primer gran papel
reaccionario, serio y aleccionador de Williams, infundiendo moral a los
soldados. Una inolvidable cinta de Barry Levinson que mostraba otra cara de la
guerra, y primera nominación al Oscar del actor.
8.
Insomnia
Tras lograr el Oscar, Williams se
decidió a demostrar que podía ser un actor serio, como si no lo hubiera hecho
ya. Una de sus demostraciones la hizo de la mano de Christopher Nolan, que le
hizo carearse con nada más y nada menos que el mismísimo Al Pacino. Y salió más
que airoso. Su semblante serio escondía una macabra sonrisa de psicópata.
7. Aladdin
Eric Goldberg, supervisor de animación
del Genio, ideó al personaje pensando en Williams. Hasta se le parecía
físicamente. Por supuesto, el actor aceptó a prestar su voz, pero fue mucho más
allá. Improvisó de tal manera que le dio una nueva dimensión al personaje, muy
distinta de la que los creadores tenían pensada en un momento. Podría decirse
que el guión del Genio, y lo que es un alto porcentaje de esta joya de Disney,
fue obra de Williams. Hasta recibió un Globo de Oro especial por su labor.
6. Patch Adams
Su trabajo
en esta película, obra de un director no muy experto en los dramones cómicos
como Tom Shadyac, me llegó al corazón. Pasados los años puede resultar una peli
ñoña, pero los vaivenes interpretativos de Williams entre la comedia y el drama
en este film son sublimes. Buena prueba de su versatilidad, y de que lo suyo
era ser un payaso tristón. Aquí, por cierto, coincidía con Philip Seymour
Hoffman.
5. El indomable Will Hunting
Cómo no, su
primer y único Oscar, tras otras tres nominaciones, no podía faltar en la
lista. El excelente guión de Ben Affleck y Matt Damon, también ganador de la
estatuilla, no habría tenido la misma contundencia sin esa incipiente barba de
sabio y sin el talento de Williams. Lo mejor de la película, sin duda, son las
sesiones que protagoniza junto a Damon. Y de todas, me quedo con este “No fue
culpa tuya” que en su momento llegó a emocionarme.
4. El club de los poetas muertos
Sin
embargo, de casi todos los papeles por los que fue candidato al Oscar, me quedo
con el del Sr. Keating en el film de Peter Weir. Otro personaje aleccionador y
reaccionario que utilizaba la palabra para insuflar algo de vida y libertad a
sus estirados alumnos. Inolvidable ese “Oh, Capitán, mi Capitán”. Por cierto, la película no pierde
con los años.
3. Una jaula de grillos
Siento
tirar de estereotipos, pero la encarnación de gay osito que hizo Williams en
este film es tan buena, y está tan desatado y machote a la vez, que durante
años llegué a pensar que era realmente homosexual. Sí, Nathan Lane casi le
hacía sombra, fue un batacazo entre crítica y público, y la original francesa
era mucho mejor, pero me sigo divirtiendo con ella, y especialmente con la pareja
que formaba con Lane.
2. El rey pescador
De locaza a
loco. La vena más histriónica y esquizofrénica de Williams no podía faltar en
la lista, y de todas las posibilidades, me quedo con su personaje en esta
película de Terry Gilliam. Es, posiblemente, el rol más gilliamiano de toda la
cinta, y el realizador no pudo elegir a mejor actor. Su momento más lúcido
llegó sobre la hierba junto a Jeff Bridges, escena en la que no tuvo reparos en
mostrar sus “encantos”.
1. Retratos de una obsesión
Pero de
todas todas, me quedo con esta pequeña y casi olvidada película, perteneciente
a la etapa posterior al Oscar. Sin dudas, el papel más enigmático, siniestro y
desconcertante de su carrera. Y también el más serio con diferencia. Una joya a
redescubrir.
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