Un
grande del cine español. Un actor con una presencia arrolladora en pantalla, un
físico y una voz imponentes. Un intérprete que aunque debutara en cines en 1987
en “A los cuatro vientos”, no fue hasta cinco años después cuando volvería a
aparecer en la pantalla grande. Y a partir de ahí no hubo un solo año en el que
no apareciera en alguna serie o película. Comenzó con sus paisanos vascos, y
luego ya su rostro se volvió conocido para el resto del público. Y en medio de
todo esto, nunca se bajó se los escenarios, donde recogió la mayor parte de los
galardones de su carrera.
Aitor Mazo trabajó a
las órdenes de directores tan importantes como Julio Medem (“Vacas”), Juanma
Bajo Ulloa (“Airbag”, posiblemente el papel con el que empezamos a reconocer su
cara), Luis García Berlanga (“Todos a la cárcel”), Enrique Urbizu (“Cachito”),
Álex de la Iglesia (“La comunidad”), Emilio Martínez Lázaro (“Ocho apellidos
vascos”, “La voz de su amo”), o Daniel Monzón (“El robo más grande jamás
contado”). En televisión pudimos verle en series como “Médico de familia”, “Querido
maestro”, “Petra Delicado”, “Policías”, “Cuéntame cómo pasó”, “El comisario”, “Amar
es para siempre” o “Chiringuito de Pepe”. Sus últimos trabajos fueron en la
serie de tv “El Ministerio del Tiempo” y en la película “Lasa y Zabala”.
Actor, guionista y
director –suyas son “Bypass” y “La máquina de pintar nubes”-, Mazo ha sido
encontrado sin vida hoy jueves en su domicilio de Bilbao, al parecer a causa de
una insuficiencia coronaria. Tenía tan sólo 53 años. Una lástima. Pero nos
quedan casi un centenar de trabajos entre cine, teatro y televisión en cerca de
treinta años de carrera como legado. Descanse en paz.
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