Y
el
día llegó. Anoche tenía lugar el estreno en abierto de “Kung Fury”, ese
proyecto de larga gestación de David Sandberg financiado mediante una campaña
en Kickstarter que comenzó hace más de un año. La espera ha merecido la pena, y
sus mecenas estarán bien contentos. Porque el resultado no podía ser más
sobresaliente. “Kung Fury” es una “frikada” absoluta, una locura extremadamente
bizarra que homenajea ese cine de videoclub de los 80 en VHS que tanto escasea
en nuestros tiempos. Ya desde su escena de apertura, se respira aroma ochentero
en la música, la ambientación, efectos… hasta el mítico tracking como manera de
elipsis argumental. Se nota el mimo con el que Sandberg ha desarrollado la
idea, y que no sólo se queda en eso, en una idea, y sorprende lo que ha podido
hacer con poco más de 600.000$, porque su factura técnica no tiene demasiado
que envidiar a las grandes producciones de Hollywood. El vídeo ya lleva casi millón y medio de visitas en menos de 12 horas. Este señor, si sigue esta
senda, llegará lejos como referente del género. Del cine chusco, pero
referente. Para todos aquellos que echen de menos toda una década, allá va. “Kung
Fury” (subtítulos en español también disponibles).
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