Allá
por el año 2006, la National Film Board of Canada y la fundación canadiense Bravo!FACT,
dedicada a la promoción de nuevos talentos cinematográficos, organizaron la
antología “Shorts in Motion: The Art of Seduction”, una serie de diez
cortometrajes de dos minutos grabados con teléfonos móviles y realizados por artistas
y directores canadienses.
Uno de ellos fue Denis
Villeneuve, director de “Incendies”, “Enemy” y “Prisoners”, del que la semana
pasada presentábamos uno de sus trabajos más aclamados, “Next Floor”. Dos años
antes de este último, Villeneuve presentó para la antología canadiense de
cortometrajes –sólo una realizadora sería no canadiense, Isabella Rossellini,
que posteriormente trabajaría con Villeneuve en “Enemy”- “120 Seconds to Get
Elected”, un sensacional trabajo en el que un político trata de convencer a las
masas de votantes que le elijan mezclando hábilmente los conceptos FAMILIA,
DINERO y FELICIDAD. El resultado es una joya de 120 segundos de duración con
tintes fascistas en la que Villeneuve da rienda suelta a uno de sus temas
predilectos: el totalitarismo del Estado frente al individuo. Una pieza que, en
los tiempos que corren, y en general siempre, debe ser visionada, y cuyo protagonista
se va transformando, por gestos y tono de voz, en uno de los mayores genocidas
de la historia de la Humanidad. Imprescindible, y en muchos sentidos,
escalofriante. Tras el corto, el discurso completo en castellano.
“Primero, estoy seguro que este
año todos queréis trabajos, porque con trabajos tendréis dinero. Y una cosa es
segura, todo el mundo quiere dinero. Con dinero podéis comprar cosas que os
traigan felicidad después de un buen día de trabajo. Si me elegís, trabajaréis.
Pero no demasiado. Os digo que no demasiado trabajo. El trabajo os aleja de su
familia. La familia es la raíz de la sociedad. Vosotros no queréis trabajar,
queréis dinero. A más dinero, más felicidad. Es pura matemática. Es por eso que
recortaremos los impuestos. No queréis que me quede con vuestro dinero. Queréis
guardar vuestro dinero para vosotros. No queréis ser pobres, queréis ser ricos.
Luchemos contra la pobreza juntos. Yo eliminaré la pobreza. La pobreza será
ilegal. Todos los pobres serán puestos en campos de trabajo, de esa manera
podrán ser ricos. Pero no demasiado. Si se vuelven demasiado ricos, ya no habrá
más pobres, y sin pobres, ¿quién será rico? Y algo que no querréis es que los
pobres se lleven vuestro dinero. Por lo que para protegeros del peligro de la
pobreza, invertiremos vuestro dinero en el ejército. Mucho dinero, sí, para
proteger vuestro dinero. La educación no trae dinero. La educación trae
preguntas, y ya nosotros tenemos la respuesta. Lo mismo ocurre con el cambio
climático. No veo relación entre iceberg y dinero. La naturaleza es lo único
que no necesita dinero. Felicidad es riqueza ahora. ¿Queréis ser ricos ahora?
Entonces, votadme. Dios os bendiga”.
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