miércoles, 21 de octubre de 2015

LA CRÍTICA. ESPECIAL ELI ROTH. The Green Inferno vs.Toc Toc

Eli Roth ha vuelto, y por partida doble. Por ello traemos doble crítica, una para "The Green Inferno", una actualización bastante light y floja del cine de los maestros italianos del mondo, y "Toc Toc", un entretenido thriller de carácter sexual que supone todo un cambio de registro para el cineasta.

LA CRÍTICA. THE GREEN INFERNO
Enfant no tan terrible
Alguien se aventuró, hace ya diez años, a etiquetar a Eli Roth como uno de los enfant terrible del cine de terror moderno, justo cuando otro niño malo apellidado Tarantino decidió apadrinarle y cobijarle en su regazo. Y lo cierto es que, en vista de la sangre y vísceras a borbotones que bañan los fotogramas de “Cabin Fever” o “Hostel”, tenía todo para serlo. Pero sobre todo, porque Roth es un cachondo mental, un cineasta que con una buena dosis de mala leche aprovecha para cargar contra temas tan espinosos como los prejuicios raciales con la misma comicidad y naturalidad con la que cercena un miembro viril o hace saltar un ojo.

En su postergada “The Green Inferno”, ese director cachondo al que muchos echábamos de menos está presente. Una niña corriendo con una pierna cortada en su mano, el divertido ataque inicial de los nativos, el momento diarrea o el momento masturbación… Y por supuesto, su crítica abierta hacia la hipocresía de los activismos sociales y una madre Naturaleza de lo más puñetera que emprende una especie de venganza poética contra aquellos que tratan de defenderla. Es decir, para bien o para mal, para acierto o vergüenza ajena, pero esos momentos están ahí.


Sin embargo, lejos de que pueda entretener durante su metraje, y de estos instantes de cachondeo marca de la casa, “The Green Inferno” no supone la vuelta que Roth merece después de sus prometedores trabajos previos. Malos actores –sólo destaca Lorenza Izzo, pero dentro de la mediocridad interpretativa general-, y una realización, una banda sonora, unos efectos digitales y una fotografía más propias de la calidad de un producto televisivo que de uno cinematográfico. Tarda en arrancar, sí, pero eso es lo de menos. Es su mala factura técnica lo que la hace una propuesta del montón.


Por si fuera poco, este homenaje nada disimulado al cine de Sergio Martino, Umberto Lenzi o Ruggero Deodato no está a la altura siquiera de sus referentes. Una vez entra en situación y empieza lo bueno, se queda bastante corta en gore y salvajismo con respecto a sus maestros italianos, y tira de planos cerrados y cortos y de mover la cámara de manera nerviosa para mostrar lo menos posible. Una versión de lo más light de un tipo de cine más visceral, más directo a la yugular, obra de un señor al que sus admiradores defenderán encadenándose a un árbol. Para los demás, es un enfant ya no tan terrible.

A favor: Lorenza Izzo, elevándose por encima de la mediocridad de sus compañeros, y sus momentos de cachondeo
En contra: la mala factura técnica, las interpretaciones generales, y que es demasiado suave

Calificación **
                                                                             Se deja ver

LA CRÍTICA. TOC TOC
¡Feliz Día del Padre!
Lo malo de llamarse Eli Roth es que tus fans más acérrimos esperan de ti siempre lo mismo. Miembros cortados, sangre a raudales, mala leche y un concepto muy propio de lo que es el entretenimiento. “Toc Toc” no tiene nada de lo primero, pero sí que la lectura de su mensaje entre líneas es de lo más perversa y entretenida.

El director se pone en la piel de dos sexys jovencitas que trastocarán la idílica existencia –demasiado idílica, tanto que empalaga- de un feliz padre de familia que debe quedarse solo en casa para acabar un importante trabajo. Y a través de ellas habla de la infidelidad y de las debilidades de la carne en una batalla de sexos en la que las mujeres tienen las de ganar. Pero a su manera. Porque su última película, aunque le pese a todos esos fans que cargarán contra ella, es puro Eli Roth, aunque tenga un claro olorcillo a film de encargo.

El responsable de la incomprensiblemente controvertida “The Green Inferno” mantiene esa mala uva tan característica de su filmografía y se desenvuelve la mar de bien dentro del terreno del thriller de suspense. Roth hace suyo el material, sin un estilo personal a la hora de filmar las escenas –aunque nunca lo ha tenido-, pero manejando con solvencia todos los resortes de un film de estas características, y volviendo a dejar el sexo como detonante de toda esa pesadilla que vivirá un Keanu Reeves no tan creíble y atractivo como sus compañeras Lorenza Izzo y Ana de Armas, dos portentos que mezclan lo sensual y lo peligrosamente divertido.


Un agradecido cambio de registro que demuestra que el cineasta es capaz de afrontar otro tipo de géneros, si bien esperemos que vuelva pronto a ese terror tan visceral y malsano que le ha dado la fama. Aquí al menos mantiene ese espíritu travieso que se echaba de menos en su película anterior. Una especie de “Funny Games” pasada por el filtro de la exploitation setentera, que no deja a los hombres en muy buen lugar. Cuidado con el Día del Padre y los regalos caídos del cielo. Especialmente si llaman a la puerta en forma de maquiavélicas y juguetonas lolitas.


A favor: Lorenza Izzo y Ana de Armas, lo juguetona que es la propuesta, y ver a Roth desenvolviéndose bien en otro tipo de producto
En contra: la poca credibilidad de Keanu Reeves y que los fans de Roth no encajarán bien este cambio de registro

Calificación ***
                                                                                Merece la pena 

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