Fue
uno de los primeros actores del método de la historia del cine, desde que tenía
apenas 20 años en el teatro tras graduarse en Historia. Eli Wallach, hijo de
inmigrantes polacos, llamó la atención en la II Guerra Mundial mientras servía
en Francia, Hawaii o Casablanca, animando a los pacientes encarnando al
mismísimo Adolf Hitler en una representación cómica.
Se convirtió en
compañero de Marlon Brando, Sidney Lumet o Montgomery Clift en el Actors
Studio, y en el primer amigo de Marilyn Monroe cuando la joven aspirante a
actriz entró a formar parte de la escuela de interpretación fundada por, entre
otros, el realizador Elia Kazan. Fue de la mano de este último y del dramaturgo
Tennessee como empezó en el cine, en la polémica “Baby Doll”, que le valió el
BAFTA a joven promesa en 1957, pero antes triunfó sobre los escenarios con la
también polémica obra de Williams “La rosa tatuada”, con la que se alzó con el
premio Tony en 1951.
Mientras, alternaba
teatro y apariciones en televisión con una cada vez más emergente carrera en el
cine, donde se convertiría en secundario recurrente en filmes como “The Lineup”,
“Los siete magníficos”, “Cómo robar un millón y…”, “Lord Jim”, “La conquista
del Oeste” o “Vidas rebeldes”, que le permitirían trabajar a las órdenes de
John Huston, John Sturges o William Wyler, y junto a amigos como Monroe, Clift,
Clark Gable, Peter O’Toole, Audrey Hepburn, Steve McQueen o John Wayne.
Pero fue el papel de “El
Feo” Tuco en “El bueno, el feo y el malo”, en la que conocería a uno de sus
mejores amigos, Clint Eastwood, el que le permitió saltar al estrellato y hacerse
un hueco en el séptimo arte. A partir de ahí raro fue el año en que no
estrenase un nuevo trabajo, incluso más, algunos de ellos en el
spaghetti-western. Participó, entre otras, en “Los cuatro truhanes”, “El
cerebro”, “El oro de Mckenna”, “Permiso para amar a medianoche”, “El padrino. Parte
III”, “Two Much”, “Mystic River” o “The Ghost Writer” y “Wall Street 2”, sus dos
últimos trabajos en 2010, año en que recibiría su Óscar honorífico.
En televisión apareció
en “Kojak”, “Se ha escrito un crimen”, “Alfred Hitchcock presenta”, “La ley de
Los Ángeles”, “Ley y Orden”, “Urgencias”, “Nurse Jackie” o en “Batman” como Mr.
Freeze, papel por el que según él recibió más correos de fans que por todos los
demás papeles de su carrera juntos.
Wallach se mantuvo activo cumplidos los 90, y puso
su inconfundible rostro a más de dos centenares de personajes entre televisión,
cine y teatro. Uno de los grandes de la historia del cine, que nos ha dejado a
los 98 años tras una carrera que abarca más de siete décadas. Descanse en paz, Tuco Benedicto Pacifico Juan María Ramírez.
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