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un libro escrito por Elmore Leonard supone mucho más que simplemente pasear la
vista por sus párrafos. Sus novelas constituyen una excelente experiencia
audiovisual, como si estuvieses siendo testigo de las escenas que relata, a
pesar de que no son ricas en detalles en cuanto a personajes y escenarios, y
sin embargo quedando sendos requisitos perfectamente retratados en papel. Por
supuesto, el cine se dio cuenta de que en sus relatos tan directos como un gancho
de derecha residía una auténtica mina referencial a explotar.
De hecho, Leonard
comenzó su carrera como escritor circunscrito a un género, el western, con el
que cosecharía enorme éxito. Y cuando este género empezó a entrar en declive,
dio el salto a la novela negra con total naturalidad, aunque tardaría en ganar
aceptación. Y ya en los 50, Hollywood
comenzó a fijarse en él, aunque fuera de manera tímida adaptando uno de sus
mejores trabajos, “El tren de las 3:10”, llevada al cine en dos ocasiones, la
última en forma de excelente remake de James Mangold, con Christian Bale y
Russell Crowe como protagonistas. Pero
no fue hasta los 80 que sus historias seducirían de manera decisiva a la Meca
del Cine, dando como resultado “Un romance muy peligroso, “Cómo conquistar
Hollywood”, su secuela “Be Cool”, y “Jackie Brown”, entre otras, siendo
productor ejecutivo en estas dos últimas.
Leonard fallecía ayer a
los 87 años de edad, dejando un legado de más de medio centenar de títulos cuyas
tramas llevaban su firma, tras mostrarse bastante decrépito, en un suburbio de
Detroit, según dicen en bancarrota. Una triste manera de despedir a un genio de
la narración, a un autor incomparable, sin cuya imaginación no existirían
actualmente algunas de las mejores películas del último medio siglo. Descanse en paz.
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