viernes, 28 de octubre de 2011

LA CRÍTICA: Las aventuras de Tintín. El secreto del unicornio

La gran montaña rusa digital

Voy a decirlo claramente. Echaba de menos al Spielberg juguetón, al niño grande que te servía cine de aventuras de calidad, el que daba sentido al cine como gran fábrica de sueños. Por eso aplaudo la vuelta a los orígenes del maestro, su interés por satisfacer a las grandes masas, que ya demostrara en la última entrega de Indiana Jones, esa que casi todos odian pero que a mí me encanta, y sobre todo en esta puesta de largo de Tintín con actores de carne y hueso digitalizados hasta el más mínimo detalle.

Lo que ofrece el realizador es una montaña rusa digital casi constante. Superado el tramo inicial, posiblemente el más difícil de encajar por la ausencia de presentación de personajes, suponiendo que todos conocemos al intrépido reportero y sus hazañas, Spielberg aprieta el acelerador y nos regala un festín audiovisual a bordo de una carroza sin frenos en la que las secuencias de acción son imposibles –atención a la liosa persecución a bordo de un sidecar y a cómo el cineasta desplaza la cámara por los escenarios-, la trama no está supeditada a la tecnología y ésta está más lograda que nunca. En este sentido, matrícula de honor a una ambientación, un cuidado por los detalles y una mejora en la técnica de captura del movimiento que nos hará dudar si estamos ante seres creados por ordenador o actores camuflados bajo disfraces de gigantes y cabezudos. En resumen, que tenía que llegar papá Spielberg a demostrarle a Robert Zemeckis cómo se deben hacer las cosas.


Pero lo que destila “Las aventuras de Tintín: El secreto del unicornio” es un respeto absoluto por las viñetas de Hergé. Ya en sus créditos iniciales, los mejores de la filmografía del rey Midas desde “Atrápame si puedes”, asistimos a un collage donde animación tradicional se funde con efectos digitales, y donde se rinde un sentido homenaje al universo creado por el dibujante. Pero es más, es capaz de captar la esencia del cómic original, los caracteres de sus personajes –Tiintín sigue siendo el mismo sosainas de siempre, Hernández y Fernández siguen sin dar una, Milú continúa sacando de algún apuro al protagonista, y se echa de menos al profesor Tornasol en el conjunto-, su atmósfera de misterio y aventura que rodeaba cada página. Podría haber sido muy fácil adaptar directamente una historia, pero los guionistas Steven Moffat, Edgar Wright y Joe Cornish han preferido coger una trama general, modificarla y rellenarla de detalles del tebeo ocultos reconocibles por los más fanáticos. Los más puristas no lo verán bien, pero sin duda crear una nueva historia a partir de lo ya escrito, y totalmente consecuente con el material original, es la decisión más acertada.


Y el gran salto sin red, donde sus creadores han subvertido las constantes del mundo tintiniano, es en ese capitán Haddock al que convierten en eje central de la función, casi por encima del mismísimo Tintín, dotándole de una humanidad y carisma que llenan la pantalla. Él, y por supuesto Andy Serkis, es lo mejor de esta vertiginosa montaña rusa que hace merecida justicia al material que adapta. La película abre la puerta a una continuación, y visto lo visto será bien recibida. Que la atracción continúe.


A favor: el Capitán Haddock, la secuencia de la persecución y la vuelta de Spielberg a sus orígenes
En contra: cierta ausencia en la presentación de personajes… ¿y Tornasol?

Valoración ****

5 comentarios:

Roswell dijo...

Pinta bien la cosa, sí... No he encontrado a nadie que hable mal de ella.
¡Qué ganas tengo de verla! (como buen tintinófilo que soy)


¡Un abrazo, Cinéfago!

El Cinéfago dijo...

Espero que te guste tanto como a mí. De un tintinófilo a otro.

Oscar Vela Peris dijo...

No es que sea muy aficionado a Tintín... De pequeño creo que leí algún comic, y también veía la serie animada... Pero reconozco que está versión de Spielberg con Peter Jackson pinta muy bien, en todos los lados la veneran, y huele alección magistral de cine... Y como buen aficionado al buen cine, y a la maestría de Spielberg, tengo muchísimas ganas de ver... y sobretodo en 3D... Saludos!

Gerardo Medina Pérez dijo...

Yo sí me crié con Tintín, y soy tintinófilo, y además no soy nada purista, así que es una adaptación genial y respetuosa. Además, Spielberg es Spielberg, y de un amante de su cine a otro...te va a encantar.

Lupita Belmonte dijo...

Es una película muy interesante y divertida, a mi me gusta mucho y lo mejor es que es dirigida por Spielberg quién le da el toque mágico y emocionante a la historia, los personajes son muy divertidos y a mí me robaron el corazón; es una película muy recomendable para toda la familia, no importa si no son fanáticos de estas historietas.

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