Nieto
de Joaquín Dicenta, hijo de Manuel Dicenta, padre de Natalia Dicenta, marido de
Lola Herrera. Por las venas de Daniel Dicenta no corría sangre, sino talento
para la interpretación. Un actor de enorme presencia, aunque no apareciese
físicamente en pantalla. Puso voz a Robert Englund, Ned Beatty, a Peter
Stormare en “Fargo” o a Bruce McGill en “MacGyver”, así como en series de
animación como “D’Artacan y los tres mosqueperros”. Y en teatro, donde inició
su carrera, cosechó excelentes críticas y éxitos desde los años 60.
Y aunque debutó en cine
antes que en la televisión con “La verbena de la paloma”, fue en este último
medio donde desarrolló otra parte importante de su carrera. Se convirtió en un
rostro habitual de la pequeña pantalla al pasearse por “Estudio 3”, “Novela”, “Historias
para no dormir”, “Primera Fila”, “Estudio 1” o “Turno de oficio”, y en cine
pudimos verle en “Fortunata y Jacinta”, “El pájaro de la felicidad” o en la
magistral “El crimen de Cuenca”, una de las mejores películas de la historia
del cine español en mi opinión, y la cinta gracias a la cual conocí a este gran
actor.
Desde 1997 se
encontraba retirado de la interpretación, y a partir de entonces se dedicó al
teatro y el doblaje. Más de un centenar de trabajos entre cine, doblaje, televisión
y teatro alaban la trayectoria de uno de los grandes del cine español, que nos
dejaba ayer en Madrid a los 76 años de edad. Una voz y una presencia
inconfundibles. Descanse en paz, maestro.
2 comentarios:
acabo de descubrir tu blog y me ha gustado mucho sus contenidos. Me encanta el cine por lo tanto creo que aquí puedo pasar buenos ratos, te sigo para no perderme nada.
Respecto a tu entrada me parece un excelente homenaje.
Un saludo :)
Muchísimas gracias Sara. Tu blog está muy bien eh!! Habrá que pasarse por allí a menudo
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