Para
un mismo film salen numerosos carteles promocionales hasta dar con el póster
oficial que acompañará su estreno en cines. Hay carteles de personajes,
temáticos, hasta propios del país en el que se estrenan y su particular manera
de concebir lo que debe ser un póster. Pero en ocasiones, a alguien en la
industria del cine le parece buena idea sacar más de un póster, y muchas veces
nunca segundas partes fueron buenas. Porque no, este nuevo especial no trata de
carteles horribles de secuelas aún más horribles, sino de las discutibles opciones
B, C, D y demás letras del abecedario de las que tiran las distribuidoras. A
continuación, una selección de ejemplos de carteles actuales con la opción
buena (izquierda) y la no tan buena (derecha).
En ocasiones, todas las
opciones posibles son malas de por sí. Los siguientes carteles de personajes de
“Libertador” caen por su propio peso, porque no podrían haber escogido peor
careto para Danny Huston, y porque ponerle a Imanol Arias un peluquín debería
ser delito. En el caso de “Betibú” intentan colárnosla sustituyendo a Daniel
Fanego por otro rostro más conocido y comercial, el de José Coronado, pero en
ambos casos el resultado es discutible, y ya no sólo por el propio título de la
película.
Pero no todo son malas
y buenas decisiones. Hay carteles que son en sí mismos segundas partes de otros
carteles, o más bien remakes de los mismos. Porque es tan sangrante la manía de
separar a dos actores a lo “El primer caballero” –a John Travolta suelen
hacérselo en muchos de los carteles de sus pelis-, haya o no espada mítica de
por medio, como ver que algunas películas que comparten actores acaban teniendo
diseños similares. Y si alguien encuentra a qué pósters imita “No Good Deed”,
se lleva premio.
Acabamos con clásicos
collages hechos con el más cutre editor de imágenes y las clásicas caras
dibujadas que desdibujan las caras de los actores. Por cierto, ¿intentaban
emular con “Northmen” los épicos carteles de la trilogía tolkieniana de Peter Jackson?
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