Fin
de semana ligeramente más potente al de hace un año, y a pesar de no contar con
la contundencia de un taquillazo como “Oz”. Un fin de semana marcado por
decepciones en los estrenos mayoritarios y victoria de los minoritarios, y de
buenos aguantes ante la falta de competencia.
El gran estreno de la
semana, “Need for Speed”, se aleja de la peor de las entregas de la franquicia “Fast
& Furious”, “Tokyo Drift”, y se conforma con unos pobres 17 millones de $.
Su entrada se asemeja más bien a las de otros títulos basados en videojuegos
como “Max Payne” o “Resident Evil”, pero sin el apoyo de la audiencia ni de la
crítica. Ante esto, si llega a los 50 millones de $ será un milagro. ¿Su
ventaja? Que a nivel internacional parece que sí que ha cuajado el producto,
logrando en su primer fin de semana unos fabulosos 45 millones de $, la mayoría
de ellos en China. No dará pie a una franquicia, pero habiendo costado 66
millones, no dará a Buena Vista grandes dolores de cabeza.
Se esperaba que fuera número
1 este fin de semana, pero no ha podido ni con “Mr. Peabody & Sherman” ni “300:
Rise of an Empire”, que caen mucho mejor de lo esperado y se van a los 63 y 78
millones de $. De hecho, la primera muestra un mejor mantenimiento incluso que “Los
Croods” en su momento, aunque con cifras más bajas, y no debería tener
problemas en llegar a los 100 millones al final de mes. Siguiéndolas está “Non-Stop”,
que también muestra un extraordinario mantenimiento con 86 millones de $ en
total. Su avance semana tras semana es muy superior a la anterior colaboración
entre Liam Neeson y Jaume Collet-Serra, “Unknown”.
Más desastroso aún que
el dato de “Need for Speed” ha sido el debut de lo nuevo de Tyler Perry, que
acumula decepción tras decepción con su peor estreno hasta la fecha, “The Single
Mom’s Club”, que se ha quedado en unos paupérrimos 8 millones de $, cerrando además
el top 5.
Mucho mejor le ha ido a
la vuelta de “Veronica Mars”, que da el salto al cine gracias a un proyecto
financiado mediante donaciones y precompras para ser vista en distintos
soportes con buenos resultados: 2 millones de $ en 291 salas y en el puesto
número 10. Ha costado 6 millones más y no se irá mucho más allá de los 5
millones de recaudación final, pero dada la manera en que se ha financiado el
proyecto, está más que rentabilizado.
Aún mejores han sido los
resultados de los estrenos minoritarios del fin de semana. “Bad Words”, el
debut en la dirección del actor Jason Bateman, que ha logrado el beneplácito de
crítica y público, se hace con unos fantásticos 120.000 en seis salas. “Le
Week-End”, que llega con retraso a la cartelera USA, también entra muy bien con
45.000$ en tres salas. Y “Enemy”, lo nuevo de Denis Villeneuve (“Prisoners”, “Incendies”)
con Jake Gyllenhaal, consigue 18.000$ únicamente en una sala en todo el país.
Pero el gran ganador
del fin de semana vuelve a ser Wes Anderson, que logra entrar en el top 10
(puesto 8, concretamente) en su segundo asalto tras ampliar hasta 66 salas,
mejorando un 348% y con casi 5 millones de $ recaudados en diez días. La media
por sala de “The Grand Budapest Hotel” vuelve a ser la mejor del fin de semana y
se marca un récord como la mejor media de la historia para un film que apenas
supera las 50 copias de exhibición. Su ritmo es muy superior al de “Moonrise
Kingdom”, que en su momento logró 45 millones de $ al final de su carrera.
Por último, destacar
también el meritorio 233% de mejora de “Ernest & Clementine”, que lleva
68.400$ en tres semanas. Un film pequeño, modesto, que finalmente no ha logrado
el Oscar, y ni falta que le hace en vista de sus resultados. Y hablando de
Oscar, el efecto premio no se ha dejado notar en ningún título, ni siquiera en
la vencedora de la noche.
Fuente:
Box Office Mojo
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