Decían
de ella que era una personalidad portentosa, arrolladora, entusiasta, espontánea, un soplo
de vitalidad para todo aquel que la rodeaba. Los que no tuvimos la oportunidad
de conocerla en persona solamente podemos valorarla por su trabajo, que se
puede catalogar de, entre otras cosas, chispeante, original y talentoso. Y me
quedo corto. Dunia Ayaso nos dejaba el pasado 27 de febrero a la edad de 53 años, y con ella se ha ido uno de los mayores talentos del panorama
cinematográfico español actual.
Fue siempre inseparable
de su pareja y cómplice, Félix Sabroso, a quien conoció con 16 años en un aula
de teatro en Gran Canaria, y con quien frecuentaba el cineclub a la caza de
clásicos del séptimo arte. A los dos les unió instantáneamente la pasión por
contar historias en celuloide, y un instinto paternal prematuro al tener que
adoptar a los cuatro hermanos menores de ella tras la prematura muerte de sus
padres.
A su llegada a Madrid
en 1992 para trabajar Sabroso en TVE, juntos comenzaron a hacerse un nombre en
el mundillo del cine, y en 1994 presentaron la que sería la primera de una
trilogía de comedia petarda –con el mayor de los respetos- bastante deudora del
Almodóvar de los 80 y un retrato hilarante y paródico de la España de los 90,
llevado al extremo. La trilogía la compondrían “Fea”, la exitosa “Perdona
bonita, pero Lucas me quería a mí”, y “El grito en el cielo”. Todas haciendo
gala de un humor estrambótico, fresco y pasado de rosca. Ya por entonces habían
reunido una troupe de actores fetiche, como Mariola Fuentes, Pepón Nieto, Loles
León, Bibiana Fernández, María Pujalte y Antonia San Juan, entre otros, a los
que se unirían posteriormente Candela Peña y un primerizo Antonio de la Torre.
Más adelante llegaría
la comedia “Descongélate!”, una de las mejores comedias españolas de comienzos
de siglo, su homenaje al destape con “Los años desnudos (Clasificada S)”, y su
obra de mayor repercusión, “La isla interior”, aquella con la que dieron el
paso definitivo al drama, su obra más conseguida y completa. Su cine fue
siempre para un sector del público ávido de historias sencillas pero servidas
con un humor muy ácido y negro en ocasiones, aderezado con unas gotas de locura
general que hacían que no siempre crítica y público estuvieran de su parte.
Recientemente, asaltaba los escenarios con "Lifting", había
sido fichada para redactar los guiones de “La que se avecina”, y su último
proyecto con su marido fue el cortometraje “Banjo”, su carta de despedida del
cine que esperamos ver pronto. A mí, que me encantaba y me sigue encantando el
trabajo de ambos, y seguiré los futuros proyectos de Sabroso de cerca, como de
costumbre, me apena haberme enterado tan tarde de su triste fallecimiento. Fue
anoche, en el sensacional homenaje que La 2 le dedicó en el espacio Versión
Española, donde Candela Peña, Pepón Nieto y su pareja la recordaban con alegría
y nostalgia. En paz descanse, paisana.
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