Spike
Lee, un auténtico renegado en Hollywood actualmente, podría volver por la
puerta grande gracias a este remake de la obra maestra de Park Chan-Wook.
Apunta maneras esta versión made in USA, aunque parece que han copiado hasta
algunos diálogos. Estéticamente, al menos, llama la atención, y parece que no
escatimará en violencia. Frente a frente están el gran Josh Brolin, que parece
algo sobreactuado, algo que me es indiferente tratándose de él, y Samuel L.
Jackson. Y en medio del sándwich, la
adorable Elizabeth Olsen. A finales de octubre, en terreno yanqui.
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