Bloody Beauty
Ya lo decía la serie
“Fama” en su cabecera. “Queréis la fama. La fama cuesta, y es aquí donde vais a
empezar a pagar. Con sudor”. O también, en palabras del maestro Cronenberg, “La
obsesión por la fama nos define”. En el ámbito de la moda, fama y belleza son
intercambiables en sendas afirmaciones, y “The Neon Demon” nos sirve una crónica
de esa fama/belleza lograda con algo más que sudor. La sangrienta lucha por
alcanzar la perfección, por ser bella eternamente y vivir de ello.
La nueva película del
laberíntico Nicolas Winding Refn escarba en los recovecos de un mundo
superficial, deshumanizado, en el que la belleza es la moneda de cambio más
valiosa, la que exhibe una cándida aspirante a modelo profesional que va
escalando posiciones en el mundillo a costa de acumular el odio de sus
compañeras de pasarela. Jesse –muy buen trabajo de Elle Fanning- es un alma
pura, sin corromper, y su belleza e inocencia encandila a fotógrafos y
diseñadores, algo que no sentará demasiado bien a las modelos que le rodean.
“The Neon Demon” vuelve
a mostrar las pulsiones ya características de su director. Excelente factura
técnica, formidable trabajo de fotografía y encuadres, y una atmosférica banda
sonora de Cliff Martínez que vuelve a dar en el clavo y enrarece la cinta en
cada fotograma. Winding Refn consigue incomodar e inquietar, logra un film malsano
por momentos, y en este caso sí que hay un claro mensaje entre líneas que la
aleja de la mucho más ensimismada “Only God Forgives”.
Y sin embargo, pese a
tener algo interesante que contar, donde vuelve a fallar el cineasta es en las
formas. Se pierde en escenas y subtramas que no llevan a ningún sitio –ese
casero al que interpreta Keanu Reeves, ciertas tendencias necrófilas en uno de los
personajes-, en símbolos visuales que pretenden tener un significado, pero que
se quedan en la superficialidad como sus personajes. La sensación que deja es
la de que le sobra mucho metraje, y de que esta historia la hemos visto antes
en el cine, pero mucho mejor contada, sin tanta petulancia. “Black Swan”, la
reciente “Maps to the stars” o, por qué no, “Showgirls”, ya trataban la misma
temática, pero de manera menos errática, o por lo menos no con tanta
pretenciosidad.
Sólo en sus veinte
minutos finales, los mejores de todo el conjunto, el responsable de la
estupenda “Drive” se acuerda de lo que tiene que contar y remata la historia
con uno de los tramos más perturbadores del cine reciente. Un desenlace que la
acerca al terror, de reminiscencias necrófagas, cuasi vampíricas, en el que la
fama cuesta algo más que simple sudor. Es un monstruo que acecha a sus víctimas
hasta que las fagocita.
A
favor: el perturbador desenlace, la ya característica
estética de su director
En
contra: demasiado relleno que no lleva a ningún sitio
Calificación *1/2
Usted mismo
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