miércoles, 30 de abril de 2014

En paz descanse... Bob Hoskins (1942-2914)

Nunca fue un actor del método, ni un revienta taquillas, aunque muchos de sus trabajos arrasaron en términos económicos. Ni un actor de grandes premios. Lo que le motivaba a Bob Hoskins, uno de mis intérpretes favoritos desde pequeño, era actuar, hasta tal punto que era capaz de aceptar cualquier papel sin importarle lo ridículo del proyecto. Y lo mejor de todo era que salía airoso a nivel interpretativo. Pura solvencia y presencia. Porque pocos actores como él pueden decir que de una mala película, él era la excepción, la nota de calidad entre tanto desbarajuste. Y si no basta con ver la caótica “Super Mario Bros.”.

Hoskins comenzó su carrera en el teatro con apenas 20 años, y su primera incursión en cine no llegaría hasta 1972, año en el que también aparecería por primera vez en la televisión británica, medio que no abandonaría durante toda la década. Hasta que llegó “El largo viernes santo” (John McKenzie) en 1980, film que recibió reconocimientos a ambos lados del Atlántico, y que le proporcionó uno de sus pocos grandes papeles protagonistas. A partir de ahí empezó a hacerse un hueco en el cine made in USA, apareciendo en filmes como “Cotton Club” (Francis Ford Coppola, 1984), a la vez que continuaba su carrera en el Reino Unido en películas como “Pink Floyd The wall” (Alan Parker, 1982),  “Cónsul honorario” (J. McKenzie, 1983), “Brazil” (Terry Gilliam, 1985), “Réquiem por los que van a morir” (Mike Hodges, 1987) o “Mona Lisa” (Neil Jordan, 1986), cinta por la que consiguió su primera y única nominación al Oscar, así como su primer y único BAFTA, Globo de Oro y la mención en Cannes.


Sin embargo, se convirtió en una absoluta celebridad a raíz del éxito de taquilla de “¿Quién engañó a Roger Rabbit?” (Robert Zemeckis, 1988), papel que consiguió gracias a su facilidad para imitar el acento americano, hecho que hizo que muchas personas pusieran en duda su procedencia británica. A partir de entonces su carrera en Hollywood despegó, protagonizando “Sirenas” (Richard Benjamin, 1990), “La noche de los cristales rotos” (Wolfgang Petersen, 1991), “Hook” (Steven Spielberg, 1991), “Nixon” (Oliver Stone, 1995) o “Michael” (Nora Ephron, 1996), y en medio, la duramente criticada “Super Mario Bros.”, todo un batacazo en taquilla que no convenció ni a crítica ni a público.

Otros trabajos suyos fueron “Spice Girls: La película” (Bob Spiers, 1997), “El viaje de Felicia” (Atom Egoyan, 1999), “Enemigo a las puertas” (Jean-Jacques Annaud, 2001), “Sucedió en Manhattan” (Wayne Wang, 2002), “Danny the Dog” (Louis Leterrier, 2005), “Tránsito” (Marc Forster, 2005), “Hollywoodland” (Allen Coulter, 2006) y “Cuento de Navidad” (R. Zemeckis, 2009), y en televisión “Historias de la Cripta” –recomendable el episodio que protagonizó y dirigió para la mítica serie, “Fatal Caper”, “Frasier” y “The Saturday Night Live”. Hizo además sus pinitos en la dirección de largometrajes con dos títulos, destacando especialmente “El enigma del hechicero”, su debut en 1988.


En 2012 participó en el que sería su último film, “Blancanieves y la leyenda del cazador”, tras lo cual anunció su retirada de la actuación por padecer Parkinson. Hoskins, actor polifacético donde los hubiera, a la vez excéntrico y comedido según las exigencias del papel, pero siempre carismático, ha fallecido hoy a los 72 años de edad víctima de una neumonía, dejando para la posteridad más de un centenar y medio de trabajos en cine, televisión y teatro. Numerosas personalidades han expresado en las redes sociales su pesar ante la pérdida de su compañero de profesión y amigo, como el gran Stephen Fry en Twitter, que ha calificado de noticia horrible el anuncio de su fallecimiento. No era para menos. Bob Hoskins es, era y será un excelente actor. Un maestro. Descanse en paz, detective Valiant. 

lunes, 28 de abril de 2014

LA CRÍTICA: Purgatorio

Melancólico cuento de terror
Valiente y aleccionadora la forma de distribuir “Purgatorio”. Buscando más la exhibición y promoción de nuevos talentos que el éxito de taquilla, la película se ha estrenado en cines y de manera paralela, su realizador ha lanzado a la red un nuevo montaje del film en formato corto, dividiendo el original en cuatro partes de menos de media hora de duración cada una. Un cine adaptado a los tiempos que corren, una nueva forma de explotación que mira hacia el futuro de un arte que podría tener los días contados si se sigue entendiendo como mera carne de multisalas.

Pero también, la enésima prueba de que hay historias que no dan para más que un cortometraje. Ya lo demostró hace un año “Mamá”, el exitoso debut de los hermanos Muschietti, y ahora “Purgatorio”, con la que Pau Teixidor debuta en el largometraje. La historia es la misma, pero el montaje permite verla de manera diferente, y donde el largo pierde, el cortometraje gana con contundencia.

Ni siquiera es necesario ver “Purgatorio Redux”, aunque haciéndolo te haces una idea de cuál es el pie del que cojea su hermana mayor. La sensación viendo “Purgatorio” es la de corto estirado hasta la extenuación, la de una película que se ahoga a sí misma en los tiempos muertos, de film con demasiado material de relleno. La historia deambula entre el thriller psicológico, el drama, el terror y el suspense, y ofrece un perverso juego infantil de funestas consecuencias. Pero todas sus vertientes cinematográficas funcionan mejor por separado, y en conjunto chirrían a pesar de lo modesto de un metraje que a pesar de su corta duración, puede hacerse algo pesado en algunos pasajes.


Ahora bien, como toda ópera prima, sirve muestrario de lo que podría ser un director a tener en cuenta, un talento aún por pulir, o un cineasta que poco dará que hablar. Y tanto en un lado del espejo cinematográfico como en el otro, tanto en el corto como en el largo, Pau Teixidor apunta maneras. Domina de manera elocuente los mecanismos del thriller, del suspense y el drama, sabe generar la atmósfera idónea en cada situación, juega notablemente con el sonido, y dirige con solvencia a sus actores, especialmente a esa Oona Chaplin en pleno estado de gracia. Ella es el alma de este cuento al que algunos le achacarán la ausencia de perversidad y malicia, pero que funciona bien melancólico cuento de terror sobrenatural. Con sus más y sus menos. Con sus luces y sus sombras. Pero interesante. Y prometedor.


A favor: Oona Chaplin, y el descubrimiento de un cineasta a tener en cuenta
En contra: su historia no da para mucho más que un corto

Calificación **1/2

domingo, 27 de abril de 2014

Taquilla USA: Cameron Diaz se hace fácilmente con el número uno

Fin de semana post Easter Weekend, y por lo tanto a la baja, pero aún así muy superior al de hace un año, gracias especialmente a un top 5 bastante fuerte. El gran estreno del fin de semana, la comedia con Cameron Diaz “The Other Woman”, ha debutado con unos buenos 24 millones de $, algo menos de lo que se esperaba en un principio –el viernes comenzó con bastante fuerza, por encima de títulos como “Bridesmaids”, pero satisfactorios ante su presupuesto de 40 millones de $, ya superados en todo el mundo. Se convierte en el décimo mejor estreno de la actriz, y tiene el respaldo del público, que no de la crítica, lo suficiente como para irse a los 75 millones de $ sin problemas. Una cifra que alcanzaron otros trabajos de la actriz como “Knight & Day” o “What happens in Vegas”, dos cintas que comenzaron por debajo de la que nos ocupa.

El resto de estrenos de gran presencia han emocionado más bien nada. “Brick Mansions” jugaba la carta de ser la última película acabada de Paul Walker, pero ni con eso se ha librado de estrenar con unos lamentables 9 millones de $, un tercio de lo que ha costado, y ocupando el quinto puesto. Por su parte, la cinta de terror “The Quiet Ones”, de la que no se esperaba gran cosa, comienza su andadura con unos aún peores 4 millones de $.


Para irnos a grandes datos de estreno debemos acudir a los de presencia limitada, capitaneados este fin de semana con la independiente “Locke”, con Tom Hardy, que consigue la mejor media por sala de toda la cartelera al recaudar 89.200$ en cuatro salas, y gozando del apoyo de la crítica como verdadero must see.

A partir de aquí, en general grandes mantenimientos en el top 10, especialmente para “Captain America: The Winter Soldier” -225 millones de $ y una caída del 37%, mejor que su predecesora en todos los aspectos-, “Heaven is for real” -38% y 51 millones de $, demostrando que será uno de los sleeper de la temporada y que el cine cristiano está de moda-, “Rio 2” –no llega al nivel de la primera, pero sus 96 millones de $ no están nada mal-, y “Divergent” –ya 140 millones de $ cosechados y aún opciones de rozar los 150-.

Además, algunas de ellas están teniendo comportamientos excelentes en el mercado internacional. Así, la nueva aventura de Marvel lleva ya más que “Thor 2” en todo el mundo, 645 millones de $, y aún le queda camino por delante. “Rio 2”, por su parte, acumula en todo el mundo casi lo mismo que la primera parte en el mercado internacional, 343 millones de $, y aún le queda lo suficiente como para superarla. Y “Divergent” empieza a dar sus frutos a nivel mundial, donde ya va 232 millones de $.

Dentro de los aumentos, destacar el incremento del 268% de “The Railway Man”, con Nicole Kidman y Colin Firth, aproximándose ya al millón de $ en su tercer fin de semana, y el del 78% de “Fading Gigolo”, la comedia de John Turturro con Woody Allen, que alcanza los 567.000$ en diez días.

La cara más amarga la pone “Trascendence”, que en su segundo fin de semana confirma que no interesa nada al público desplomándose un 62% con 18 millones de $ recaudados. Un batacazo en toda regla.

Fuente: Box Office Mojo

viernes, 25 de abril de 2014

LA CRÍTICA: No se aceptan devoluciones

El libro de reclamaciones, por favor
A veces es difícil entender por qué algunos filmes acaban trascendiendo el mero taquillazo para convertirse en un fenómeno social, en algo que va más allá de lo puramente cinematográfico. “No se aceptan devoluciones” viene a ser algo así como la “Ocho apellidos vascos” de México. No porque sus historias sean parecidas, o porque la calidad del producto final se asemeje en ambos casos, sino porque el éxito en taquilla de cada una sólo se entiende en base al fenómeno en el que se han visto envueltas gracias a una potente campaña de promoción, una comunión con el público ejemplar y un boca a boca de lo más robusto. Porque, dentro de una cinematografía tan excelsa como la mexicana, sorprende que sea la que nos ocupa la cinta en habla hispana más taquillera en Estados Unidos.

La historia de “No se aceptan devoluciones” bebe de multitud de referentes de la comedia y el drama. Un Don Juan que de la noche a la mañana se ve cuidando de una hija de la que no sabía nada, a la que su madre ha abandonado y a la que sumirá en un universo de fantasía para ocultarle la triste realidad en torno a la señorita que la trajo al mundo. Hasta que, claro está, la madre reaparece dispuesta a llevársela consigo. Es decir, una mezcla de “Tres solteros y un biberón”, “La vida es bella”, “Kramer contra Kramer” y “Big Daddy”, de la que es imposible no acordarse cuando la foto de Adam Sandler adorna la pared del cuarto de la niña.


Por supuesto, es difícil no compararla con otras propuestas. Hay que ser muy original para no incurrir en las mismas temáticas que “No se aceptan devoluciones”, un título que, al igual que el inglés “Instructions Not Included”, debería ser remarcado antes de acudir a verla. Pero, aunque así fuera, al menos podría haberse parido un producto más digerible. Desgraciadamente, no es el caso. Su sentido del humor es tan familiar, tan blanco, tan tópico, que me pregunto si éste es la comedia de la que hace gala el cómico Eugenio Dérbez, muy conocido en México. Su guión y dirección, a cargo del propio Dérbez, tiran por lo melodramático alcanzando niveles de telenovela. Es decir, música para enfatizar los pasajes dramáticos y cómicos, realización televisiva, y una tendencia a buscar la lágrima en el espectador que es bastante deprimente. Y un desenlace tan manipulador y sensiblero que pone la guinda a lo que realmente pretende esta película: cubrir sus carencias narrativas apelando a la sensibilidad del público.


Es lamentable que un filme abogue por la lucha contra los miedos apoyándonos en nuestros seres queridos cuando en sí mismo estamos ante una propuesta timorata, que tiene tanto miedo a explorar vías más arriesgadas que opta por el camino de la lágrima fácil. Se arriesga incluso a mencionar a otros compatriotas con mucho mayor talento como Cuarón o del Toro, un recuerdo que no le hace ningún bien. No se aceptarán devoluciones, pero yo pido el libro de reclamaciones.

A favor: es tan blanca que tiene potencial como producto revienta taquillas
En contra: a nivel cinematográfico es una película nula

Calificación *

jueves, 24 de abril de 2014

Primer tráiler oficial de “[·REC]4: Apocalipsis”

¡Sorpresa! Sin previo aviso, Filmax ha lanzado el primer avance oficial de “[·REC]4: Apocalipsis”, que se estrena en pleno Halloween. Antes, eso sí, inaugurará Sitges. Queda clara una cosa: han vuelto a los orígenes de la franquicia, antes de que el humor hiciera acto y bienvenido –digan lo que digan- acto de presencia. Eso sí, mantiene la acertada idea de su predecesora de abandonar el found footage. Ganazas.

miércoles, 23 de abril de 2014

El Corto Cinéfago: "120 Seconds To Get Elected", de Denis Villeneuve

Allá por el año 2006, la National Film Board of Canada y la fundación canadiense Bravo!FACT, dedicada a la promoción de nuevos talentos cinematográficos, organizaron la antología “Shorts in Motion: The Art of Seduction”, una serie de diez cortometrajes de dos minutos grabados con teléfonos móviles y realizados por artistas y directores canadienses.

Uno de ellos fue Denis Villeneuve, director de “Incendies”, “Enemy” y “Prisoners”, del que la semana pasada presentábamos uno de sus trabajos más aclamados, “Next Floor”. Dos años antes de este último, Villeneuve presentó para la antología canadiense de cortometrajes –sólo una realizadora sería no canadiense, Isabella Rossellini, que posteriormente trabajaría con Villeneuve en “Enemy”- “120 Seconds to Get Elected”, un sensacional trabajo en el que un político trata de convencer a las masas de votantes que le elijan mezclando hábilmente los conceptos FAMILIA, DINERO y FELICIDAD. El resultado es una joya de 120 segundos de duración con tintes fascistas en la que Villeneuve da rienda suelta a uno de sus temas predilectos: el totalitarismo del Estado frente al individuo. Una pieza que, en los tiempos que corren, y en general siempre, debe ser visionada, y cuyo protagonista se va transformando, por gestos y tono de voz, en uno de los mayores genocidas de la historia de la Humanidad. Imprescindible, y en muchos sentidos, escalofriante. Tras el corto, el discurso completo en castellano.



“Primero, estoy seguro que este año todos queréis trabajos, porque con trabajos tendréis dinero. Y una cosa es segura, todo el mundo quiere dinero. Con dinero podéis comprar cosas que os traigan felicidad después de un buen día de trabajo. Si me elegís, trabajaréis. Pero no demasiado. Os digo que no demasiado trabajo. El trabajo os aleja de su familia. La familia es la raíz de la sociedad. Vosotros no queréis trabajar, queréis dinero. A más dinero, más felicidad. Es pura matemática. Es por eso que recortaremos los impuestos. No queréis que me quede con vuestro dinero. Queréis guardar vuestro dinero para vosotros. No queréis ser pobres, queréis ser ricos. Luchemos contra la pobreza juntos. Yo eliminaré la pobreza. La pobreza será ilegal. Todos los pobres serán puestos en campos de trabajo, de esa manera podrán ser ricos. Pero no demasiado. Si se vuelven demasiado ricos, ya no habrá más pobres, y sin pobres, ¿quién será rico? Y algo que no querréis es que los pobres se lleven vuestro dinero. Por lo que para protegeros del peligro de la pobreza, invertiremos vuestro dinero en el ejército. Mucho dinero, sí, para proteger vuestro dinero. La educación no trae dinero. La educación trae preguntas, y ya nosotros tenemos la respuesta. Lo mismo ocurre con el cambio climático. No veo relación entre iceberg y dinero. La naturaleza es lo único que no necesita dinero. Felicidad es riqueza ahora. ¿Queréis ser ricos ahora? Entonces, votadme. Dios os bendiga”.

lunes, 21 de abril de 2014

Taquilla USA: El cine cristiano hunde a Johnny Depp

Otro estupendo fin de semana para la taquilla norteamericana. El mejor Easter Weekend desde hace dos años, con un enorme triunfo del cine de pro cristiano, muy de moda estos días. De hecho, el mejor estreno del top 10 sigue esta línea. “Heaven is for real” debuta con unos excelentes 28 millones de $ en cinco días de exhibición, dato muy similar a la reciente “Son of God”, pero con el aliciente de que Heaven es un film de corte más familiar, al estilo de la exitosa “Dolphin Tale”, y tiene posibilidades de aguantar muy bien durante las próximas semanas. Es algo que ha ido evidenciando este tipo de cine desde hace unas semanas, y ante las positivas críticas y comentarios que ha recibido, sería de extrañar que esta nueva propuesta no presente este comportamiento. Ha costado 12 millones, por lo que el negocio ya está hecho.

Otros tres estrenos salen triunfantes este fin de semana. “The Haunted House 2” aprovecha el vacío de las spoof movies, y sus 9 millones de $, aunque inferiores a los de la primera parte, son todo un triunfo para un producto que ha costado menos de la mitad. Cierra el top 5. La esperada “Fading Gigolo”, de John Turturro con Woody Allen de protagonista, no decepciona y se hace con unos fabulosos 198.000$ en cinco salas. Y el reestreno del “Godzilla” japonés original se salda con un éxito arrollador, 12.500$ obtenidos en una única sala.


Sin embargo, todos los estrenos del fin de semana no han gozado de los mismos privilegios. El caso más alarmante, el de lo nuevo de Johnny Depp, “Trascendence”, una película que no sólo ha arrastrado malas críticas y comentarios, sino la cual Warner no ha sabido vender. Han obviado incluso el nombre de Christopher Nolan como productor. Ha costado la friolera de 100 millones de $, por lo que sus 11 millones de $ de recaudación y su cuarto puesto deben ser vistos como un estrepitoso fracaso. Un desastre que mucho tendrá que sudar para compensar este descalabro en el mercado internacional. Y aún así, seguirá con la espinita clavada de su mal estreno norteamericano.

Por supuesto, nadie ha podido con Marvel. “Captain America: The Winter Soldier” baja un escaso 35%, algo tremendamente positivo ante un blockbuster de supuesta combustión rápida como este, y en su tercer fin de semana acumula 201 millones de $. Tiene todas las papeletas, de seguir a este ritmo, para superar los más de 250 millones de $ del film más taquillero del año, “The LEGO Movie”. A nivel mundial lleva ya 586 millones de $, muy cerca ya de “Thor 2”, y con opciones de irse más allá de los 750 millones.

“Rio 2” vuelve a ocupar el segundo puesto con una caía algo fuerte, 42%, que ya evidencia que, aunque no será un fracaso, no alcanzará el total de la primera película. Ya, por ahora, lleva 75 millones de $, menos que aquella. A nivel mundial, unos buenísimos 275 millones de $, y hay opciones de llegar a los 484 millones de $ de su predecesora. Buen dato, pero no espectacular.

El resto del top 10 lo completan: “Draft Day”, con un buen descenso que no consigue compensar su frío estreno, y con 19 millones de $ acumulados en diez días; “Divergent”, que sigue imparable semana tras semana y ya lleva 134 millones de $, rumbo aún de los 150, y con unos grandes 209 millones de $ en todo el mundo; “Oculus”, con un fuerte y previsible descenso que la lleva a los 21 millones de $, cuatro veces lo que ha costado; “Noah”, que aunque va mostrando bajos descensos no logra quitarse la espinita de decepción con sus escasos 93 millones de $, más casi 200 en el resto del globo, lo cual pese a librarla del término fracaso –ha costado 125 millones-, no la salva del terreno de la decepción; y “Son of God”, rozando ya los 50 millones.

Fuera del top 10, “The Grand Budapest Hotel” ya casi supera a “Moonrise Kingdom” con 45 millones de $ en casa y 119 en todo el mundo, mientras que “Under the Skin” continúa convenciendo con su aumento del 65% y más de un millón de $.

Por último, y como era de esperar, “Frozen” es la sexta cinta más taquillera de la historia con 1.129 millones de $. Superar los 1.215 millones de $ de “Iron Man 3” ya es más complicado, por lo que raro será verla ocupar el quinto lugar. Difícil, pero no imposible.

Fuente: Box Office Mojo

viernes, 18 de abril de 2014

LA CRÍTICA: El pasado

La herida abierta
De Oriente a Occidente, pero sin llegar a cruzar totalmente el charco. Como su personaje protagonista en “El pasado”, Asghar Farhadi emprende el viaje a Francia, como antes lo hicieran sus compatriotas Abbas Kiarostami y Jafar Panahi. Es, sin duda, una decisión digna de elogio no dejarse seducir por la maquinaria hollywoodiense, especialmente tras llevarse el Oscar a casa, y abrazar el cine europeo, con cuya cinematografía guarda bastante en común la trayectoria del cineasta iraní.

En su viaje al país galo, Farhadi no ha perdido ni una sola seña de identidad, y ni tan siquiera ha domesticado su mirada hacia la realidad. Relaciones paterno-filiales, enfermedades que motores de la trama –en este caso la depresión-, secretos susurrados a los cuatro vientos, diferencias culturales –se echa de menos que el no localizarse en Irán afecte al desarrollo- y, especialmente, el pasado como lastre de plomo que arrastra hacia un pozo a sus personajes.

En “El pasado”, la atmósfera es la de una hostilidad sostenida, que casi nunca llega a estallar. Hostilidad entre una mujer ante la vuelta de su ex marido para firmar los papeles del divorcio, hostilidad de su nueva pareja ante el regreso de este, hostilidad de unos hijos de diferentes padres frente a una relación con fecha de caducidad, hostilidad ante los secretos de un pasado que se va revelando a cuentagotas, dosificando inteligentemente la información.


Farhadi vuelve a construir un sobrio melodrama que funciona a base de un suspense creado a partir de la falta de información. Como diría el director, de un crucigrama cuyas casillas deberán rellenar los espectadores. Un enigma en cadena de realización muy europea, elegante e independiente, arropado por las fantásticas interpretaciones de sus actores, con Bérénice Bejo y Ali Mosaffa a la cabeza, a los que el realizador deja respirar sin apenas el apoyo de la música de fondo. La constatación, para quienes aún no lo sabían, de que la Bejo es una excelente actriz, por si alguien pensaba que estaba sobrevalorada a raíz de “The Artist”, y el descubrimiento de un actorazo como Mosaffa.

No es, eso sí, el mejor trabajo de Farhadi. Mantiene los elementos comunes de sus dos anteriores películas, las muy superiores “A propósito de Elly” y “Nader y Simin, una separación”, pero es una propuesta algo más acomodaticia. Funciona muy bien durante sus dos primeros tercios, pero en su tramo final pierde fuelle al intentar desvelar los misterios que encierra, poniendo demasiado énfasis en una trama secundaria que, aunque importante, podría haberse resuelto de una manera más convincente, sin el piloto automático puesto, y que distrae de lo que realmente interesa. Menos metraje habría estado bien para cerrar mejor la historia. Y, aún así, estamos ante un muy buen trabajo en el que el pasado es una herida abierta que se reabrirá sin descanso, a menos que nos enfrentemos a él y pasemos página. Eso sí, siempre y cuando estemos dispuestos a tener paciencia y esperar a que alguien cierre su mano por nosotros.


A favor: Bejo y Mosaffa, y los dos primeros tercios de la cinta
En contra: que en su tramo final pierda algo de fuelle tratando de desvelar misterios; la parte de la empleada de la tintorería

Calificación ***1/2 

En paz descanse... Gabriel García Márquez (1927-2014)

La vida de Gabriel García Márquez bien podía ser la protagonista de sus novelas. Y de hecho lo fue. Su niñez y vivencias, la forma en que sus padres sacaron adelante su relación, la educación con su abuela, que le enseñaría cómo narrar hechos extraordinarios envueltos en halos de cotidianidad, sin duda cuna del realismo mágico del escritor,… En cada uno de los trabajos de García Márquez, nuestro Gabo se servía de sus propios recuerdos para tejer sus imaginativas y vitales historias. Hay un pedazo de GGM en cada libro suyo.

Pocos narradores había tan cinematográficos como él, y a la vez tan difíciles de adaptar, tanto que ahora mismo no recuerdo una sola película que captase en imágenes ese aura de magia con que el escritor colombiano bañaba las páginas de sus libros, sin por ello dar lugar a malas películas. Así, “La mala hora”, “Crónica de una muerte anunciada”, “El coronel no tiene quien le escriba”, “El amor en los tiempos del cólera”, “Memoria de mis putas tristes” o incluso “Cien años de soledad” fueron llevadas al cine no siempre con desigual fortuna.

Y eso que su trabajo no podía ser más cinematográfico, pues García Márquez no comenzó en el cine viendo una de sus obras vilmente adaptadas. En absoluto. Tras  casi medio siglo de poemas y una trayectoria como reportero, el autor dirigió su primer cortometraje un año antes de publicar su primera novela, su primer y único trabajo como cineasta. El cine le llamaba enormemente la atención, y en los años 50 llegó a estudiar cine en Italia. El escritor acuñó muchos guiones pero sin mostrar su nombre, siempre bajo un seudónimo, durante su estancia en México, algunas veces junto a su amigo Arturo Ripstein.


Lo suyo era escribir, y tanto antes como después de la aparición de su primer gran éxito, “Cien años de soledad”, Gabo participó durante casi medio siglo en los guiones de, entre otras, “Tiempo de morir”, “Presagio”, “María de mi corazón” o “Los niños invisibles”, donde su inigualable mano para la prosa y confeccionar la narración se dejaba notar. Por el guión de “El año de la peste” recibió elogios en México, llegando a ganar el premio Ariel.

Gran fan de Woody Allen y Akira Kurosawa, a quienes llegó a hacer visitas en Nueva York y Japón expresamente para conocerles, Gabriel García Márquez se convirtió durante toda su trayectoria en un referente de la literatura universal. Su Nobel de Literatura y demás reconocimientos no son reflejo de lo que era su obra. A Gabo le daban igual los galardones, el éxito, el qué dirán –en este sentido siempre le importó un pimiento lo que pensaran de su amistad con Fidel Castro-. Lo suyo era contar historias. Y ése es su mayor legado. Su realismo mágico no ha muerto con él. Es eterno. Descanse en paz, maestro. 

jueves, 17 de abril de 2014

El Corto Cinéfago: "Next Floor", de Denis Villeneuve

Ahora que mis ojos han flipado en colorines con la formidable “Enemy”, no está de más hacer un repaso por la carrera de su director, Denis Villeneuve. El cineasta nació en Quebec hace 46 años, estudió cine en Montreal y comenzó en televisión a finales de los 80. No fue hasta mediados de los 90 cuando dio el salto al cine con un corto documental que cosechó elogios en el Festival de Locarno, “REW-FFWD”, lo que le permitió formar parte del proyecto cinematográfico “Cosmos”. Cosechó elogios en festivales como Cannes, Toronto, Sundance, Berlín y Montreal, gracias a sus dos primeros largometrajes, “Un 32 août sur terre” y “Maelström”,  a finales de los 90 y comienzos del nuevo milenio, y gracias a este último triunfó en los premios Genie, los Oscar canadienses con cuatro grandes galardones, entre ellos película y director.

A pesar de este reconocimiento, Villeneuve se tomó con calma la gestación de su siguiente trabajo, la estupenda “Polytechnique”, tanto que antes volvió al mundo del cortometraje con las imprescindibles “120 seconds to get elected” y “Next Floor”. Ya le dedicaremos un hueco a la primera, pero hoy toca hablar del trabajo que le valió su primer gran reconocimiento internacional, un cortometraje sin apenas diálogos, a excepción de ese Next Floor que le da título, que ya contendría las líneas más marcadas de lo que sería su cine posterior: una mezcla de incertidumbre e imagen potenciada por un uso inigualable del sonido, la música y la fotografía parea generar tensión y desconcierto en el espectador.


Once huéspedes disfrutan de un opulento banquete, una bacanal de carne que apenas es masticada por sus comensales. Sin mediar palabra, tan sólo moviendo las mandíbulas para hacer pasar comida al estómago prácticamente sin masticar. Con esta aparentemente absurda premisa argumental, Villeneuve habla en apenas once minutos de algunos de los temas recurrentes de su filmografía: el sistema de clases; los estados totalitarios; una historia, la humana, tendente a la reiteración; la idea del yo frente a la de la comunidad; y, cómo no, la figura de la mujer como ser conservador y controlador. El ser humano es un depredador, y a los demás, al que solamente puede insertar en su boca escasas porciones de carne, sólo nos queda acatar las órdenes si queremos sobrevivir en su jungla.

Les dejo con el cortometraje, que ganó en su momento el premio Canal+ en Cannes, el premio a mejor corto de drama en los Genie, en nueva York, Seattle, Sitges y Toronto, entre otros. Una joya que ya dejaba claro que tras la cámara se escondía un absoluto genio.


Teaser tráiler de "The Green Inferno". "Holocausto Caníbal" según Eli Roth

Eli Roth realiza su particular homenaje al clásico de difícil visionado “Holocausto Caníbal”, de Ruggero Deodato, y el resultado es “The Green Inferno”, una cinta para la que, según la crítica, aún no estamos preparados. Aún no tiene fecha de estreno prevista en nuestro país, pero sí que pudo verse en el pasado Festival de Sitges, despertando división de opiniones. Como curiosidad, tal y como anuncia el tráiler, la tribu que aparece en el film jamás había sido filmada con anterioridad, y ni siquiera conocían lo que era una cámara. Una herramienta publicitaria con la que Roth trata de emular el carácter de falso documental de Deodato, el cual según dicen fue proyectado a dicha tribu, provocando la risa de los mismos. Ya veremos si el invento le sale bien.




miércoles, 16 de abril de 2014

LA CRÍTICA: Enemy

Las patas de la araña
José Saramago ideó una serie de libros imaginarios de los cuales extraer los epígrafes que acompañarían a muchas de sus novelas. Uno de ellos, “Libro de los contrarios”, daría pie a la cita con la que Saramago abre su novela “El hombre duplicado”. El escritor portugués creaba así un sosías literario que funcionaba como doble de sí mismo, como el protagonista de esa historia que descubre que tiene un doble idéntico en su misma ciudad. “El caos es un orden por descifrar”, le espetaba la amante al personaje principal durante el primer tercio del libro, para que armase un rompecabezas en forma de listado de nombres que le permita dar con su otro yo.

Una cita que Denis Villeneuve ha escogido precisamente para abrir su particular visión de la novela de Saramago, y que supone toda una declaración de intenciones. “Enemy” es un puzle inquietante, onírico, provocador y espeluznante, que recorre el thriller psicológico, el terror y la ciencia-ficción envuelto en una atmósfera enrarecida, incómoda y amenazante, compuesto de piezas aparentemente inconexas en su primer visionado, a la espera de que cada espectador arme su propio orden dentro del caos.


Villeneuve transforma la prosa de Saramago, experto en convertir en real una historia a priori imposible, en un thriller paranoico todavía más retorcido que la obra del propio autor, demostrando que ha entendido a la perfección su universo creativo traduciéndolo en imágenes perturbadoras. Una historia muy del gusto del cineasta canadiense, que ha entendido la novela como un cruce entre Cronenberg -la nueva carne del director, también canadiense, está muy presente-, Lynch -incluyendo la presencia de Isabella Rossellini-, Buñuel, Hitchcock -las mujeres rubias, la presencia de la madre-, Polanski -su juego de dobles espejos que se confunden- y “La metamorfosis” kafkiana, y que encaja como anillo al dedo en el discurso cinematográfico que emprendiera ya en sus cortometrajes, con sus miedos al afloramiento del yo personal y la irrupción de un igual en la alienante sociedad del yo.


O una genialidad o una tomadura de pelo. No hay término medio. O te fascina o la aborreces. “Enemy” es un desafío para el espectador, una película abierta a un sinfín de interpretaciones. Bien podría tratar de la crisis de identidad de un hombre en plena madurez, o del poder castrante de la madre hitchcockiana, o una lucha contra una realidad tan triste y repetitiva como la propia historia de la Humanidad. Lo importante no es entenderla, sino dejarse llevar por esa fotografía tan fría y opresiva como la Toronto cuyos altos edificios desconocen lo que ocurre bajo sus pilares, por esa hipnótica y agobiante banda sonora, por esa soberbia y repleta de matices doble interpretación de Jake Gyllenhaal, que parece haber encontrado en el director al Scorsese de DiCaprio, con ese juego de incertidumbre e imagen del que lleva haciendo gala desde los comienzos de su filmografía.


Una obra personal y libre, la primera que rueda con grandes estrellas –la excelente “Prisoners” se rodó realmente después-, que demuestra que la trayectoria fílmica de Villeneuve está en expansión como una gigantesca tela de araña, y que el director bien podría ser el hombre duplicado buscándose a sí mismo en cada nuevo trabajo.  Y con un noquedor final, uno de los más escalofriantes y frustrantes que se han visto en años, que consigue traducir en imágenes la perplejidad que produce el desenlace de la novela de Saramago, y el broche de oro a una propuesta a revisionar. No le busquen las tres patas al gato. Tiene ocho.

A favor: todo, especialmente cómo Villeneuve traduce a Saramago en imágenes hipnóticas y desasosegantes, y en un final tan arriesgado y noqueante como escalofriante; Jake Gyllenhaal, soberbio

En contra: tratar de entenderla en lugar de dejarse llevar por ella

Calificación ***** 

martes, 15 de abril de 2014

Tráiler y teaser póster de "Gone Girl", de David Fincher

Por fin está aquí. Ya tenemos el primer avance de la esperadísima “Gone Girl”, la adaptación cinematográfica de la popular “Perdida” de Gillian Flynn a cargo del gran David Fincher, cuyo toque personal se nota en cada plano. Más de una imagen, especialmente la última, podría ser tachada de spoiler, pero según dicen la novela es tan sorprendente que dudo que hayan incluido ese plano tan gordo en el tráiler si no fueran a dar un giro en la trama que haga que nada de lo visto tenga relevancia. Y la sensación de que Ben Affleck va a empezar a callar más de una boca.




lunes, 14 de abril de 2014

LA CRÍTICA: La Venus de las Pieles

El autor y su musa venusiana
El escritor de origen austriaco Leopold von Sacher-Masoch tuvo el dudoso honor de acuñar el término masoquismo, a nivel etimológico y conceptual, y en un golpe de ingenio del psiquiatra alemán experto en perversiones Richard von Krafft-Ebing. El dramaturgo David Ives, valiéndose de una de sus obras más reconocidas, “La Venus de las pieles”, tremendamente polémica y fácilmente catalogable de denigrante y machista, escribió en 2011 una obra de teatro homónima que reconvertía la original en una mordaz sátira sobre el dimorfismo que desdibujaba hasta el paroxismo la línea que separa la realidad de la ficción.

No podía haber un cineasta más idóneo que Roman Polanski para dirigir la adaptación al cine de la obra de Ives. Polanski es el cineasta de la reclusión física  -“La muerte y la doncella” y “Carnage”, dos filmes basados también en sendas obras teatrales, - y mental -“Repulsion” o “El quimérico inquilino”-, disfruta encerrando a sus personajes en espacios claustrofóbicos que en sí mismos actúan como sus jueces y verdugos. Y también un director tan sórdido –“Lunas de hiel” es un perfecto ejemplo de ello- que el libreto de Ives encaja con su personalidad cinematográfica como anillo al dedo. Sólo dos personajes. Un único escenario, concretamente teatral. Una película en la que una obra adapta una novela. Un juego psicosexual de perversión y sumisión. No puede haber nada más polanskiano.


“La Venus de las pieles” es una perturbadora y perversa comedia negra que remite a la esencia, también la banda sonora de Alexandre Desplat, de “La Huella” de Mankiewicz, pero con el carácter obsesivo y tono de Polanski. Realidad y ficción se entremezclan a tal nivel que los personajes interpretados por los soberbios Mathieu Amalric y Emmanuelle Seigner funcionan como reflejos de los mismos roles de cuya novela tratan de adaptar. Estos, simultáneamente, hacen las veces de trasuntos de una realidad en la que Amalric habla y se peina como el Polanski de sus comienzos y Seigner sería su musa y esposa, en un juego meta-referencial –y autorreferencial, que hay mucho de la cinematografía del cineasta en ella- que no conoce límites, y en el que el realizador sirve la relación de dominación y poder que puede existir entre director y actriz como telón de fondo.


Polanski consigue sostener durante hora y media de metraje una historia con dos actores y un solo escenario tirando de ingenio en el agudo guión, escrito a cuatro manos con el propio Ives, y de elegancia y agilidad en la puesta en escena. Un trabajo que, desgraciadamente, ha trascendido más bien poco por su apariencia de película menor en su filmografía, cuando realmente estamos ante una de sus pequeñas obras maestras. Y una provocación que, en su excéntrico y extravagante acto final, nos invita a seguir los pasos de esa enviada venusiana y a abandonar el teatro por donde mismo irrumpimos, dando la última estocada a la dominación y reduciendo al dios de los escenarios a un mero juguete que ya no tiene ni siquiera la capacidad de decisión acerca de dónde colocar la cita sexista que daba comienzo a su obra. Magistral.

A favor: prácticamente todo, desde sus actores hasta el juego meta-referencial que propone
En contra: que se la considere una obra menor
Calificación ***** 

domingo, 13 de abril de 2014

Taquilla USA: El Capitán América no le baila la samba a Rio 2

Fin de semana mucho más potente que el de hace un año, con una batalla encarnizada por el podio de la taquilla entre Rio 2 y Captain America: The Winter Soldier. Todas las previsiones apuntaban a que sería la primera la que se haría con el ansiado primer puesto, y de hecho así parecía el viernes, cuando la cinta animada de Fox superaba en apenas 100.000$ a la nueva aventura de Marvel.

Pero, finalmente, ha sido el Capitán América quien se ha posicionado como la favorita del fin de semana, llegando a los 159 millones de $ en diez días. A pesar del enorme fanbase que arrastraba la cinta en su estreno, el descenso que ha experimentado ha sido más positivo que el de la primera entrega, lo que evidencia que tiene vida para rato. A nivel mundial ya va 476 millones de $, mucho más que su predecesora, y a una distancia tan “corta” de Thor 2 -170 millones las separan- que será cuestión de días que la supere a este ritmo.

El gran estreno de la semana, Rio 2, se queda a medio gas después del éxito sorpresa de la primera. No ha sido capaz de superar a esta en su estreno, pero se ha quedado cerca: poco menos de 39 millones de $ frente a los 39,225 de la anterior. El dato no es malo, pero se encuentra bastante por debajo de lo que se esperaba de ella, y la crítica no la ha recibido nada bien. Sabe más a decepción que a taquillazo, bastante similar a lo visto hace poco con Mr. Peabody & Sherman, también de Fox, que ya da sus últimos coletazos con unos discretos 105 millones de $. Ahora bien, su verdadero motor se encuentra en el mercado internacional, que fue lo que realmente convirtió a la primera parte en un éxito. Por ahora lleva amasados 163 millones de $, lo cual no es para tirar cohetes, pero aún le queda cuerda para rato.


Los otros dos estrenos de elevada presencia del fin de semana no han emocionado, pero era algo que se esperaba de ellos. Oculus, cinta de terror vendida a lo Insidious, debuta con unos correctos 12 millones de $, habiendo costado tan sólo 5 millones. Por su parte Draft Day, la vuelta de Ivan Reitman con Kevin Costner como protagonista, no convence tanto y se queda en 9,75 millones de $, cifra que no sorprende a nadie.

El top 5 lo cierra Divergent, producto que ha sorprendido a propios y extraños y que ya roza los 125 millones de $, aún con opciones de llegar a los 140 millones. En todo el mundo ya atesora 175 millones, dato nada desdeñable para una cinta que ha costado menos de la mitad. Peor le va a Noah, que acaba hundida y con 85 millones de $ bajo el brazo. Mucho tendrá que sudar para llegar a los 100 millones. Al menos, la taquilla mundial la ha dejado en los 246 millones de $, casi el doble de su presupuesto. Pero la sensación de que podría haber llegado a más sigue ahí.

Dos de los títulos con mejor mantenimiento del fin de semana han sido The Raid 2 y Under the Skin. Las dos venían de un excelente estreno, y tocaba ver cómo se comportarían en su segundo asalto. La primera mejora un 674% pero a costa de ampliarla casi hasta las 1000 salas, por lo que su media por sala es bajísima. Eso sí, casi entra en el top 10 y su total es de 1,4 millones de $. La segunda, por su parte, confirma que está convenciendo y sube un 132% para irse a los 500.000$, tras pasar de 4 a 54 salas.

Por último, destacar que Frozen ha escalado, como era de esperar, un puesto en la lista de filmes más taquilleros de la historia. Ha pasado del noveno al octavo lugar, superando a Skyfall con 1.112 millones de $ en todo el mundo. Superar a El retorno del rey y Transformers 3 será cuestión de días.

Fuente: Box Office Mojo

viernes, 11 de abril de 2014

LA CRÍTICA: 9 meses... de condena

¿Dónde está la comedia francesa?
Es indiscutible. Si hubiera que asociar un país y un género cinematográfico concreto, sin duda la comedia sería a Francia lo que el cine de artes marciales a la cinematografía oriental. Al contrario que la localista comedia española, que es de altísimo nivel pero funciona mucho mejor dentro de nuestras fronteras, nuestros vecinos los galos son expertos en una comedia blanca, entendiendo el término en el sentido de que puede ser entendida en prácticamente cualquier país. Una suerte de vodevil que mezcla sabiamente el humor absurdo con la comedia negra e inteligente, y casi siempre para denunciar entre líneas un aspecto de esa sociedad que lo mismo critica a su Sarkozy que a su Hollande. Sin tapujos, sin vergüenza al qué dirán.

Por eso, que una comedia francesa se alce en una edición de sus prestigiosos César con dos premios grandes, actriz y guión, y que además atesore otras nominaciones gordas a película, actor y director, debería ser una garantía de calidad tanto como el éxito que ha cosechado en el país vecino y cómo se ha volcado buena parte del público y la crítica con ella. Otra garantía de calidad es su máximo responsable, el cómico Albert Dupontel, ese que tan buenas sensaciones me produjo con la ya lejana “Bernie”. Eso y un argumento que asegura el lío: una juez bastante estirada y antisocial que de la noche a la mañana descubre que ha quedado embarazada de un asesino “globófago” enfrentado a una importante causa judicial.


Pero qué frustrante es comprobar que o bien el humor francés ha cambiado tanto que ya no reconozco sus señas de identidad, esas que sí están presentes en las comedias de Francis Veber o Dany Boon, o que no tengo el sentido del humor ajustado para captar los gags o la gracia que muchos le han visto a esta cinta. Y no son pocos. Una comedia demasiado ligera, de resolución demasiado rápida, que no aprovecha ni explota su premisa inicial y que no hace justicia a lo que representa realmente la comedia francesa.

“Nueve meses de condena” juega tantas cartas que finalmente no acaba por acertar con ninguna. A ratos juega a ser una comedia políticamente incorrecta, pero se pasa de grosera y acaba siendo grotesca –se supone que deben tener gracia sus escarceos con el slapstick y el gore-. En otros momentos hace uso de líos basados en juegos de palabras, quizá los más logrados de la propuesta. En otros, por supuesto, echa mano de gags visuales de lo más ridículos. Y en última instancia coquetea con la comedia romántica, sin tener en cuenta un importante punto: la pareja protagonista carece de todo tipo de química, y su relación en pantalla es tan fugaz como su escueto metraje de apenas ochenta minutos le permite.


Paradójico que ganase el César a mejor guión, pues éste tiene no pocas lagunas y es lo más flojo de la función, pero sí estoy de acuerdo con que su reparto, y en especial Sandrine Kiberlain, realiza bien su cometido. Aunque me pregunto si no era mejor el trabajo de sus contrincantes, como Léa Seydoux o Emmanuelle Seigner, como para otorgárselo a ella. Y más me pregunto qué le ha visto tanta gente. Al menos siempre nos quedarán los inesperados cameos de personajes como Gaspar Noé, Jean Dujardin –este último bastante hilarante y muy en la línea de Martes y 13- y un tercero que es mejor no desvelar. Aunque no dice nada bueno de ella que lo mejor sea precisamente eso, los cameos.

A favor: los pocos cameos que atesora
En contra: falla en lo más importante, que no tiene gracia
Calificación *1/2
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