¿Truco o trato?
Halloween es muy dado a
las antologías de terror. Brujas, vampiros, fantasmas, demonios, criaturas
ancestrales, calabazas y caramelos asesinos… Todos tienen cabida en esta noche
en la que lo mejor es acurrucarse en el sofá, encender la televisión y
prepararse para la proyección. Porque hay donde elegir. Desde “Tales From the
Crypt” hasta “Body Bags”, pasando por “Twilight Zone: The Movie” o la reciente
y formidable, “Truco o trato”.
“Cuentos de Halloween” se
perfila como una buena opción de cara a esta fiesta. Su premisa es de lo más
sencilla y sugerente: 10 historias cruzadas, 11 realizadores, todas enmarcadas
en la noche más terrorífica del año. Y como toda antología que se precie, su
mayor bache lo encuentra a la hora de ofrecer un resultado uniforme en lo que a
la calidad de los segmentos que la conforman se refiere. No es que tenga una
mala realización dada su vocación de producto destinado al mercado doméstico,
pero sí es cierto que no todos los cortos que la componen tienen la misma
fuerza.
Quizá podamos destacar
las obras de Darren Lynn Bousman, donde Barry Bostwick hace de las suyas en un
alarde de sobreactuación de lo más hilarante, ese malsano relato infantil que
supone el “Trick” de Adam Gierasch, o esa especie de parodia de “Viernes 13”
que junta serial killers con
posesiones extraterrestres de Mike Mendez, e incluso el juguetón segmento de
Ryan Schifrin –hijo de Lalo Schifrin, quien compone el jovial tema musical
principal de la cinta.
Pero el decente buen
hacer de estos títulos no compensa los trabajos de realizadores como Neil
Marshall o Lucky McKee, que parten de buenos arranques para ir desinflándose
poco a poco, sin llegar nunca a tirar la casa por la ventana. Ni compensa el
débil hilo conductor de todas las tramas en formato radiofónico, o que no se aprovechen
más los cameos de clásicos como Joe Dante, Lyn Shaye, Barbara Crampton o John
Landis.
Pero mejor no pedirle
demasiado. En general, “Cuentos de Halloween” no es más que una película
entretenida, en la que las mini películas que forman parte de ella nunca llegan
a despuntar pese a su generosa cantidad de vísceras y comedia. No existe ni una sola que
perdure en la memoria, ninguna que brille o deje huella. Pero tampoco lo
pretende. No es más que un proyecto modesto, un film que ofrece más truco que
trato y que sirve para lo que sirve, para ser degustado durante esta noche de
brujas. Y si es entre amigos para echarse unas risas, mejor.
A
favor: que entretiene
En
contra: todos los segmentos no tienen la misma fuerza
Calificación **
Se deja ver
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