Hace
once años, el torture porn se vio
revitalizado gracias al éxito mundial que supuso “Saw”, el debut en el guión
del actor Leigh Whannell. Pero hubo un precedente a este film en forma de
cortometraje, dirigido por su amigo James Wan, al que Whannell conoció cuando
se puso a sus órdenes en su ópera prima, “Stygian”. La esencia de “Saw”, el
cortometraje, es la misma que la del film: un hombre –el propio Whannell, quien
también protagonizaría su adaptación al largometraje- despierta en una
habitación y tendrá que sobrevivir a un macabro juego mortal propuesto por
Jigsaw, del que aprenderá una importante lección. Dicho juego, además, fue
repetido en la posterior película, por lo que este trabajo deja cierta
sensación de “déjà vu”. Sobra decir que este primer cortometraje sirvió para
ser paseado por varios estudios y productoras hasta que uno compró la historia,
y el resto de la historia ya la conocemos. Su estilo visual es ya un adelanto
del que Wan imprimiría a aquel éxito del que tuvimos que tragarnos hasta siete
secuelas, a cual más morbosa que la anterior. Un corto, titulado también en la
red “Saw 0.5”, con el que descubrimos la capacidad de Whannell para tejer
historias siniestras, y al que rendimos homenaje ahora que su “Insidious:
Capítulo 3”, que él mismo escribe y dirige, llega a los cines.
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