Nunca he sido un gran
admirador de Iron Man, ni en sus aventuras sobre el papel ni en sus
adaptaciones a la pequeña y la gran pantalla. Por eso no acabaron nunca de
maravillarme sus dos aventuras cinematográficas, si bien constituían un
efectivo pasatiempo palomitero que se olvidaba tan rápido como se ingería. Y
como no soy fan y el hombre metálico siempre me ha dado bastante igual, las
posibles licencias que se puedan tomar al respecto del mismo en su traslación
al cine me importan más bien poco, siempre que sean dentro de unos límites de
credibilidad admisibles.
Me gustaría decir que “Iron
Man 3” supone un avance sustancioso con respecto a sus predecesoras, y que me
ha hecho congraciarme definitivamente
con el multimillonario playboy que se dedica, en ocasiones, a salvar el
mundo. No ha sido así, aunque sí que tiene algo más de ingenio que las dos
entregas dirigidas de manera mecánica, y muy metalera, por Jon Favreau. La
palabra que mejor definiría a este nuevo capítulo es excéntrica, tanto como Tony
Stark. Es estrafalaria hasta el punto de rozar el ridículo en más de una
ocasión, lo cual le puede hacer ganar no pocos enemigos, y tiene un espíritu
gamberro, muy pulp –esos televisivos créditos finales muy comiqueros acompañados
de la banda sonora de Brian Tyler resumen perfectamente su esencia-, una
extravagancia en su guión y su puesta en escena que la coloca ligeramente por
encima de sus predecesoras.
Agradezco el nuevo tono
que Shane Black le ha imprimido a la franquicia, porque me hace divertirme aún
más con ella. Con él hay más humor, más desenfado, menos prejuicios, un
espíritu juguetón palpable, sin tomarse demasiado en serio a sí misma más allá
de lo que es, puro entretenimiento. Para ello, eso sí, sacrifica parte de la
potencialidad de un guión que en otras manos habría dado mucho más jugo a la
hora de añadir cierta oscuridad sobre el hombre tras la metálica máscara, enfrentado
ahora a su peor enemigo, su propio ego. Y tiene su momento más bochornoso en
ese Mandarín tremendamente desaprovechado, reduciendo al gran Ben Kingsley a un
mero bufón para dar paso a un villano menos interesante y atractivo, en un giro de guión de lo más previsible.
Sin embargo, cumple con
creces su objetivo número uno, el de entretener, y no se le puede dar más
vueltas. Quien esperase un nuevo “Los Vengadores”, o bien no recuerda lo que
fueron las dos primeras entregas en su momento o bien tiene las expectativas
muy altas hacia ella. “Iron Man 3”, afortunadamente, no tiene el ego de Tony
Stark, no tiene los problemas de este con su mecánico enemigo y se limita a
hacernos pasar un buen rato. Eso sí, sigue sin enamorarme su protagonista.
A
favor: sus excentricidades y su aire pulp
En
contra: estas excentricidades le harán ganarse no pocos
enemigos, y lo que han hecho con el Mandarín
Calificación: ***
4 comentarios:
Te espero por las sombras
menuda critica de IRON MAN a mi la verdad que nunca me llamaron la antencio esta unltima creo que mucho ruido y mas de los mismo,aunque tienes toda la rezo en algunas ocaciones roza lo absurdo y casi me que mas con la serie andaluza flashman jejejej,aunque creo que la entrega esta siendo un taquillazo aunque yo estoy convencido que la pelicula del año sera la de el hombre de acero .
La que apunta maneras es GRAVITY aunque los aptores no me encajan mucho la tematica parece buena ahora a ver como se desarrolla un saludo amigo mio y sigue con tu blog que parece que mas gente tenia que conocerlo pues he visto criticos profesionales que al lado tuyo llegan a ser casi similires chaooooo
Disfruté mucho leyendo tu crítica sobre la peli sólo te diré que para mí Iron man es uno de los personajes más emblemáticos de los superhéroes y aunque esta tercer entrega no fue lo que esperaban estoy segura que como tal el personaje se ha desarrollado muy bien y la historia la han sabido adaptar de manera que ha tenido muy buena aceptación.
Muchísimas gracias Sofía. Iron Man nunca ha sido santo de mi devoción, así que las licencias tomadas hacia el personaje me dan bastante igual. Eso sí, lo del Mandarín me escama hasta a mí. Pero nada, la considero la más cachonda de la trilogía. Eso para mí ya vale la entrada.
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