Creepy Stop Motion
Sorprende la escena de
apertura de “El alucinante mundo de Norman”, traducción algo chapucera del “ParaNorman”
original. Una oda a la serie Z de los 70 y los 80, al estilo “Grindhouse”, a
Dan O’Bannon y “El regreso de los muertos vivientes”. No será el único momento
en que este film alcance cotas altas de excelencia en la elección de sus
referentes cinematográficos, y ahí tenemos los homenajes a John Carpenter o
Sean S. Cunningham, a los que incluso el compositor Jon Brion ha tenido la
osadía de reverenciar en su banda sonora.
Una osadía que se
extiende a algunos pasajes macabros, con ciertas connotaciones sexuales y
homosexuales inauditas en un film de animación supuestamente enfocado al público
infantil. Pero ahí se quedan los aciertos. Lo que resta es un divertimento goonie
al que le cuesta bastante arrancar pero que una vez lo consigue, no vuelve a
rozar las maravillas de su secuencia inicial y esos agradecidos homenajes y palabras
malsonantes de los que hace gala con una valentía impropia de un producto de estas
características.
No obstante, esta madurez
no debería sorprendernos. Tras ella se encuentran los estudios Laika, especializados en la animación stop motion, una técnica cuyo resultado
artístico en esta película no puede ser más perfecto. Hace unos años nos
regalaron una obra maestra de la animación reciente, “Coraline”, una proeza del
género que no necesitaba acumular referencias ni instantes descaradamente
adultos para ser una pieza adulta, sobria y magistral. Hasta en eso se queda
corta “ParaNorman”, con una trama mucho más directa y sencilla pese al
atractivo envoltorio que la adorna.
Aún así, es de
agradecer en estos tiempos de locura digital, de animalitos Dreamworks simpaticones
y de un Pixar cuya línea de separación con Disney es cada vez más difusa, que
un estudio tenga las pelotas de no tratar a los niños como idiotas, y de
acercar el cine más chusco al gran público. Lástima que el resto no esté al
nivel. Al menos nos obsequian la vista con unos créditos finales muy Creepy.
A
favor: la osadía de sus referentes de género
En
contra: que el resto sea tan simple y no alcance esas cotas
de excelencia
Calificación: ***
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