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viernes, 8 de diciembre de 2017

LA CRÍTICA. Jim & Andy: The Great Beyond

Jim y su Mr. Hyde
Desde hace un tiempo, Jim Carrey no deja de encadenar escándalos, ocasionados por un comportamiento que podríamos denominar como perturbado. Intensas declaraciones de amor a cierta actriz famosa, testimonios sobre la falsedad que rodea al mundo del espectáculo, y al que vivimos día a día, alguna que otra carta de una ex novia suicida que le define como un monstruo…

Este documental podría darnos la explicación a semejante comportamiento, o bien distraernos del verdadero fondo del asunto. Según la película de Chris Smith, el Jim Carrey que conocíamos, el que triunfó en los años noventa a base de carcajadas y muecas imposibles, el que se metió a la crítica y al público de manera inmediata en el bolsillo con “El show de Truman”, murió hacia finales de esa década.

Así, ¿qué nos presenta “Jim & Andy: The Great Beyond”? En primera instancia, el proceso de transformación radical que sufrió el intérprete para dar vida al ídolo de su infancia, Andy Kaufman, en esa maravilla titulada “Mano on the Moon”. O al menos lo que él consideraba que habría hecho su referente. Porque Carrey jamás conoció a Kaufman, sólo se limitó a imitar la imagen que proyectaba el cómico en los escenarios, que era justo la opuesta a la que el verdadero Kaufman tenía, según sus amigos y familiares, en la intimidad. ¿Cómo lo hizo? Pues molestando a todo el equipo técnico y artístico, convirtiéndose en Andy las 24 horas del día, y lo que es peor, en Tony Cliffton, su despreciable alter ego. ¿El resultado? Tensión en el plató, un Milos Forman que no sabía cómo lidiar con el actor, y algún que otro compañero que llegó a las manos con Carrey, como el ex luchador Jerry Lawler.


Carrey llevó demasiado lejos su caracterización, a cambio de una doble meta de consecuencias opuestas y nefastas. La primera, dar una de las mejores interpretaciones de toda su carrera. La segunda, sacar a relucir el Mr. Hyde que llevaba dentro, ese ser hastiado de la fama y el reconocimiento que hoy en día proclama a los cuatro vientos que todos llevamos una máscara para agradar a los demás.

No le falta razón, pero también es cierto que fue demasiado lejos. Más allá de lo permisible, como reza el subtítulo de este trabajo, que bascula entre lo real y lo ficticio, entre lo absurdo y lo verosímil, que a veces puede resultar repetitivo en su exposición, pero que finalmente se torna fascinante por el carácter imprevisible de su protagonista. Fascinante y perturbador, por no saber hasta qué punto es real lo que vemos. Más allá de ser simplemente el retrato de un rodaje, de una caracterización, es la historia de aquel genial cómico, que perdió la sonrisa para siempre. Como si viviera en uno de los sketches del propio Kaufman. Uno que no tenía gracia, que llevaba al límite el humor y la paciencia del respetable. No sabemos dónde empieza esa mascarada que Carrey construyó, ese Hyde que fue creciendo dentro de él, y dónde acaba la cámara oculta. Ni lo sabremos. Ésa es parte de su pesada broma, si es que lo es.


A favor: la historia en sí misma, entre perturbadora y fascinante
En contra: la pesadez y repetición de su discurso en algunos momentos

Calificación ***1/2
Merece mucho la pena

lunes, 20 de noviembre de 2017

LA CRÍTICA. Cortar

El turista emocional
“Alumbrar” acababa con un truhán cazado por el paso del tiempo, en un experimento en el que el demiurgo rompía a llorar de desesperación en un giro tan descorazonador como inesperado e imprescindible. “Cortar” retoma esa idea contemplativa, no se anda con rodeos. Es una película más centrada, más madura, igual de juguetona que sus predecesoras pero con una idea en mente.

El film parte de esa premisa para volver sobre sus propios pasos. Para volver al fundamento que dio pie a esta trilogía viva, en la que Fernando Merinero se ha dejado la piel más que nunca. El cineasta, al igual que su “personaje” en el desenlace de la anterior entrega, comprende que esto supone el culmen de una etapa cinematográfica, y por ello vuelve al eje central del primer episodio. Así, ya esto no es un catálogo de viejas y nuevas novias, reales o ficticias, sino que todo gira en torno a la figura de una sola mujer que representa a todas las demás.


En torno a una mujer idealizada, que representa en sí misma el paso del tiempo. Volvemos a una isla, a una mujer, a una canción, para conformar un emotivo y nostálgico viaje a lo que quedó atrás en un espacio y un momento concretos. Todo en “Cortar” fluye con serenidad y a la vez con fluidez, con naturalidad pese a su condición de falso documental, divagando menos por el camino, con menos relleno a la vista y con un montaje más exquisito, mucho más cuidado que en las dos anteriores películas que conforman esta trilogía viva.


Y aunque hacia sus minutos finales pueda parecer que pierde algo de rumbo, no es más que una sensación impostada. Como todo lo demás en ella. Porque vuelve a encauzarse a sí misma en su escena final, para demostrarnos que Magaly, la mujer en sí, y toda esta trilogía, no son más que la catarsis y el compendio de toda una obra. Este turista emocional no es más que un hombre pegado a una cámara. Una cámara que registra una realidad que es mentira. Todo es falso. Aunque cortes, la vida sigue. El amor, el gozo y el sufrimiento también. Y el cine de Merinero, por supuesto. Para él, vida amor y cine son lo mismo. He ahí el truco. He ahí donde se halla lo vivo de este tríptico.

A favor: es la obra más madura, centrada y viva de toda la trilogía, con Merinero hablando de su propio cine
En contra: puede parecer que pierde el rumbo hacia el desenlace

Calificación ****
No se la pierda

sábado, 11 de noviembre de 2017

AVANCES. Tráiler de "Cortar", el final de la trilogía viva de Fernando Merinero


Tenía una cuenta pendiente. En todos los sentidos. Para con el público. Para con su trilogía. Para con su selfie cinematográfica. Vuelve Fernando Merinero, todo un truhán cinematográfico, a coquetear con su pasado, con su arte, con las mujeres de su vida. “Cortar” es la tercera parte de la trilogía “Las 1001 novias”, de la que ya hemos hablado anteriormente en el blog.

En este falso documental,  Fernando se prepara emocionalmente para rodar en Gran Canaria su película más íntima, su reencuentro con Magaly. Tras revisar sus mutuas cartas de amor de un tiempo ya lejano, Fernando decide recuperar el macguffin de “Capturar”, y hacerse acompañar hasta Canarias por una novia falsa, por una actriz, para jugar con Magaly al mismo juego que ella utilizó con él veinte años atrás, el del misterio, el de no saber nunca si lo que se dice o hace es cierto o no… Fernando parece querer filmar el dicho ese de que “la venganza es un plato que se sirve frío”, en el mismo escenario que 22 años atrás filmó el arrebato de su pasión, ahora filma el derrumbe de su deseo por Magaly.


“Cortar” supone el culmen de lo que él denomina “películas vivas”. Un trabajo sin la participación de ninguna televisión ni subvenciones públicas, producida por Vendaval Producciones, y vendida internacionalmente por Urban Films S.L., que ya ha cosechado premios en todo el mundo, como el Premio a la Mejor Película Documental en Dada Saheb Film Festival (Delhi, India), además de haber competido en diversos festivales internacionales, como en el Marbella International Film Festival, o el Mediterranean Film Festival de Siracusa, Sicilia (Italia). A mediados de este mes, además, participará en el MUCES (Muestra Cine Europeo de Segovia).

A continuación, el tráiler de este film vivo, que podremos ver en cines a partir del 24 de noviembre.




miércoles, 12 de julio de 2017

LA CRÍTICA. Alumbrar

La crisis del demiurgo
“Alumbrar” termina de manera desconcertantemente contemplativa, con la crisis de la mediana edad cerniéndose sobre un protagonista que, tras divagar durante hora y media sobre el poliamor, las relaciones de pareja y la paternidad, entre otros menesteres, no tenemos muy claro si ha decidido lo que quiere para su futuro o si seguirá perdido en ese empeño de revivir su pasado a través de las mujeres de su vida.

Es como si “En la ciudad” de Cesc Gay conociera a Larry David, como si un truhán y un liante nato, un demiurgo que se radiografía en cada diálogo y plano, fuera encadenando situaciones que derivan en un final descorazonador, que obliga a replantearse toda la obra. Aunque, eso sí, la progresión es más que lógica, como si Merinero nos estuviera preparando para el gran momento.

Si algo llama la atención de esta segunda parte de su trilogía “Las 1001 novias” es el cambio tonal con respecto a su predecesora. Sí, sigue haciendo pasear ante la cámara la cotidianidad y la frescura que da el mockumentary, aquí sin jugar tanto con el metacine, y cada escena sigue destilando un humor natural, no prefabricado ni ensayado. Pero en general, el humor ya se ha tornado más amargo, y esa amargura va impregnando todo el metraje a cuentagotas, a sabiendas de que esto es el segundo muestrario de una trilogía que se prevé crepuscular en cada nuevo episodio y bien consciente de su modesta grandilocuencia. En ese sentido, el final debería verse venir de lejos, pero Merinero juega hábilmente a ocultar su as bajo la manga y consigue lo inesperado, pillarnos por sorpresa.


Una película mayor, más seria y madura que la primera, y que tiene precisamente en su desenlace su talón de Aquiles. Habrá quien piense que el resto de la propuesta carece de la fuerza de sus minutos finales, que no es sino más de lo mismo. Que esto ya nos lo ha contado antes su director, y que solamente quiere experimentar con el séptimo arte. Quizá no les falte razón. Quizá nos está embaucando como a sus ex novias. Quizá sea ese su juego y su experimento, engatusar a todo el que se cruce en su camino. Pero si se ve con esas ideas en la cabeza, se perderá la esencia de lo que realmente busca Merinero, que no es otra cosa que hablar de la madurez personal y creativa, y de las crisis que ambas facetas conllevan. En la primera era un niño jugando con su creación, con el espacio y el tiempo, descubriendo lo que implica copular con la vida. Ahora, el niño se ha convertido en un adulto, y toca ver la vida con otros ojos. Los de un señor al que, como le dice en más de una ocasión a las mujeres que desfilan ante su incisiva cámara, se le está pasando el arroz. Y esa certeza duele.


A favor: su tono amargo y un desenlace de lo más inesperado
En contra: que habrá quien piense que es más de lo mismo

Calificación ***1/2
Merece mucho la pena

sábado, 8 de julio de 2017

AVANCES. Tráiler, sinopsis y póster de "Alumbrar", lo nuevo de Merinero

Hace unos meses presentábamos "Capturar" -ver crítica en el siguiente enlace- la primera parte de la particular trilogía costumbrista, a medio camino entre el mockumentary y la selfie cinematográfica, de Fernando Merinero titulada "Las 1001 novias", en la que el cineasta se psicoanaliza a través de las mujeres de su vida, de las reales y de las ficticias.


Ahora llega con "Alumbrar", una segunda entrega en la que este iconoclasta truhán se vuelve a psicoanalizar a sí mismo, en un viaje que le llevará a redescubrir sus ganas de ser padre de nuevo. Sacado adelante a través de su productora personal, Vendaval Producciones S.L., el film no cuenta con ninguna subvención ministerial ni con el apoyo de ninguna cadena nacional, y ya ha recibido menciones tales como el Premio a la Mejor Película Documental en el Noida International Film Festival (Delhi, India), o su presentación el pasado 16 de junio en París, o en el festival del reciente cine español Different 10. Además, durante el mes de julio compite en  el Drunken Film Festival (Bradford, UK) y en el Festival Internacional de cine de Pristina (Kosovo).

Una comedia documental en tono agridulce que se estrena comercialmente en salas españolas el próximo 14 de julio, y de la que presentamos su tráiler, sinopsis y el póster.

https://alumbrarpelicula.wordpress.com

SINOPSIS
Con el inicio del verano, a Fernando le apetece salir de Madrid, pero parece que no tiene con quién ir, pues tras recurrir a alguna ex novia, a varios amigos, incluso a su propia hija y a una joven actriz que le ofrece viajar y hacerse pasar por su novia, acaba claudicando y poniéndose en marcha, camino del sur, con la única ex novia que parece dejarse liar, Hadelah.

Viajan en el coche de ella hasta Cádiz y Málaga, ciudades donde Fernando procurará encuentros con alguna antigua amante que tenía por esos lares. Tras el reencuentro en Málaga con Laura, que tiene un hijo de un año, a Fernando le entran ganas de ser padre de nuevo, con los cincuenta años bien cumplidos, por lo que a su vuelta a Madrid, se pone manos a ello con proposiciones más o menos veladas a varias de sus ex novias, antes de recurrir a páginas de contactos…

Póster

Tráiler

viernes, 3 de marzo de 2017

LA CRÍTICA. Capturar

Copulando con la vida
Fernando Merinero siempre ha jugado con la metaficción, con radiografiarse a través de sus personajes en sus obras, exponiéndose física o psíquicamente ante la cámara, mientras se divierte tras ella. Y siempre ha cumplido la misión de recordar al espectador el hecho de que se encuentra ante una obra de ficción, aunque todo parezca de lo más real.

En “Capturar”, el cineasta traspasa hasta el extremo la línea que separa el mundo real del inventado. Todo en ella es ficticio, pero parece muy real. O todo es real, pero parece de lo más ficticio. Es la carta que juega Merinero, y lo hace bien. Tan bien que cuesta saber cuándo su reparto, compuesto por actrices, novias, familiares y amigos del propio director, está interpretando, o si las reacciones que vemos ante la cámara son naturales.

Pero sobre todo, este falso documental –o no tan falso, según cómo se mire- bañado de comedia es, como bien rezan sus créditos iniciales, una selfie cinematográfica. Pero lejos de caer en el ombliguismo, que es como algunos podrían entender el concepto, lo que propone es un vital viaje a su pasado, presente y futuro, a su carrera, sus películas, su manera de ver la vida y, por supuesto, a las mujeres que han compuesto su existencia, haciendo partícipe al respetable en todo momento. Es un acto de amor hacia todo lo que retrata durante su metraje. Y más que de amor, de copulación. Merinero copula no sólo con sus personajes o con el espectador, con el que juega a la confusión constante, sino también abiertamente con su propia vida, marcada por los amores pasados y los de ahora.


Y es lo que mejor desprende el film. Vitalidad en cada fotograma. Espontaneidad y eso que llaman cinema verité. Un personal y transferible Gran Hermano, un experimento sociológico con el que su equipo parece divertirse, haciendo partícipe al público del juego. Es lo bueno de la metaficción, que nos hace participantes de la experiencia. Y de la copulación hecha cine, a la que Merinero nos invita, como diríamos los canarios, sin vergüenza maldita.


A favor: lo bien que juega a confundir realidad y ficción
En contra: que algunos puedan confundir erróneamente el concepto de selfie cinematográfica con el de ombliguismo

Calificación ***1/2
Merece mucho la pena

miércoles, 22 de febrero de 2017

AVANCES. Tráiler y póster de "Capturar (Las 1001 novias)", lo nuevo de Merinero

Provocador, iconoclasta, inquieto, subversivo… Pocos directores hay en el panorama nacional actual a los que se les puedan colgar todas estas etiquetas como Fernando Merinero. El responsable de “Los hijos del viento”, “Casting” o “Haz de tu vida una obra de arte” vuelve a la carga, con la que posiblemente sea su cinta más arriesgada. “Capturar (Las 1001 Novias)” supone su salto al vacío. Un film sacado adelante a través de su productora personal, Vendaval Producciones S.L., que no cuenta con ninguna subvención ministerial ni con el apoyo de ninguna cadena nacional.



Pero más allá de esto, lo que resulta aún más llamativo es la sinopsis de su proyecto. “Capturar (Las 1001 Novias)” es un falso documental, empapado de comedia, donde su protagonista, el propio Merinero, expone ante la cámara, sin ningún pudor y con un toque de parodia, su particular pasado y presente amoroso, reuniendo en su casa a una serie de variopintas mujeres, algunas son ex novias, otras novias, unas verdaderas, otras falsas, unas actrices, otras no… con la excusa de seleccionar a aquella que mejor haga el papel de su novia para que le acompañe a Canarias, pues allí quiere rodar un documental sobre la azarosa vida de la actriz de su primera película. Se establece así, jocosa y espontáneamente, una especie de casting-terapia grupal que desnudará y exprimirá psicológicamente a cada uno de sus personajes, pues además, y para colmo, ellas no saben que están siendo víctimas de una especie de experimento que tiene como objeto confundirlas a ellas, y por supuesto al público, respecto a la veracidad de lo que están viendo.


Una rocambolesca idea que sólo podía salir de la cabeza de Merinero, y que ya ha ido cosechando frutos. Esta primera parte de una trilogía denominada precisamente “Las 1001 novias”  ha ganado el Premio del Jurado al Mejor Documental en Dada Saheb Film Festival (Delhi, India), el Premio a la Mejor Película en el Drunken Film Festival (Bradford, UK) y el Premio a Mejor Película Documental en Marbella International Film Festival. Además de haber competido en diversos festivales internacionales, desde Moscú a Los Ángeles, París o Israel.


Un alocado selfie cinematográfico que a España llegará el próximo 3 de marzo, y del que ya tenemos póster, la web de la trilogía y su primer avance.

https://las1001novias.wordpress.com


lunes, 15 de junio de 2015

LA CRÍTICA. The Nightmare

Documental de (no) ficción
En un estado intermedio entre la vigilia y el sueño, entre la realidad y la fantasía, se produce lo que los expertos denominan parálisis del sueño. Se producen pesadillas ante tus ojos, pero no puedes moverte. Tampoco puedes decir nada, ni pedir auxilio. Estás despierto pero a la vez duermes y sueñas. Un angustioso estado transitorio que padecen muchísimas personas en el mundo, y que temen quedarse dormidos, como si el mismísimo Freddy Krueger fuese a visitar sus pesadillas.

“The Nightmare” aborda este problema desde la raíz, analizando las causas y explorando las consecuencias a través de los testimonios de un grupo de personas que exponen lo que ven y sienten cada noche cuando su propio cuarto se convierte en una pesadilla tan real que aprisiona su pecho como el íncubo de “La pesadilla” de Henry Fuseli, cuando hombres sombra pululan ante sus ojos en la oscuridad de la noche, sin que puedan hacer nada por despertar. Además realizando un ejercicio de cine dentro del cine, haciendo un repaso por todas aquellas películas que, como “Pesadilla en Elm Street” o “Insidious”, se hacen eco de este trastorno para tejer sus propias tramas.


El cineasta Rodney Ascher sigue interesado en explorar el terror de manera indirecta, sin aferrarse a los paradigmas del género, a través de otras formas narrativas sugerentes, pero a veces excesivamente parapetadas dentro de sus márgenes formales. Ya lo hizo en su anterior trabajo, “Room 237”, donde estudiaba la paranoia encerrada tras las múltiples interpretaciones de esa obra maestra titulada “El resplandor”. Y tal como hiciera entonces, funde realidad y ficción de tal manera que es difícil diferenciar la línea que separa ambos mundos.

Ascher no se limita a grabar testimonios, se mete en la cabeza de todos aquellos que padecen el trastorno, y convierte sus pesadillas en celuloide. Realiza un interesante documental de (no) ficción que gana enteros en el momento en que se adentra en las pesadillas y las materializa ante nuestros ojos, demostrando un magnífico uso de la fotografía y la música para generar atmósferas. La otra parte, la estrictamente documental, es la que impide que esta película sea mejor de lo que es. Le ocurre como a otras muchas cintas hermanas, no consigue mantener un ritmo constante durante todo el metraje. Cuando se adentra en lo desconocido y lo convierte en algo físico, algo visual, capta el interés del espectador. Cuando se queda en lo meramente informativo, cuando sucumbe a las reglas del documental, pierde interés y se vuelve aburrida.


Pero en términos generales, “The Nightmare” es un film interesante en su fondo y en la forma en que está planteado, a pesar de su irregularidad. E invita a pensar si su director no haría mejor saltando definitivamente al terror. Porque si en ese salto a la ficción absoluta logra meter el miedo en el cuerpo tanto como en los segmentos oníricos en los que se zambulle sin complejos, podríamos ganar a un efectivo realizador dentro del género.

A favor: los escalofriantes segmentos oníricos
En contra: cuando se ciñe a las reglas del documental

Calificación **
                                                                             Se deja ver

martes, 21 de abril de 2015

AVANCES. Tráiler final del documental "The Death of Superman Lives: What Happened?"

¿Es una leyenda urbana? ¿Es un rumor? No, es “Superman Lives”, un film que casi llegó a existir, y que involucraba a Tim Burton como director y Nicolas Cage como protagonista, así como a Kevin Smith como primer guionista del proyecto y Dan Gilroy como el tercero. Una película que nunca llegó a hacerse, y de la que se ha hablado durante años por su alto nivel de contenido bizarro, tanto en la historia como en el concept art, que incluía un traje de lo más llamativo e imágenes de Cage con prototipos del mismo que producían auténticas pesadillas. Ahora es el cineasta Jon Schnepp el que recupera la historia tras este producto frustrado en formade documental. “The Death of Superman Lives: What happened?” recoge testimonios de la gran mayoría de implicados en el proyecto, por qué se paralizó el mismo y cuáles eran las referencias de la trama, si iba a funcionar o si iba a ser un fracaso, qué ideas se tenían en mente para llevar aquello a buen puerto. El film de Schnepp verá la luz el próximo 1 de mayo, justo con la llegada de “Los Vengadores: La era de Ultrón”, de manera limitada, y en julio saltará al mercado doméstico. Les dejo con el último tráiler que ha salido de la cinta, y con el primer avance que pudimos ver a finales de 2014, mucho más dinámico y atractivo.

Tráiler Final




Primer Tráiler

jueves, 26 de marzo de 2015

LA CRÍTICA. Citizenfour

La América post 11-S
Ya en sus primeros minutos, Laura Poitras nos avisa de la persecución a la que fue sometida tras el estreno de su primer documental en solitario, centrado en la Guerra de Irak, de cómo fue detenida e interrogada en las fronteras de Estados Unidos, pasando a formar parte de una lista negra secreta de individuos a seguir por el Gobierno. Todo ello después del día en que Estados Unidos cambió para siempre, de la fecha en que los controles aeroportuarios se volvieron más restrictivos y exhaustivos, de que toda una nación viviese constantemente amenazada y necesitase reforzar su seguridad a toda costa.

“Citizenfour”, ganadora del Oscar a mejor film documental, viene a completar la particular trilogía de la directora sobre la América post 11-S, una radiografía acertada del concepto que tiene el país sobre los mecanismos de seguridad del estado para, a priori, evitar posibles ataques terroristas. O al menos, ésta es la excusa. Porque la América paranoica y orwelliana que Poitras refleja en esta película hace todo lo posible por garantizar la seguridad nacional, a cualquier precio.


El documental utiliza la figura de Edward Snowden, el hombre que desveló los planes ocultos en materia de vigilancia cibernética por parte de la Agencia de Seguridad Nacional, que fue acusado de espía y de anti patriota por el propio presidente por revelar secretos de estado, para tocar temas tremendamente ambiciosos: hasta qué punto está siendo vigilada la población estadounidense y mundial, hasta qué extremo se nos intervienen conversaciones telefónicas, correos electrónicos o búsquedas en Internet, o si es lícito violar la privacidad del individuo en pos de asegurar la seguridad de todo un pueblo.


Pese a todos estos temas, lo difícil en un documental es mantener el ritmo y el interés del espectador, algo que la realizadora no consigue. Es paradójico que lo que viene a centrar buena parte de su metraje, los ocho días que Poitras y su compañero del diario The Guardian Glenn Greenwald pasaron con Snowden, se convierta en lo más tedioso y pesado de su nuevo trabajo, y que la sensación sea la de que sobra metraje, la de que le falta ir al grano, algo que sí consigue durante sus primeros y últimos veinte minutos. Tan paradójico como el hecho de que aquellos en quienes depositas tu propia seguridad son justamente los que atentan contra tu privacidad. Pero no deja de ser una obra interesante sobre esa gran mentira que es la América demócrata de Obama, la que nació bajo los cimientos del 11-S, la que tiene más razones que nunca para vivir con miedo. No de la amenaza externa, sino de lo que tiene en casa. La mayor dictadura se esconde precisamente en eso que llamamos democracia.

A favor: los interesantes temas que trata
En contra: las entrevistas a Snowden se pueden volver pesadas

Calificación ***
                                                                                  Merece la pena

jueves, 28 de agosto de 2014

EL CORTO CINÉFAGO. "La ciudad vida de Horacio Coppola", de Ignacio Ortega

Reconozco que no conocía el trabajo fotográfico de Horacio Coppola. Conocía el nombre, pero no al artista. Ahora, a poco más de dos años de su fallecimiento, Ignacio Ortega le dedica un corto documental gracias al cual he descubierto su formidable obra. El trabajo de un genio de la imagen, de un fotógrafo y cineasta que capturó en tonos monocromáticos toda la belleza y la geometría de la ciudad latinoamericana más cosmopolita y europea, Buenos Aires.


“La ciudad viva de Horacio Coppola” no es un retrato sobre la vida del artista, sino sobre su personalidad artística, sobre una inabarcable galería de fotografías que le definían como profesional y que sirven para echar una mirada atrás a lo que fue toda una urbe cuyas calles podían confundirse con esos callejones laberínticos que recorren cualquier rincón de París.

Ortega realiza un fantástico trabajo de edición y montaje que amenizan los escasos once minutos que dura esta pieza, que sirve a su vez para arrojar luz sobre la exposición “Horacio Coppola. Fotografía”, instalada en el Centro Andaluz de la Fotograía (C.A.F.), que durará hasta el 14 de septiembre y constará de 121 instantáneas, cuatro películas y 12 libros-catálogo. Un corto que pretende captar en formato digital la obra de un artista apegado a lo analógico, y que tiene en su propia naturaleza cinematográfica su talón de Aquiles. Porque nunca será lo mismo ver esta galería in situ que a través del objetivo de una cámara digital, y uno no puede más que sentirse impotente ante la idea de no poder asistir a verla. Pero esto, claro está, no es culpa del cortometraje.



LA CIUDAD VIVA DE HORACIO COPPOLA (THE CITY LIVING OF HORACIO COPPOLA) from NACH SEGOR on Vimeo.

sábado, 2 de marzo de 2013

LA CRÍTICA: Searching for Sugar Man

El hombre que cambió el mundo
Hay artistas que trascienden el concepto que encierra dicha palabra para convertirse en algo más, en el símbolo de la lucha por la libertad, en seres humanos ajenos al éxito y entregados al público, a la sociedad. Hay también documentales que trascienden los encorsetados parámetros del género para erigirse como reivindicaciones nada oportunistas, sinceras y embriagadoras.

“Searching for Sugar Man” es más que un documental. Es el emotivo homenaje que su máximo responsable, Malik Bendjelloul, hace a una personalidad única, que nunca imaginó que, mientras en su país natal se le ninguneaba y era incapaz de vender su propia música, al otro lado del charco se convertía en inspiración para que toda una generación saliera a la calle y luchara por sus derechos. Y a la postre, se alzó como una leyenda para todo un país que le había dado por muerte mucho antes de despegar la era de la sobreinformación y la globalización. Sixto Rodríguez supone un claro ejemplo de que antes de que esta era arrancase, una simple persona podía cambiar durante generaciones las vidas de millones situadas al otro lado del globo.


La película va más allá del documental en su mismo tratamiento. Durante la primera mitad del metraje, Bendjelloul juega a los detectives volviendo a su protagonista un personaje rodeado de misterios, casi irreal, leit motiv de una historia que, incluso para quienes sirvieron de testigos de la misma, suena tan fake que parece mentira. Pero no lo es. Todo lo que se cuenta en ella, a pesar de estar servido en pantalla con los artificios propios de un mockumentary, es real. Y cuando el misterio en torno a Rodríguez es desvelado y parece que la propuesta va a decaer, mantiene el pulso gracias al carisma y a la humanidad del artista y a pesar de omitir cierto pasaje relevante de su vida –el éxito que cosechó en Australia durante los años 70, antes de retirarse- en pos de sus intenciones.


Porque es difícil no dejarse envolver por la excepcional obra de este autor reivindicable, del que admito que me ocurría como a la sociedad estadounidense, que no conocía más que ese “Sugar Man” que da título a la cinta. Su sencillez y su modestia traspasan la pantalla y convierten a “Searching for Sugar Man” en una joya que invita a rescatar su figura y su importancia para la música en particular, y para la Humanidad en general. Un autor que desconocía cuán importante se había vuelto para un pedazo del mundo.

A favor: la personalidad y la música de Rodríguez recorriendo toda la cinta, y sus escarceos con el falso documental
En contra: la omisión intencionada de una etapa de la vida de Rodríguez

Calificación: ****

jueves, 15 de noviembre de 2012

Este viernes llega a los cines "Contra el tiempo", de José M.Serrano Cueto

Hace algún tiempo dedicaba una entrada a "Contra el tiempo", el film documental de José Manuel Serrano Cueto, que homenajea a los actores y actrices de género, veteranos del cine que compartieron cartel con grandes estrellas desde su papel de secundarios y que hoy, con la perspectiva que dan los años y la experiencia, reflexionan sobre su profesión, el éxito... la vida.

El pasado domingo se preestrenó en la Sala Berlanga de Madrid tras su paso por los festivales de Málaga, Cádiz y Sitges. El mismo realizador ha cedido a este blog las siguientes fotografías de Yunforyou del evento, al que acudieron, entre otros, Antonia San Juan, Luis Miguel Seguí, el gran Jesús Guzmán y Antonio Mora y Lone Fleming, que también participan en el largometraje.

Luis Miguel Seguí y Antonia San Juan

Antonio Mora y Lone Fleming

Scott Clarendon y Assumpta Serna

Beltrán Fabra

Jesús Guzmán

Lola Marceli

Carlos Taillefer -productor del film-, A. Mora, L. Fleming y José M. Serrano Cueto -director-

Este viernes se estrena en salas, en el cine Albéniz de Málaga, y el día 30 en el nuevo cine de Madrid, el Artistic Metropol. A continuación, el tráiler de la película, a la que le deseo toda la suerte del mundo. Muchísima suerte, compañero.



Tráiler del documental "Contra el tiempo" from Utopía Films on Vimeo.
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