jueves, 31 de diciembre de 2015

ESPECIALES. 2015, el año en imágenes

Vamos cerrando 2015, y toca hacer balance. De lo bueno y lo malo, de los éxitos y los fracasos, de los que nos dejaron y de los recién llegados. Allá va una selección de imágenes (y un vídeo imprescindible) con lo más destacado de este ejercicio cinematográfico. Por supuesto, una lista personal e intransferible. Para ti, ¿cuál ha sido el momento más destacable de este año?

Orson Welles e Ingrid Bergman, 100 años de dos genios


30 años de Regreso al futuro


A más ver, Hannibal


Adiós, conde Lee


Better Call Saul, vida más allá de Walter White

Disney vs Universal. Los récords están para romperlos


Fantásticos batacazos


Inside Out (Del revés), el resurgir del mejor Pixar


It follows, la sensación del terror


James Horner, adiós a la música de nuestras vidas


Kingsman. Una secuencia para el recuerdo


Kung Fury, el revival ochentero del año


La visita. Shyamalan sigue vivo


Lina Morgan, gracias por venir


Larga vida y prosperidad, Mr. Nimoy


Más apellidos para la taquilla


Saza, nos deja uno de los grandes del cine español


The Martian, Ridley Scott vuelve a las estrellas


Un año de furia


Vicente Aranda, el retratista de la ciudad condal


Wes Craven, el maestro del terror tras las caretas

miércoles, 30 de diciembre de 2015

LA CRÍTICA. El desafío (The walk)

El constructor de sueños
Cuando le preguntaban a Forrest Gump por qué corría, si lo hacía por la paz mundial, por los animales o por los derechos de la mujer, él sólo respondía que tenía ganas de correr. Así de simple. Lo que para los demás debía tener algún sentido, para él era algo de lo más coloquial. Lo mismo le ocurre a Philippe Petit cuando le preguntan por qué quiere completar su hazaña de caminar sobre un cable suspendido entre las Torres Gemelas del World Trade Center, un desafío irresistible para cualquier equilibrista.

Pero Petit sí que tenía una poderosa razón para hacerlo, y “The Walk” es la respuesta idónea a la pregunta. Es meritorio que, partiendo de un hecho histórico ya narrado por el séptimo arte en forma del interesante documental “Man on Wire”, la película acabe atrapando al espectador. En este sentido guarda relación con cintas como “Titanic” o “Valkiria”, dos propuestas cuyo desenlace es de sobra conocido pero que saben tocar las teclas justas para que el público obvie el spoiler que supone en sí mismo su final.


Es mérito de un excelente artesano como Robert Zemeckis lograr este cometido. Una vez más, el director de “Regreso al futuro” imprime vitalidad y ritmo a la historia, contando la preparación del “golpe maestro” como si de un robo se tratase, aderezado todo con una generosa pizca de buenas intenciones y un halo de encanto que hace que cada plano sea una delicia para el público. Desde la fotografía hasta la banda sonora, pasando por unos formidables efectos digitales que el cineasta sabe cómo utilizar en beneficio de la trama, y no al revés, y por un reparto en el que destaca un dinámico Joseph Gordon-Levitt, provisto de un perfecto acento francés.


Un absoluto deleite audiovisual y cinematográfico que, sobre todo, nos devuelve al constructor de sueños en celuloide, ése que se nos perdió tras “Náufrago” en la animación tridimensional, y al que casi recuperamos con “El vuelo”. La obra de un soñador narrando el baile a más 400 metros de altura de otro soñador, que sólo quería verse a sí mismo mirando al vacío, en el día más hermoso de su vida.

A favor: la vuelta de Zemeckis como constructor de sueños, Joseph Gordon-Levitt
En contra: el ninguneo al que ha sido sometida, que puede hacer pensar que es un producto menor 
Calificación ****
No se la pierda

martes, 29 de diciembre de 2015

FINAL CUT 2015. El cine del año en cuatro fabulosos montajes

Comienza la despedida de este 2015 que nos ha dejado buenas y malas películas, como siempre. A dos días de que cierre sus puertas, le rendimos homenaje en el blog de la manera habitual, con una serie de montajes con prácticamente todos los títulos que han protagonizado este año. Algunos mejores que otros, algunos más completos, pero todos ellos destacables. El mejor, el de unos habituales de este blog por estas fechas, el Final Cut 2015 de Joblo Movie Trailers.

Final Cut 2015, de Joblo Movie Trailers


2015 Movie Trailer Mashup, de Sleepy Skunk

2015 Cinema Tribute, de mattyb2712

Movies 2015, de Nikita Malko

domingo, 27 de diciembre de 2015

TAQUILLA USA. "Star Wars" corona con récord un fin de semana de grandes estrenos

Si hace una semana se registraba el mejor fin de semana de la historia de la taquilla USA, este fin de semana no se ha quedado atrás. A falta de conocer los datos definitivos, el total recaudado ha rozado los 300 millones de $, una de las mejores marcas de la historia. Sin embargo, mientras hace una semana la nueva entrega de la saga galáctica atesoraba más del 70% de las cifras, esta vez ha dejado hueco para algunos nuevos estrenos que han venido pisando fuerte, y se hace con poco más del 50% del total.

Así, Star Wars: The Force Awakens suma más records a su abultada lista, uno de ellos el de mejor segundo fin de semana de la historia (ver récords en este enlace). 153 millones de $ en estos tres días, más que muchos de los mejores estrenos de la historia. El global en Estados Unidos alcanza ya los 544 millones de $, y en vista de su prodigioso ritmo entre semana, no debería tener problemas para superar a “Avatar” en casa, y será cuestión de días que se proclame como el mayor taquillazo del año en Estados Unidos, superando a “Jurassic World”. A nivel mundial, este séptimo episodio ya ha superado en poco más de diez días los 1.000 millones de $ -1.090 millones para ser exactos-, y su techo es difícil de pronosticar.


Sin embargo, lo llamativo es cómo ha dejado sitio para otros dos estrenos de amplia distribución. Especialmente para Daddy’s Home, comedia que vuelve a reunir a Will Ferrell y Mark Wahlberg, y que rompe todas las previsiones cosechando unos excelentes 38 millones de $. No las tenía todas consigo dada la competencia con Star Wars, pero ha salido muy airosa, superando incluso a la otra película de la pareja, “The Other Guys”. De seguir el ritmo de ésta, debería superar sin dificultades los 100 millones.

Convence en menor medida, pero salva los muebles, lo nuevo de David O. Russell, Joy, que se coloca en tercera plaza y también supera las previsiones con 17 millones de $. En esta ocasión la crítica no le acompaña, y el salir con tantas copias en lugar de hacerlo de manera limitada podría haber jugado en su contra, pero ha logrado una cifra nada desdeñable. No obstante, tiene difícil aguantar lo suficiente como para rentabilizar sus 60 millones de presupuesto.

La parte negativa se la llevan Concussion –sexto puesto- y Point Break –octavo-, remake de la cinta de culto de Kathryn Bigelow de 1991. Las dos con unas reviews no demasiado entusiastas y con 11 y 10 millones de $, respectivamente. Lo de la última se veía venir de lejos, mientras que la primera tiene alguna opción de ser rentable al haber costado 35 millones de $. Ahora bien, la carrera al Oscar prácticamente la está ignorando, por lo que lo tendrá difícil.


Las dos mejores medias por copia –la tercera va a parar a manos de Star Wars- se las llevan los estrenos limitados de The Hateful Eight y, sobre todo, de The Revenant, la primera por el indiscutible renombre de Tarantino, que la ha estrenado primero en 70mm, y la segunda por su fuerza de cara a los premios. 4,5 millones de $ recauda la primera en 100 salas en undécimo puesto, y 471.000$ la segunda en cuatro salas. La cuarta en media por copia ha sido la también esperada 45 Years, con 69.300$ en tres salas.

A nivel de mantenimientos, las festividades han hecho que el top se mantenga bastante fuerte. Sisters y Alvin and the Chipmunks: The Road Chip caen excelentemente, la primera un 0.3% y la segunda un 11%, con 37 y 39 millones de $ y completando el top 5. En el top 10 destaca The Big Short, que pasa del puesto 19 al 7 tras añadir más de 1.500 salas, subiendo por encima del 2.600% y con 16 millones de $ en tres semanas.

Fuera del top 10 destacan The Danish Girl y Carol, que continúan subiendo puestos y aproximándose a la lista de las más vistas. Ambas rondando ya los 3 millones de $.

Fuente: Box Office Mojo 

viernes, 25 de diciembre de 2015

LA CRÍTICA. Pesadillas (Goosebumps)

La risa del muñeco malvado
En un momento de “Pesadillas”, el personaje de R.L. Stine se ríe de Stephen King, argumentando que ya quisiera el autor de “It” o “El resplandor” escribir como él. Curiosamente, estas palabras encierran más un intento de ridiculizar al propio Stine que de encumbrarle o rendirle homenaje. Porque ambos autores comparten algo más que su predilección por el fantástico, y es su condición de escritores mecánicos, capaces de escribir libros como si de una cadena de montaje se tratase.

La adaptación cinematográfica obedece a esta misma concepción de producto prefabricado, marca Sony, destinado a satisfacer a familias enteras sin mayor ambición que esa. Un concepto que también encerraba el material de partida, y que esta película ha heredado. Porque a diferencia de King, las historias de Stine acabaron siendo carne de niños y adolescentes, tal y como confirmaría la célebre serie de televisión basada en las páginas de sus libros.

Así, “Pesadillas” rinde homenaje a toda una serie de novelas de mayor o menor calidad. Sin ensalzarlas, utilizándolas solamente como McGuffin de una historia en la que el propio novelista, encarnado por un carismático Jack Black, se enfrenta a toda una horda de sus criaturas. Zombies, mantis religiosas, gnomos asesinos, y por supuesto el inolvidable Slappy, pueblan los fotogramas de esta aventura de terror familiar dirigida por Rob Letterman, todo un especialista en el género, que se homenajea a la vez a sí mismo en forma de dinamismo –el mismo que la divertidísima “Monstruos contra alienígenas”- y de fantasías gulliverianas previas.


Lo que resulta es un film entretenidísimo, muy propio tanto de las navidades como de Halloween, que hará las delicias de los mayores, por pura nostalgia, y de los más pequeños. Por el camino, eso sí, atesora no pocas incongruencias de guión, y deja un regusto a “Jumanji” del que le es imposible desprenderse. Pero lo solventa con una buena dosis de humor para todos los públicos, entretenimiento a raudales, y la funcional banda sonora de Danny Elfman. Aquellos que busquen algo más respetuoso hacia el original, bien deberían revisar aquellas pesadillas que les quitaban el sueño de pequeños. Hoy en día no quedan más que carcajadas de muñeco malvado.


A favor: que entretiene, y ya eso es algo
En contra: habrá quien no encaje la propuesta por su amor al material original

Calificación ***
Merece la pena

AVANCES. Los 12 días de "Deadpool" y nuevo tráiler red band

Hoy es Navidad, y quién mejor que “Deadpool” para felicitarnos estas fiestas. Fox lanza un nuevo avance del descarado mercenario de Marvel, repleto de humor grueso –en la versión doblada, la española da pena-, violencia y mala leche –de nuevo en la versión original-. A continuación, el tráiler red band, el que vale, y no esa versión green para niños que a salido a la vez.



Este tráiler viene a culminar los 12 días de Deadpool, que ha traído cosas tan cachondas como las siguientes:

Póster en Entertainment Weekly




Gif con Ryan Reynolds posando en el regazo de su personaje




El loco plan de Deadpool –con referencias a Lobezno y Stan Lee-



Una carta a Papá Noel


Una nueva clase de superhéroe




Una página del guión con anotaciones


Una carta del personaje a todos los miembros de la web Deadpool Core


Emojis del personaje (descargables para Android aquí desde tu Smartphone)



Póster IMAX con cameo de Stan Lee


Vídeo de villancicos de más de una hora 



Y mensaje de Hugh Jackman para Reynolds

jueves, 24 de diciembre de 2015

ESPECIALES. Un banquete de cine para Nochebuena

Esta noche es Nochebuena, y mañana es Navidad. Pero antes de recibir a Papá Noel, toca celebrarlo. En el blog lo hacemos por todo lo alto, proponiendo un banquete de lo más suculento, con los mejores especialistas gastronómicos del séptimo arte. Pasen, pónganse cómodos y, sobre todo, preparen los estómagos.

Calentando el estómago
Antes de comenzar con el banquete, mejor nos tomamos unas copichuelas. Si es de la mano de Peter Sellers, mucho mejor. Pero cuidado, no dejen a su personaje de "El guateque" campar a sus anchas por la fiesta, o llegarán a ver a un elefante en plena celebración. Eso sí, si la cosa se va de las manos como en el film de Blake Edwards, repetimos.



Para todos aquellos que no quieran beber en exceso con el estómago vacío, lo mejor para ir abriendo boca es un buen gazpacho. Frío, tradicional, de esos que te abren el apetito. Y si es al estilo Almodóvar, de esos que te borran del rostro la típica dureza esa de las vírgenes como a Rossy de Palma en "Mujeres al borde de un ataque de nervios", pues bienvenido sea.




A comer
Llegó el momento de la cena, y qué mejor que darnos un atracón. Podemos empezar poniendo una mesa al estilo Hogwarts, pero prescindiendo de las golosinas sabor vómito. Aunque cuidemos que no pulule por ahí el Sin Cara de "El viaje de Chihiro", o nos quedaremos hasta sin postre.



Ahora bien, debemos procurar no pasarnos con la comida. Los Monty Python ya lanzaban un mensaje sobre la gula en forma de risotada macabra con ese comensal que comía hasta reventar en "El sentido de la vida". ¿Quién querría acabar así? Lo dicho, a comer con moderación.


La comida basura
No, no hablamos de la comida rápida de las grandes cadenas tipo McDonald’s, sino de los polvorones, los dulces y demás productos típicos navideños. Porque nos gusta atiborrarnos de ellos, y no pueden faltar en ninguna cena de Nochebuena. Los niños son los verdaderos amantes de este tipo de comida, y para todos ellos, la fábrica de Willy Wonka sería el paraíso.



Pero cuidado, que nuestros excesos pueden volverse en nuestra contra, y acabar vengándose en forma de ensoñación mortal tipo "El secreto de la pirámide", o peor, haciéndonos engullir chocolate sin parar por obra de esa malvada maestra de "Matilda". A vigilar lo que comen nuestros hijos.


El plato... ¿final?
Y justo cuando ya no podemos comer más, nuestro anfitrión trae el postre. En el blog proponemos los sesos, ya sea en la variante "Hannibal" o en forma de sorbete de sesos de mono de "Indiana Jones y el Templo Maldito". Apetitoso.



Y si alguno prefiere comer la clásica tarta, que la inspeccione detenidamente. Podría tener agujeros sospechosos...


El desmadre
Ya hemos comido. Somos felices. Y no hemos parado de beber. Ya sea en familia o entre amigos, el alcohol acaba subiendo, y nuestras defensas y decencia bajando. A partir de aquí todo es posible, y el guateque de Edwards se torna un juego de niños. Cada cual que elija su fiesta preferida: "Resacón en Las Vegas", "Despedida de soltero", "Desmadre a la americana", "La mujer explosiva"... Aquí nos quedamos con algo más tranquilo, pero que encierra un terrible secreto que pondrá en jaque la estabilidad familiar: la confesión final de esa obra maestra de Thomas Vinterberg que es "Celebración". Desgraciadamente, no hay vídeos disponibles de dicha escena, y para evitar spoilers, allá va otra celebración en la que cualquiera querría estar. Y mucho ojo, que aún queda la Nochevieja. Pero ésa ya es otra historia.


LA CRÍTICA. Sicario

Contra el imperio de la droga
Los sicarios ya eran, en el siglo I, asesinos enviados por los zelotes para dar caza a los romanos que invadían su patria. El término ha llegado a nuestros días, y en México la palabra hace alusión a los asesinos a sueldo. “Sicario” hace honor a su propio título en la figura de esos cazadores de hombres que buscan restaurar el equilibrio y, de paso, rendir cuentas con un pasado que es imposible no llevar a cuestas como pesado equipaje de mano.

La película retrata, una vez más, la lucha sin cuartel de las grandes agencias contra el imperio de la droga, una guerra sin fin en la que es imposible acabar con el poder de reproducción del enemigo. Cuando eliminas de la ecuación al jefe, otro es colocado en su lugar. A fin de cuentas, lo que vemos en este film ya lo hemos visto antes. Por sus fotogramas pulula el recuerdo de “French Connection”, de “La noche más oscura”, de “Traffic”.

Sin embargo, el plato es servido de una manera casi novedosa. Porque tras la cámara se encuentra todo un autor como Denis Villeneuve. Un director con potencia audiovisual, un auténtico francotirador de la imagen que sabe perfectamente cómo perturbar e inquietar al espectador. Ya en la escena inicial, el canadiense deja claro que ésta es su película, y que no va a soltar al público en ningún momento. Esos planos aéreos, esa música de Jóhan Jóhansson que martilla nuestros tímpanos constantemente, la angustiosa fotografía del gran Roger Deakins, un guión tan hermético que no hace concesiones a una platea que debe estar bien atento a la trama sin perder ni un solo detalle si no quiere quedarse por el camino.


Y pese a ser puro Villeneuve, estamos ante la que posiblemente sea su cinta más convencional, la más anclada a los parámetros de la gran industria. Al director se le prefiere en obras más pequeñas y personales, como “Incendies” o “Enemy”, antes que con productos de mayor envergadura como el que nos ocupa o “Prisoners”. Pero poco importa si, incluso entrando en las grandes ligas, sigue manteniendo su toque personal, si es capaz de hacer que un gran Benicio del Toro, cuyo personaje reboza matices sin un desarrollo masticado y servido en bandeja de plata, ensombrezca a la aparente protagonista de la función, una convincente Emily Blunt, utilizada como mero McGuffin de este tenso relato de asesinos en busca de redención, que siguen la máxima de “el fin justifica los medios”.


A favor: la dirección de Villeneuve y Benicio del Toro
En contra: la historia ya la hemos visto antes, y que estamos ante el trabajo más convencional del director

Calificación ****
No se la pierda

martes, 22 de diciembre de 2015

LA CRÍTICA. Carlitos y Snoopy: La película de Peanuts

La importancia de volar una cometa
Todos aquellos que vimos en nuestra niñez los especiales televisivos que emitía la 2 de TVE a finales de los 80 y principios de los 90 –sí, esa con doblaje latino, no la redoblada de años después- basados en la tira cómica creada por Charles M. Schulz no podemos sentir más que cariño y amor por todos y cada uno de los personajes salidos de la mente del ingenioso historietista estadounidense. Disfrutábamos escuchando las dudas existenciales de Charlie Brown y su eterno debate sobre su lugar en el mundo, de los intentos de Lucy por desprestigiarle y ridiculizarle, de ese confidente llamado Linus y su inseparable mantita, de las ansias melómanas de Schroeder, de esos adultos cascarrabias a los que nunca veíamos ni entendíamos, y por supuesto de la imaginación de Snoopy, el amigo perfecto y la figura que canalizaba hacia la positividad todos los conflictos internos del resto de personajes.

Asistir a una película como “Carlitos y Snoopy: La película de Peanuts”, que parte de la idea del hijo y del nieto del autor –también coautores del guión- de llevar a la gran pantalla la obra original, supone todo un ejercicio de nostalgia para quienes descubrimos a esta pandilla siendo aún unos niños. Y este sentimiento de añoranza inunda todo el film de Steve Martino, que realiza no sólo la más entrañable cinta de su filmografía, sino también de toda la historia de Blue Sky Studios.


Estamos ante un producto totalmente fiel y respetuoso con el material de partida, capaz de fundir el estilo narrativo de las viñetas y de todos los seriales surgidos hasta la fecha con esa animación tridimensional tan en boga en nuestros tiempos. Carlitos y Snoopy se actualizan, pero por el camino no pierden ni un ápice de su esencia, protagonizando una absoluta delicia que satisfará la vena melancólica de los más adultos, pero que también divertirá a los más pequeños de la casa, a la vez que les acercará a uno de las tiras más influyentes e importantes del siglo XX.


Habrá quien le achaque cierta falta de ambición en su desarrollo por no despegarse del original prácticamente en ningún momento, por no tomarse licencias que lo acerquen aún más al estilo de animación al que estamos acostumbrados hoy en día. Particularmente, quien esto escribe prefiere el mimo que desprende este producto antes que la adaptación a los cánones del cine actual, antes que caer en lo que Hollywood hizo hace unos años con Garfield. Porque en los pequeños detalles está el encanto. Y si no que se lo pregunten a Charlie Brown, que sabe perfectamente dónde radica la importancia de volar una simple cometa. Así sea en invierno.

A favor: el mimo y fidelidad al producto original
En contra: habrá quien prefiera la ambición antes que la fidelidad

Calificación ****
No se la pierda
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