viernes, 28 de noviembre de 2008

Maestros del Horror: Joe Dante

Posiblemente, y descontando las películas slapstick de la carrera de Stuart Gordon, Joe Dante sea de los directores que integran Masters of Horror el que mejor ha sabido unir mala leche y terror. Así lo demuestran las dos entregas de Gremlins o “No matarás… al vecino”, por ejemplo. Muchos dicen que si su nombre figura en esta serie es debido a una sola película, “Piraña”, del mismo modo que la carrera de John Landis incluye únicamente un gran título del género. Sin embargo, para mí su carrera, al contrario que la de Landis, nunca ha estado muy alejada del humor y del horror. En sus inicios trabajó para el mítico Roger Corman, y eso marca, hasta que Spielberg le atrajo al lado oscuro, como ya intentara anteriormente con Tobe Hopper con resultados nefastos, para dirigir el tercer segmento de “Twilight: The Movie”. Junto al Rey Midas o por separado, la afición de Dante por el fantástico se ha dejado ver hasta en obras más comerciales como “Pequeños Guerreros”.

Lo cierto es que Dante ha estado perdido estos últimos años, y ha sido gracias a la serie creada por Mick Garris que ha vuelto a ocupar el sitio que merece en la industria, aunque fuera solamente por un par de años. Su aportación a MOH ha sido muy positiva, para muchos deslumbrante, y con una de las constantes de su filmografía: el humor negro.

“Homecoming” (aquí, como el “Vértigo/De entre los muertos” de Hitchcock, titulada de manera doble y alternativa, “El regreso/El ejército de los muertos”) fue muy bien acogida en el Festival de Sitges de 2006, alzándose con la Mención Especial del Jurado y el premio al Mejor Guión. No ha sido el único episodio de la serie que ha conseguido una buena acogida por parte de la crítica y el festival, pero sí el único en hacerse con galardones. La historia, ridículamente ingeniosa, hace una crítica abierta a la guerra de Irak. Los soldados fallecidos vuelven a la vida para reclamar su derecho al voto y para hablar en contra de una guerra injusta a la que fueron enviados con argumentos fallidos.

Dante, quien trata el tema de una manera cómica, pero sin restarle credibilidad y seriedad al asunto, realiza un gran trabajo que se reserva su ataque más mordaz en el desenlace, mostrando cómo las esferas más altas del poder y que rigen el destino del mundo están formadas por zombies. En medio, se reserva algunos homenajes a Romero y Tourneur y una secuencia pro derechos raciales, aquella en la que un soldado “muerto” entra en una cafetería tras haber deambulado bajo la lluvia y el dueño le ofrece apoyo, cobijo y algo para tomar. Todo salpicado con algunas sobrantes frases que explican demasiado las ideas que la cinta intenta exponer, pero que son bastante obvias ya en la misma historia. Ese afán de grandilocuencia le resta puntos, además del hecho de ser un film de vida efímera, tanto que, pasados ya tres años de su estreno, su mensaje suena a caduco. Es lo que tiene una sociedad que, al contrario de lo que ocurre con los soldados-zombie, olvida tan fácilmente lo que ocurre en la actualidad.

Con mucha mayor seriedad trató su trabajo en la segunda temporada, “The Screwfly Solution”. Si en “Homecoming” puso sus zarpas sobre una guerra injusta, ahora su particular mirada se cierne sobre la violencia de género. ¿Qué ocurriría si de repente los hombres se volvieran locos y comenzaran a asesinar a las mujeres? Éste prometedor punto de partida es sabiamente aprovechado por el director, quien elude en esta ocasión las concesiones a la comedia y da un capítulo muy propio de un clásico de la televisión, “Más allá del límite”.

Ya sea por motivos biológicos o movidos por una fervorosa fe cristiana, el exterminio del sexo femenino de la película conduce inevitablemente al del masculino, debido a la incapacidad posterior de perpetuar la especie. Algo parecido a lo que ocurre en algunas plagas de insectos, a las cuales se les inhibe el deseo sexual para aniquilar a la especie. Y así acaba este particular Apocalipsis, con la población femenina prácticamente diezmada por capricho de una especie invasora alienígena de apariencia sospechosamente femenina, en un final que puede echar abajo lo conseguido durante una hora de metraje, pero que arroja una moraleja igualmente válida: las mujeres, y no los hombres, son potencialmente más importantes y por tanto más peligrosas para cualquier especie invasora. El machismo se torna en feminismo llevado al límite de una manera inteligente, a pesar de la opción de la componente de ciencia-ficción del final. El título español, “El eslabón más débil”, adquiere una inteligente importancia entonces, no quedando claro a cuál de los dos se refiere realmente.

Ambos episodios son muy poco televisivos, siendo de los más cinematográficos de toda la serie. Entre los rostros que lo componen tenemos al ex chico Sensación de Vivir, Jason Prestley, y al gran Elliot Gould en el episodio de la segunda temporada, y un cameo de la protagonista de “La noche de los muertos vivientes” en el de la primera como madre del protagonista. De hecho, la secuencia en la que aparece rememora la inicial del cementerio de la primera película de la saga de los muertos, cementerio en el que posteriormente, si nos fijamos, figuran las tumbas de G. A. Romero, J. Tourneur y otros nombres relevantes del género.

"Homecoming (El regreso/El ejército de los muertos)" ***1/2 -- Primera Temporada
"The Screwfly Solution (El eslabón más débil)" ***1/2 --Segunda Temporada

sábado, 22 de noviembre de 2008

LA CRÍTICA

Quantum of Solace ***


Decía Orson Welles que algo que lamentaría siempre era no haber realizado nunca una cinta comercial. Así justifica Marc Forster, director de célebres dramas como “Monster’s Ball” o “Cometas en el cielo”, su participación en la 22ª entrega de la saga Bond. Lo cierto es que no todos pueden decir que su paso del pequeño al gran cine haya sido colosal, y si no que se lo pregunten a David Lynch y su particular “Dune”. Forster ha pretendido conseguir llevar el buen pulso que demostró Paul Greengrass con la saga Bourne, pero el tiro le ha salido por la culata.

“Quantum of Solace” comienza de una manera convincente, repitiendo los esquemas de la deslumbrante entrega anterior. Apenas una hora después de capturar al Sr. White, 007 huye en una espectacular secuencia de persecución por Italia hacia el interrogatorio de éste, donde M y él son traicionados por alguien de dentro para poner en libertad a White. El reciclado Bond del nuevo milenio, que puede gustar a unos y traicionar a otros por faltar a la esencia del personaje que conocemos desde hace décadas, da fe durante los primeros 15 minutos de una inquebrantable sed de venganza, no sabemos si contra los que mataron a Vesper, contra ella o contra sí mismo. Es el mayor avance moral que vemos del personaje en una secuela que no continúa de una manera lógica, salvo por ciertos detalles de la trama que conducirán a la próxima parte, o por lo menos como cabría esperar.



Si “Casino Royale” nos presentó una franquicia renovada para las nuevas generaciones y con el fin de enmendar el error Brosnan –fue un buen Bond, pero algunas de sus películas eran mediocres-, “Quantum of Solace” se encarga de acabar con los aires clásicos y sofisticados que Martin Campbell en la dirección y Paul Haggis, Neal Purvis y Robert Wade en el guión lograron. Lo que queda es una secuencia de acción tras otra, un guión no tan brillante –se nota ante todo en la réplica femenina, una Olga Kurylenko muy sensual pero que no llega a la suela de los talones a Eva Green, y mucho menos a su personaje- y la sensación constante de que esta película no es tan buena como la anterior.

Si Daniel Craig, ya completamente cómodo en la piel del agente del MI6, ha superado los obstáculos que tenía en la primera entrega, la duda ahora es si Forster ha sabido tomar el testigo de Campbell. El realizador suizo dirige una película entretenida, vibrante, a pesar de que se pierda en varias secuencias de acción. Pero no es ni mucho menos un director de acción, y eso le pasa factura en muchas ocasiones. El montaje está tan confuso como el mismo guión, lleno de cabos sueltos a los que supuestamente se dará respuesta en próximas películas.

El gran problema de “Quantum of Solace” no es su director, que realiza un trabajo en conjunto solvente, sino sus guionistas. No han sabido continuar una historia que ellos mismos hicieron arrancar de una manera impecable, algo de lo que Campbell se benefició sin duda. Falta una buena réplica femenina, o sobra la que ya está, un villano a la altura de Le Chiffre, y un poco más de sofisticación en una historia que está a merced de la acción y no al contrario. Si el objetivo ha sido desde el principio alejarse del Bond que conocemos han conseguido todo lo contrario. Poco hay distinto en este film, ni los créditos iniciales, a lo que se haya hecho antes con otros rostros, a excepción del comienzo y el final, perfectos nexos de unión entre una película de acción casi redonda y otra futura que esperemos culmine como debe con la sed de venganza de este agente secreto que, ahora más que nunca, tiene licencia para matar. Al menos, y esto se agradece, la película dura poco.

A Favor: que dura poco
En contra: falta Eva Green para dar las réplicas a Bond, un malo más carismático, un guión más estiloso... en definitiva, no es "Casino Royale"


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Acción, Reino Unido-USA, 2008, 108 minutos
Dirección: Marc Forster
Guión: Paul Haggis, Robert Wade y Neal Purvis, basándose en los personajes creados por Ian Fleming
Intérpretes: Daniel Craig, Olga Kurylenko, Mathieu Almaric, Jeffrey Wright, Judi Dench, Gemma Arterton, Jesper Christensen, Giancarlo Gannini, Fernando Guillén Cuervo

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Goya de Honor a un "outsider"

¿Les suenan Clifford Brown y James P. Johnson? ¿Y si les digo que ambos son la misma persona, y que ésta ha realizado cerca de 180 películas y ha trabajado a las órdenes de mitos como Orson Welles, Juan Antonio Bardem o Berlanga, entre otros? ¿Y si les digo que su otro seudónimo es Jess Franco? Pues sí, Jesús Franco ha hecho todo eso. Ha sido director, guionista, productor, actor, montador y músico, y siempre en las afueras, que no en la frontera de nuestro cine. Nunca ha contado con una subvención, siempre ha ido en contra de lo establecido y se ha terminado ganando el calificativo de “outsider”, de gozar del poder de hacer el cine que ha querido durante períodos tan convulsos como el franquismo.

Pues ahora la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de España ha decidido que sea el próximo Goya de Honor, una noticia que ha cogido a todos por sorpresa, incluso a él mismo. No sabe qué dirá, pero tiene claro que en la decisión ha influido su reciente homenaje en París. "Vengo de ser músico de jazz. Me muevo por inspiración. Improvisaré", asegura.


La Academia premia a Franco por su "larga, rica y variada filmografía, así como por su absoluta entrega a la profesión", la cual incluye títulos como Necronomicón, Gritos en la noche, Killer Barbys, El castillo de Fu-Manchú o Fu-Manchú y el beso de la muerte, entre otras. El 1 de Febrero oiremos qué se le ocurre decir a este, para muchos, niño maldito del cine español. Por mi parte, me alegro de que la academia lo haya tenido en cuenta.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Maestros del Horror: John landis

Cuando uno analiza la filmografía de John Landis se pregunta por qué se vio inmerso en la serie Masters of Horror. La respuesta parece obvia: por una sola película. “Un hombre lobo americano en Londres” ha conseguido convertirse en un clásico, pero la carrera de Landis no deja de estar salpicada por la comedia más que por el terror. De hecho, ya antes había realizado una comedia de culto, “The Blues Brothers”, y la misma "Un hombre lobo..." ya poseía potentes dosis de humor, sin olvidar el inolvidable vídeo musical "Thriller", de Michael Jackson. Teniendo en cuenta esto, ¿cuál es su papel en MOH? Pues ha realizado precisamente aquello a lo que ha dedicado la mayor parte de su carrera, el humor, pero en esta ocasión el humor negro.

De las dos películas que ha realizado para la serie, desde mi punto de vista la más reseñable es “Family”, comedia muy negra en la que recupera a un sensacional George Wendt, el personaje más orondo de la mítica telecomedia “Cheers”. El buen resultado de “Family” reside en la interpretación del propio Wendt y en el ingenioso guión, un cruce entre “Familia” de León de Aranoa y “No matarás... al vecino”, de Joe Dante. El protagonista, Harold Thompson, es el típico vecino amable, bonachón y simpático vecino tras el que se esconde un asesino solitario que disfruta matando personas para hacer pasar sus cadáveres por su propia familia. Sus miras están puestas en los nuevos residentes de la casa de al lado, un matrimonio bien en cuya esposa se interesa al instante Harold con la esperanza de convertirla en la suya propia.

En “Family”, Landis demuestra que, a pesar de que el calificativo de Maestro del Horror le viene quizás un poco grande, en lo que sí no le ganan los otros directores unidos al proyecto es en la capacidad de hacer comedia, con la salvedad del mencionado Dante. El final, que puede pillar por sorpresa a más de uno, confirma el mensaje del episodio: teme a tu vecino, y a las personas en general, pues nunca sabes qué se puede esconder tras cada uno. Especialmente memorables son la secuencia de apertura, cuando la cámara avanza a ritmo de travelling y música hacia el sótano de Harold, y las múltiples conversaciones ficticias que mantiene con su familia cadáver, alternando cómo imagina a sus parientes cuando habla con ellos y lo que en realidad tiene delante. El resultado está muy cercano a un capítulo de otra hilarante y reivindicable serie, "Hostorias de la Cripta".

El otro episodio de Landis, bastante menos original que el anterior pero no por ello deplorable, es “Deer Woman”, la historia de una mujer-ciervo asesina de hombres. Lo más destacable de este episodio es la graciosa secuencia en la que el protagonista imagina las múltiples versiones de un mismo asesinato, a cual más descabellada y a la vez más cercana a la realidad, y la recuperación de otra figura televisiva mítica, Brian Benben. Benben fue el protagonista de una de las series que mejor recuerdo de mi niñez, “Sigue soñando”, en la que el personaje de Martin alternaba su vida personal con el recuerdo de viejas teleseries de los años 50 y 60. Como anécdota, señalar que el productor de “Sigue soñando” no era otro que el mismo Landis, y que en la versión doblada al castellano han respetado la voz que Weber tenía por entonces, lo cual es un alivio. Benben realiza un trabajo fabuloso, y viéndole los que seguimos en su momento aquella serie de culto reivindicamos su vuelta al ruedo lo antes posible.

La gran diferencia entre “Family” y “Deer Woman” son las mismas historias, además de la temporada en las que se encuentran inmersas. En el primer caso, se trata de uno de los episodios menos sangrientos de la ya de por sí gore segunda temporada, y en el caso de la segunda la lastra ese formato televisivo que tenía la primera temporada. Ahora bien, si en algo supera ésta a la primera es en su simplicidad, lo que hace que el hecho de conseguir que el resultado final funcione es más loable. “Deer Woman” parte de una trama con mucho menos potencial que “Family", por lo que haber logrado una cinta entretenida a partir de semejante material es absolutamente encomiable. Pero no es de extrañar en un realizador que ha dedicado buena parte de su carrera al humor, en la mayoría de las ocasiones corrosivo. En eso el señor Landis sí que es un maestro, y por eso se ha ganado un hueco en esta serie, como director de comedias en muchos intantes macabras.

Family (Familia) ***1/2 -- Segunda Temporada
Deer Woman (Salvaje Instinto Animal) *** -- Primera temporada

sábado, 8 de noviembre de 2008

Michael Crichton (1942-2008)

Multifacético, controvertido, visionario,... Muchos son los calificativos que podrían haberse impuesto a Michael Crichton, ya sea por parte de defensores o detractores, pero sin duda nadie puede negar que Hollywood ha perdido a una de sus mentes más creativas. Se hizo mundialmente famoso cuando Steven Spielberg llevó a sus dinosaurios a la pantalla en dos ocasiones. Desde ese momento, el caché de Crichton subió como la espuma. “Congo”, “Esfera” o “Acoso”, entre otras, fueron rifadas entre las productoras para hacerse con los derechos, y en algunos casos el resultado se convirtió en éxito de crítica y público y en otros en fiasco absoluto, aunque finalmente el más beneficiado era el propio Crichton.

Su obra estuvo muy apegada a la ciencia-ficción, y como él mismo advertía en cada una, se trataba solo de eso, de novelas de ficción ligadas a algún hecho científico contrastado que le permitía desarrollar su fantasía. Lo más cercano a la realidad fue la serie “Urgencias”, la serie de médicos por excelencia que sigue hoy en día en antena y cuenta sus experiencias propias como médico. Médico y antropólogo, además de ocasional cineasta (fue pionero en el uso de imágenes bidimensionales tridimensionales en sus trabajos “Westworld” y “Futureworld”), Crichton ganó detractores los últimos años a raíz de su novela “Estado de miedo”, en la que expone su particular visión acerca del calentamiento global.


Tras una valiente batalla contra el cáncer, Crichton ha fallecido a los 66 años con un legado que ha dejado algunas joyas de la literatura y el cine, además de una gran serie de televisión.

martes, 4 de noviembre de 2008

"The Mourning After": Una jornada para el terror político

Jornada electoral en Estados Unidos. McCain vs. Obama, y tan sólo cuatro días después de Halloween. El corto que les presento a continuación combina la política con el terror, pero revestido de un sentido del humor sutil. Lo terrorífico está en su mensaje interno, en algo que podría ocurrir hoy mismo. Recuerden, VOTAR ES IMPORTANTE.

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