El
pasado domingo, se producía la gran sorpresa en los premios Emmy, los
galardones más importantes de la televisión estadounidense. “Juego de Tronos”
se imponía a la gran favorita, “Mad Men”, parea alegría de sus admiradores, decepción
para sus detractores, pero para sorpresa y estupefacción de todos. Y además, lo
hacía con récord, con 12 galardones bajo el brazo, cuatro de ellos gordos –serie
dramática, dirección, guión y actor de reparto.
Sin embargo, incluso si
se le pregunta a sus defensores, todos estaremos de acuerdo que sin ser una
mala temporada, la quinta entrega de la serie basada en la saga de novelas
escrita por George R.R. Martin no ha estado a la altura de las anteriores. Tramas
de relleno, personajes que dan un paso positivo y veinte hacia atrás –ay,
Daenerys-, y en general decisiones de guión que hacen pensar si esta temporada merecía
el máximo galardón aunque fuera por hacer justicia hacia una de las series más
exitosas de la televisión.
Para responder al
interrogante de “¿Por qué ha ganado Juego
de Tronos el Emmy por su temporada más floja?”, Collider
ha publicado un extenso artículo titulado exactamente de la misma manera, en el
que tratan de arrojar algo de luz sobre lo que ha ocurrido, y todo guarda
relación con el sistema de votaciones de esta edición de los premios.
Los Emmy 2015 han
introducido un importante cambio en el sistema de votaciones, que explican
perfectamente en Vaya
Tele. Hasta ahora, en cada categoría votaba una especie de comité de expertos
que se comprometía a ver todos los episodios nominados. Es decir, si Jonathan
Banks estaba nominado por el episodio “Five-O” de “Better Call Saul”, el
votante debía ver dicho capítulo, y así debía hacer con los otros cuatro
candidatos de la misma categoría si quería votar en ella.
Este año, no obstante,
cualquier miembro de las tres academias que componen estos premios –Academia de
las Artes y Ciencias de la Televisión, Academia Nacional de las Artes y
Ciencias de la Televisión, Academia Internacional de las Artes y Ciencias de la
Televisión- no solamente puede votar en cualquier categoría en la que no sea experto,
sino que además no debe confirmar que ha visto los episodios ni los trabajos
nominados. Se presupone que ya lo han hecho antes de votar.
¿Cuál es la
consecuencia de este cambio? Pues según la web, no solamente abre el abanico de
académicos que pueden votar en una determinada categoría, sino que además propiciará
que las series y actores más populares acaben resultando los favoritos. Porque
ninguna de las nominadas a mejor serie dramática goza de la audiencia ni la
popularidad de “Juego de Tronos”. Esto explicaría también por qué ha vencido
Peter Dinklage cuando su personaje en esta temporada ha quedado reducido a una
mera anécdota. Simplemente por su fama y notoriedad. El intérprete ha triunfado
en los premios por encima de su compañera de reparto, Lena Headey, cuya
interpretación e importancia sí han sido notorias en esta temporada, pero que
se ha estrellado contra ese muro que supone la Uzo Aduba de “Orange is the new
black”, mucho más visible que la actriz de “Juego de Tronos”. Lo mismo podría
aplicarse a “Veep”, la gran vencedora en comedia, que si bien no goza de grandes
índices de audiencia sí que tiene una enorme popularidad y prestigio entre la
crítica especializada que la han llevado hasta su quinta temporada.
Sea como fuere, la
victoria ha sido parea HBO, que ha batido su particular récord de premios esta
temporada con más de 40 galardones, frente a los poco más de 10 de cadenas
rivales en abierto como NBC. Una victoria parea reflexionar. Y tú, ¿crees justa
la victoria de “Juego de Tronos”? ¿Confías en la teoría de Collider? El debate
queda abierto.
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