Nos ha dejado todo un prodigio de la interpretación y el doblaje, un actor inconmensurable, un secundario de lujo de nuestro cine y de la televisión, con una aún más amplia trayectoria en teatro.
Fue allí donde comenzó Jordi Dauder, pero antes dio rienda suelta a su faceta más reivindicativa en diversos movimientos sociales como el mayo francés del 68, motivada por el encarcelamiento de su padre en 1943, con tan sólo cinco años, por sus convicciones políticas en pleno franquismo. Tras esto, elegiría dedicarse a la interpretación, licenciándose además en Bellas Artes en Barcelona y en Historia Contemporánea en París, donde tuvo que exiliarse por motivos políticos.
Tras una larguísima carrera en el teatro, no empezó en cine y televisión hasta finales de los 80. En este último medio, triunfó especialmente en la televisión catalana, y en la española pudimos verle en “El comisario”, “Hay alguien ahí” y este mismo año en la exitosa “Los misterios de Laura”. No fue hasta comienzos de los 90 que su rostro empezaría a ser conocido en el cine, llegando a estrenar anualmente, incluso más de una película. Se convirtió en uno de los habituales de Ventura Pons (“Amic/Amat”, “Amor idiota”, “Anita no pierde el tren”, “Caricias”), Vicente Aranda (“El amante bilingüe”, “La pasión turca”) o Patricia Ferreira (“Sé quién eres”, “El alquimista impaciente”), y trabajó también con Jaume Balagueró (“Los sin nombre”), Manuel Martín Cuenca (“La flaqueza del bolchevique”) y Roger Gual y Julio Wallovits (“Smoking Room”), llegando a rodar en Canarias “La caja”, de Juan Carlos Falcón, y el año pasado participó en la taquillera “Lope”.
Pero fue su papel en “Camino”, la premiada película de Javier Fesser, la que le valió su primer y único Goya como secundario, una aclamada interpretación con la que también lograría el Premio de la Unión de Actores, siendo nombrado también mejor actor ese mismo año en los premios Gaudí por interpretar a Manuel Azaña en “Azaña”. Y famosas también fueron sus apariciones políticas, siendo las más populares las que le vinculaban contra la guerra de Irak o la defensa de la Memoria Histórica. En 2003, fue invitado al Congreso de los Diputados junto a un selecto grupo de actores, luciendo en la camiseta “No a la guerra”, incidente por el que fue expulsado junto a sus compañeros del hemiciclo.
Y su imponente voz le permitió doblar al Richard Harris de “Gladiator”, a Christopher Lee en “Sleepy Hollow”, o a Ian McDiarmid , el emperador Palpatine de “Star Wars”, en los episodios I, II, III y V de la saga.
Un magnífico intérprete y gran profesional que participó en casi un centenar de trabajos entre cine y tv. Jordi Dauder fallecía hoy 16 de septiembre a los 73 años de edad en la clínica Ruber de Madrid. Descanse en paz, maestro.
1 comentario:
Recuerdo haberlo visto en varias series de TV3 y solo con su voz llenaba la pantalla, era increíble.
Descanse en paz.
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