Es,
para bien o para mal, una de las grandes protagonistas del verano. Aunque quizá no
por lo que al estudio le hubiera gustado, las cifras y comentarios, sino por
una polémica que ha salido a la luz tras este Tweet de Josh Trank, en el que
aseguraba que hasta hace un año tenía una formidable versión del film, la cual
posiblemente nunca lleguemos a ver.
Un tweet que fue
borrado unos pocos minutos después, y que recibió toda clase de respuestas por
parte de colegas y usuarios, como estos de Joe Carnahan poniéndose en su lugar –al
fin y al cabo, ya vivió su infierno personal con Paramount cuando era el candidato
para dirigir “Mission: Impossible III”- y mostrando la principal diferencia
entre Trank y un director como Christopher Nolan de cara a los fans, o el del guionista de Trank,
en “Chronicle”, Max Landis, hablando de la frustración y las políticas que
rigen la industria del entretenimiento.
I just think of myself at roughly Trank's age on MI3 & if Twitter had been around then, I would have been a dead man with no career.
— Joe Carnahan (@carnojoe) agosto 7, 2015
The trolls had it in for Trank. If someone like Nolan had been behind FF, they couldn't get on their knees to felate that film, fast enough.
— Joe Carnahan (@carnojoe) agosto 7, 2015
Being honest in this business is incredibly hard. There's a lot of illusion, there's a lot of politics. There's also a lot of frustration.
— Max Landis (@Uptomyknees) agosto 7, 2015
No sabemos si por las
desastrosas críticas y comentarios o por este incendiario mensaje del cineasta,
pero lo cierto es que “Fantastic Four” se ha convertido en el mayor descalabro
del cine de superhéroes de los últimos años. Poco menos de 26 millones de $ en
tres días, para un presupuesto que ronda los 130 millones.
Pero ¿quién tiene la
culpa de este desastre? ¿Ha sido culpa del director, o Fox ha acabado con un
producto que prometía en manos de un creativo cineasta como Trank? Y si es de Fox,
¿de quién dentro de la productora? Entertainment
Weekly ha analizado las implicaciones de unos y otros en un extenso
artículo, en el que finalmente las culpas parecen venir desde sendos bandos. O
así lo parece en función de la fuente que se consulte.
Michael B. Jordan con el productor y guionista Simon Kinberg |
Sin embargo, aquel tweet era indicativo indiscutible de que algo estaba
ocurriendo. Fuentes cercanas al rodaje y creación de FF han declarado a EW que
los problemas surgidos en el set no se debían a diferencias creativas con el
estudio, sino al comportamiento abusivo que Trank mostró hacia el equipo, los
productores e incluso sus actores. Dichas fuentes achacan el problema a
circunstancias personales de Trank relacionadas con disputas con su casero y
unos daños sufridos en su casa, que derivaron en la hostilidad que mostró
durante el rodaje.
Josh Trank |
Había también diferencias en cuanto a la elección del reparto. Michael
B. Jordan, que ya había trabajado con Trank en "Chronicle", fue la primera
elección de este para encarnar a Johnny Storm, y ahí no hubo disparidad
posible. Sí la hubo en la elección de Miles Teller, un actor al que Trank
insistía en tener en la película, hasta que finalmente lo consiguió. No sucedió
así con Kate Mara, a la que impuso la productora, dando como resultado, según
dicen, cierto trato despectivo durante el rodaje del director hacia la actriz.
Unos dicen que fue cruel, otros que simplemente fue frío. Pero nadie asegura
que se llevasen bien.
Pero existe otra razón apuntada por diversas fuentes, que aseguran que
la frustración de Trank se debía a que se trataba de un talentoso narrador de
historias que no supo lidiar con las exigencias de una producción de más de 100
millones de $, y que ese tweet, que la rivalida con Watts y parte de su equipo
se debían a ese hecho. Ahora bien, como apunta EW con certeza, otros directores
de filmes independientes que se han pasado a grandes blockbusters no han tenido
esos problemas, y ahí están Colin Trevorrow o Gareth Edwards para demostrarlo,
tanto que ambos ahora tienen un abanico de proyectos importante por delante.
Para ellos, Trank, sencillamente, se vio sobrepasado por el tamaño de la
producción y no supo estar a la altura.
Hasta ahora, todos los involucrados en FF han estado demasiado ocupados
negando cualquier tipo de disputa en el set de rodaje, lo cual es perfectamente
comprensible, ya que el objetivo es salvaguardar la producción a toda costa y
evitar que sea un descalabro. No lo han conseguido. La realidad, sea de quien
sea la culpa, es que la nueva adaptación de la primera familia de superhéroes
se ha saldado con un importante batacazo, y de nada sirve buscar culpables.
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