
Provenía de una familia
de artistas. Sus padres fueron los actores Pedro Larrañaga y María Fernanda
Ladrón de Guevara, y era hermano de la también actriz Amparo Rivelles. Además,
era padre de Luis Merlo y Amparo Larrañaga, hijos que tuvo con María Luisa Merlo,
y era suegro de la actriz Maribel Verdú, casada con su hijo Pedro.
Formado desde muy joven
en la interpretación –comenzó con cuatro años
en 1941 en “Alma de Dios”-, triunfó como Casanova de nuestro cine
durante las décadas siguientes, a las órdenes de Julio Coll o Rafael Gil. En
1957 participó en la superproducción de Hollywood rodada en España “Orgullo y
pasión” a las órdenes de Stanley Kramer, junto a Sophia Loren, Cary Grant y
Frank Sinatra, pero fue en la pequeña pantalla a partir de los años 60 donde
comenzó a adquirir una enorme popularidad. Estuvo en “Gran Teatro”, “Primera
fila”, “Historias para no dormir”, “Estudio 1”, “Mis adorables vecinos”, “La
que se avecina” o “Farmacia de guardia”, serie que le dio una segunda vida ante
el público, todo un hito en audiencia que le valió dos TP de Oro y que potenció
su imagen de seductor.
Por si fuera poco, fue
uno de los actores fetiche de José Luis Garci, con quien colaboró en títulos
como “Las verdes praderas” o “Luz de domingo”, que le valieron el premio al
mejor actor de reparto del Círculo de Escritores Cinematográficos y una
nominación al Goya en la misma categoría para esta última, y de Fernando Fernán
Gómez, con quien rodó “El extraño viaje” y “Pesadilla para un rico”.
Medalla de las Bellas
Artes en 2002, Carlos Larrañaga nos deja un legado de artistas y de más de un
centenar de trabajos detrás de la pantalla y sobre el escenario. Descanse en
paz, maestro.