El hombre que cambió el mundo
Hay artistas que
trascienden el concepto que encierra dicha palabra para convertirse en algo
más, en el símbolo de la lucha por la libertad, en seres humanos ajenos al
éxito y entregados al público, a la sociedad. Hay también documentales que
trascienden los encorsetados parámetros del género para erigirse como
reivindicaciones nada oportunistas, sinceras y embriagadoras.
“Searching for Sugar
Man” es más que un documental. Es el emotivo homenaje que su máximo
responsable, Malik Bendjelloul, hace a una personalidad única, que nunca
imaginó que, mientras en su país natal se le ninguneaba y era incapaz de vender
su propia música, al otro lado del charco se convertía en inspiración para que
toda una generación saliera a la calle y luchara por sus derechos. Y a la
postre, se alzó como una leyenda para todo un país que le había dado por muerte
mucho antes de despegar la era de la sobreinformación y la globalización. Sixto
Rodríguez supone un claro ejemplo de que antes de que esta era arrancase, una
simple persona podía cambiar durante generaciones las vidas de millones situadas
al otro lado del globo.
La película va más allá
del documental en su mismo tratamiento. Durante la primera mitad del metraje, Bendjelloul
juega a los detectives volviendo a su protagonista un personaje rodeado de
misterios, casi irreal, leit motiv de
una historia que, incluso para quienes sirvieron de testigos de la misma, suena
tan fake que parece mentira. Pero no
lo es. Todo lo que se cuenta en ella, a pesar de estar servido en pantalla con
los artificios propios de un mockumentary,
es real. Y cuando el misterio en torno a Rodríguez es desvelado y parece que la
propuesta va a decaer, mantiene el pulso gracias al carisma y a la humanidad del
artista y a pesar de omitir cierto pasaje relevante de su vida –el éxito que
cosechó en Australia durante los años 70, antes de retirarse- en pos de sus
intenciones.
Porque es difícil no
dejarse envolver por la excepcional obra de este autor reivindicable, del que admito
que me ocurría como a la sociedad estadounidense, que no conocía más que ese “Sugar
Man” que da título a la cinta. Su sencillez y su modestia traspasan la pantalla
y convierten a “Searching for Sugar Man” en una joya que invita a rescatar su
figura y su importancia para la música en particular, y para la Humanidad en
general. Un autor que desconocía cuán importante se había vuelto para un pedazo
del mundo.
A
favor: la personalidad y la música de Rodríguez recorriendo
toda la cinta, y sus escarceos con el falso documental
En
contra: la omisión intencionada de una etapa de la vida de
Rodríguez
Calificación: ****
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