La
primera vez que vi a Richard Griffiths fue de pequeño en “Agárralo como puedas
2 y ½”, y desde entonces no pude olvidar a aquel gordinflón de aspecto
amenazante, a ratos desagradable en sus gestos pero a la vez bonachón con una
característica separación en sus paletas. Poco después volvería a notar su
presencia en “Sleepy Hollow”, de Tim Burton, aunque su carrera había comenzado
en los escenarios y la televisión en los años 70, ya superados los 20 años.
A comienzos de los 80
fue cuando comenzó a hacer apariciones anuales en el cine como secundario en “Superman
II”, “Gandhi”, “La mujer del teniente francés”, “Carros de fuego” o “Greystoke”.
Pero sin duda fue su papel del despreciable tío Vernon en la saga Harry Potter
lo que le valió la fama mundial, participando en cinco de los filmes de la
franquicia, alternándolo con papeles en “The History Boys” –que le valió una
nominación al BAFTA-, “Piratas del Caribe. En mareas misteriosas” o recientemente
en Hugo” de Scorsese.
En teatro fue donde más
reconocimiento obtuvo, llegando a ganar el Tony por representar el mismo
personaje en “The History Boys” que tantas buenas críticas le valió. Griffiths
fallecía a los 65 años de edad ayer, día 28 de marzo, a causa de complicaciones
derivadas de una operación coronaria. Más de un centenar de trabajos en todos
los ámbitos –también fue actor de doblaje- abalan la carrera de un secundario a
reivindicar. Descanse en paz.
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