Continuamos con la selección de momentazos del cine de
terror, comenzando y acabando con dos clásicos con mayúsculas. Aquí hacen
aparición en la lista los payasos y las casas encantadas, y los zombis tienen un
hueco especial. Consejo: si alguien les dice que en una casa se han producido
asesinatos, o por poner, que se ha construido sobre un cementerio indio, no la
compren. Que luego pasa lo que pasa…
Frankenstein
Parodiada,
homenajeada –véase Re-Animator-, reverenciada… El “¡Está vivo!” de esta
secuencia es ya historia. Y el monstruo de enormes tornillos en el cuello y
frente generosa de Karloff, eterno rival de Lugosi, lo es incluso más. Un
clásico con mayúsculas de James Whale.
Freaks
La
polémica película que provocó el principio del fin de la carrera de Tod
Browning, por culpa de escenas como esta, en la que la trapecista sufre la ira
de los monstruos de circo y acaba convertida en un pato humano. Muchas décadas
después, a Browning le tacharon de cineasta adelantado a su tiempo. Lo que son
las cosas. Esta película, por cierto, instauró oficialmente como término la
palabra que le dio título.
Friday the 13th
Si
Johnny Depp hacía una de sus primeras incursiones cinematográficas de la mano
de Wes Craven, era el omnipresente Kevin Bacon el que hacía lo propio cuatro
años antes en este inesperado éxito del avispado productor reconvertido en
director Sean S. Cunningham. Muchos la detestan. Yo la adoro. Eso sí, Jason no
aparecería hasta mucho después.
Grotesque
Kôji
Shiraishi no es que sea demasiado bien valorado por los fans del terror
convencional, pero los amantes del torture
probablemente sí le verán innumerables virtudes. A la crítica no le convenció
este film, pero esta particular aplicación de la acupuntura bien merece figurar
en la lista.
Halloween
Lo
diré claramente: no me gusta “Halloween”, me parece sobrevalorada y de las más
convencionales de John Carpenter. Pero dio pie a Michael Myers, todo un icono
del género, y la secuencia inicial es ya mítica. Porque nadie pensaba que tras
la máscara se escondía un… Mejor
lo ven.
Hellraiser
Considerada
una película fuerte. Tan fuerte que fue prohibida en numerosos países. Porque
este oscuro relato de perversión y sadomasoquismo tiene imágenes difíciles de
digerir. Su responsable fue el escritor Clive Barker, que escribió y dirigió
una película que vio nacer a otro monstruo cinematográfico: Pinhead. Lo que
viene a continuación es una sucesión de escenas. Pero están avisados.
Hostel
Y
lo siento, pero no abandonamos el torture
porn. Porque esta producción de Tarantino, debut del prometedor Eli Roth,
también conocido como Gorika. Posiblemente ésta no sea la escena más bestia del
film, pero es una buena muestra de lo que se puede encontrar en ella.
Insidious
Sin
duda, la gran revelación del año pasado, un film llamado a convertirse en clásico
de culto. Un niño poseído, una casa encantada, y un ambiente de tensión
realmente logrado. Así lo demuestra esta escena de apertura –sí, es la película
completa, pero centrémonos en sus minutos iniciales-. Porque con poco se puede
hacer palidecer al respetable en la butaca.
Invasion
of the Body Snatchers
El
clásico de Philip Kaufman, remake del homónimo de Don Siegel, es de esos que te
deja sin aliento. Y más acabando de esta manera…
IT
Primer
payaso de la lista, pero no el último. Pennywise me provocó pesadillas durante
un largo tiempo. La adaptación de la novela de Stephen King no es que sea para
tirar cohetes, pero para payasos perversos, el que encarnó Tim Curry.
Jeepers
Creepers
Otro
monstruo cinematográfico, nacido de la imaginación de Victor Salva, es este ser
invencible que se despierta durante 23 días cada 23 años para comer. Y sabe
perfectamente qué quiere comer de cada persona en base a su miedo. Aquí, uno de
sus muchos “dones”: confundirse con un espantapájaros en medio de la América
rural. Un monstruo a reivindicar de un film poco valorado.
La casa de los 1000 cadáveres
El debut del músico Rob Zombie fue esta desquiciante
pesadilla a medio camino entre la casa del terror y un circo de los horrores. Y
lo más desquiciante fue su desenlace, no apto para los que detesten los
espectáculos freaks. Destila amor por el género en cada escena.
La horde
Todo un hito del terror gore francés. Divertida,
terrorífica, francesa… y estrenada en España directamente en el mercado
doméstico. Se puede mezclar el género policiaco y el terror donde una horda de
zombis está dispuesta a irrumpir en un edificio plagado de policías y mafiosos.
Y se arma bien gorda.
La
novia de Frankenstein
Nuevamente,
una secuela que tira por el humor en más de una ocasión. Y con este aliciente,
queda a la altura de su predecesora. Encima, el tocado de Elsa Lanchester marcó
tendencia. Para el recuerdo, el Doctor Pretorius y sus pequeñas criaturas.
Let the right one in
El mismo año que llegaban a las pantallas de todo el
mundo los vampiros gusiluz de Stephanie Meyer, lo hacía esta modesta producción
sueca que venía a tratar el mismo tema, pero MEJOR, mucho MEJOR. Dos años más
tarde llegaría el remake yanqui, bastante potable, peor que nada tenía que
hacer contra esto.
Leyenda urbana
Nacida en plena fiebre por el slasher adolescente iniciado por “Scream”, este film no es el colmo
de la originalidad, pero tiene un comienzo que quita el hipo. De nuevo, por ahí
anda Brad Dourif…
Los otros
Uno de los mayores éxitos mundiales del cine español,
incluido Estados Unidos, producido por Tom Cruise y protagonizado por una
soberbia Nicole Kidman. Alejandro Amenábar se confirmó como un cineasta de
altura, aunque luego cambiara de registro para no encasillarse. Una historia de
fantasmas con aires clásicos que dejó secuencias tan impactantes como esta.
Martyrs
Un
final puñetero, de esos que te dan ganas de cargarte a sus responsables, fue el
de este polémico film francés que cambia de estilo y trama cada veinte minutos.
Todos sus segmentos, aunque uno en concreto sea de lo más morboso y
sensacionalista, son magníficos e inclasificables, pero me quedo con esa
extraña criatura que le hacía la vida imposible a la pareja protagonista.
Misery
¿Hasta
dónde puede llegar una fan? Que se lo pregunten a Kathy Bates, que nunca estuvo
loca. Solamente era una fan del personaje de James Caan. Tanto que le inflige
un severo castigo por intentar escapar que hasta a mí me dolió. Tras la cámara
Rob Reiner, adaptando por segunda vez a Stephen King, y antes de caer del todo
en los 90.
Night
of the Living Dead
Un
patrimonio de la Humanidad el debut de Romero, que no ha perdido efectividad
con los años pese a su precariedad de medios. Esa niña del sótano…
Night of the Living Dead (1990)
Estimable
el remake de Tom Savini en los 90, quien, consciente de que no podría superar
al original, se limitó a copiarlo con mejores medios y algunas escenas nuevas.
Pero el invento le salió más que bien, y no se desprende de ella más que amor y
respeto por el maestro Romero. Y muy buen oficio de un mago de los efectos como
Savini.
Paranormal
Activity
Uno
de los últimos descubrimientos del cine de terror reciente fue Oren Peli, que
realizó un found footage con
elementos cotidianos –sonidos nocturnos, oscuridad, sombras,…- convertidos en
fenómenos paranormales. Spielberg le compró el invento y a partir de ahí hemos
recibido una entrega por año. Lo cierto es que, pese a su previsible y
esquemática estructura, la película genera tensión. Hasta llegar a un final
propuesto por el mismo Spielberg que te deja clavado en la butaca. Juzguen ustedes mismos.
Payasos
asesinos del espacio exterior
Reinvidicable.
Es la única palabra que se me ocurre al pensar en la incómoda película de los
hermanos Chiodo. Incómoda porque si los payasos dan mala espina, estos aún más.
Desagradables y juguetones hasta el extremo. Y expertos en sombras chinescas.
Planet
Terror
El
díptico de Robert Rodríguez y Tarantino en “Grindhouse” se saldó con el triunfo
total del primero con esta descerebrada parodia de serie Z del cine de zombis
de toda la vida. Aquí todo es posible, hasta agregar artillería pesada a una
pierna amputada.
Poltergeist
Último
payaso de la lista, lo prometo (o casi). Tobe Hooper se marcó un clásico del
género, aunque con un aroma spielbergiano nada personal. Y es que el Rey Midas,
según dicen, dirigió parte de la cinta, y eso explicaría el toque familiar del
conjunto.
Poltergeist
II
La
secuela del éxito de Hooper es mala, para qué engañarnos. Pero tiene escenas
tan bizarras como este vómito, del que sale algo más que comida. Por cierto,
Hooper, como era de esperar, no repitió la experiencia.
Psycho
No
podia faltar uno de los precursores oficial del slaher. Hitchcock jugó con nuestros cerebritos y nos descubrió a un
nuevo monstruo, mucho más cerebral que los que vendrían después, pero igual de
perturbado. La madre de Norman Bates es la clave para desvelar el misterio. O no.
Especial Halloween: Momentazos del cine de terror (I)
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