Quién puede matar a un niño
Chicho Ibáñez Serrador, además de creador de programas
de televisión míticos, tenía un gusto muy personal por lo macabro. Fruto de
esto fue esta obra maestra, en la que arremete contra los niños. Porque no
siempre podemos fiarnos de ellos. Incluso se atreve a cargárselos en pantalla.
Re-Animator
Los
años la han colocado en el lugar que merece, pero en su momento, esta original
mezcla de terror y comedia solamente convenció a los fans del género. Stuart
Gordon hizo su particular “Frankenstein” a partir de la obra de Lovecraft, y la
mezcla devino en un cóctel de resultados tan imprevisibles como escatológicos.
Rosemary’s Baby
El
ejemplo perfecto de cómo no debe traducirse jamás un título. “La semilla del
diablo”, así la titularon en España, y con ello se cargaron de paso el desenlace
del film, en el cual Roman Polanski consiguió mantener la ambigüedad del conjunto.
Esta vez, el bebé de Rosemary –Mia Farrow en el papel de su vida- era ya un
peligro antes de nacer.
Scream
Segunda
resurrección de Wes Craven, esta vez ayudado por el ácido guión del televisivo
Kevin Williamson. Una propuesta que venía a reírse de los convencionalismos del
género. Inauguró además la moda del slasher adolescente, cuyos coletazos
seguimos sufriendo en nuestros días, y dio origen a Ghostface. Atentos a esta
escena, porque en ella se resumen las reglas básicas para sobrevivir a una
buena película de terror. Tomen nota.
Se7en
No,
lo mejor de esta obra maestro de David Fincher no es sólo su atmósfera. Tampoco
su fotografía. Ni su electrizante final. Lo más terrorífico era ver cómo John
Doe justificaba sus actos. Porque, aunque nos pese, su base era del todo
correcta.
Shutter
Una
muestra más de que el terror oriental, cuando quiere, puede dejarnos calvados en
la butaca. No es de las más recordadas, pero pese a su esquemática estructura,
es de las más reinvindicables. Aunque sea por este escalofriante final, que da
sentido a todo el metraje. Los pelos de punta se me quedaron.
Shaun of the dead
La
cumbre de las spoof movies sobre zombis es, posiblemente, esta lúcida parodia
surgida de la cabeza de dos genios como Simon Pegg y Edgar Wright, el primer
ocupándose además de protagonizarla y el último de dirigirla. Muchos son los
momentos a destacar, pero el momento indiferencia del protagonista ante el caos
que le rodea, haciéndolo algo cotidiano, es desternillante.
Signs
Lo
hemos dicho por active y por pasiva: Shyamalan es un excelente creador de
historias y atmósferas. La prueba fue esta paranoica cinta algo denostada por
muchos pero que dio una inteligente combinación de terror, ciencia-ficción y
comedia. Y por si fuera poco, una interpretación más que memorable de Mel
Gibson. Para quienes aún duden de que sepa actuar.
Silence of the Lambs
En
realidad, Hannibal Lecter ya había aparecido en el cine unos cuantos años antes
de que Jonathan Demme arrasara en los Oscar con esta película. Pero es tan
jodidamente buena, con perdón de la expresión, que bien merece revisitarla.
Aunque sea por este momento de sinceridad entre Jodie Foster y Anthony Hopkins,
quien retomaría el personaje dos veces más pero sin ninguna capacidad de
llevarlo más allá.
Suspiria
Dario
Argento en su mejor momento, y dando Buena cuenta de lo que el giallo italiano
era capaz. Un film tan salvaje que es bello. Y una joya para la Chicago Film
Critics Association, que la incluye entre los 25 mejores filmes de terror de
todos los tiempos.
Texas Chainsaw Massacre
El
nacimiento de Leatherface y de una promesa que tardó poco en apagarse, Tobe
Hooper, al que le persiguió durante toda su carrera el sonido de esa
motosierra. Podría quedarme con el gancho para colgar carne, pero el
sufrimiento psicológico y físico que sufre una de las supervivientes es
suficiente para declararla de culto.
The Blair Witch Project
Daniel
Myrick y Eduardo Sánchez revolucionaron el terror con esta cinta que, en
realidad, no inventaba nada Nuevo. Pero hacía tantos años que el público no
veía una propuesta regida por el found footage, y se vendió tan bien, como si
de un hecho real se tratase, que fue un taquillazo mundial sin precedentes a
pesar de haber costado unos pocos miles de dólares. Lo malo es que convirtió la
técnica en algo tan recurrente que ha acabado cansando.
The Cabin in the Woods
Sí,
es de este año, pero es tan inteligente para muchos –me incluyo- que bien
merece figurar en la lista. Porque hace pocos meses que se estrenó, pero tiene
madera de culto. En su última media hora, Joss Whedon y Drew Goddard nos
regalaron el festival de los monstruos definitivo. Treinta minutos en el que
veremos desfilar por pantalla todo tipo de monstruos del celuloide. Sí,
incluidos los dichosos payasos.
The Devil’s Rejects
La
obra cumbre de Rob Zombie fue esta secuela de “La casa de los 1000 cadáveres”
en la que puso toda la carne en el asador, ofreciendo una road movie esquizofrénica y brutal, deudora tanto de “La
matanza de Texas” como de “Bonnie & Clyde”. Una obra maestra, algo que hasta
ahora no se ha repetido en su filmografía –recordemos su versión de Halloween-.
The Exorcism of Emily Rose
Un
tema trillado, el de los exorcismos, pero que se sirvió con cabeza en esta
mezcla de thriller judicial y terror coherente y muy bien hilado. Sorprendente
el contorsionismo de Jennifer Carpenter.
The Exorcist
Trillado,
sí, pero tuvo un comienzo. Porque esta obra magna de Willian Friedkin es al
terror lo que “El padrino” es al cine de gángsters. Y lo de Linda Blair no
tenía nombre.
The Fly
David
Cronenberg se hace cargo de un remake, y da en el clavo. Esta versión es tan
buena como la original, aunque aquella daba mucho más miedo para los que le
tenemos pánico a los insectos. Eso sí, es de un asqueroso descomunal. Y si no
que se lo digan a Jeff Goldblum, al que le salían auténticos tallos en la
espalda.
The Mist
Frank
Darabont es, seguramente, el mejor adaptador de novellas de Stephen King. Tras
la fallida “The Majestic”, volvió a llevar a la gran pantalla una obra del
popular escritor por tercera vez, y el resultado fue una pieza de culto con un
desenlace de lo más desalentador. Magistral.
The Omen
Richard
Donner debería estar sobre un pedestal. Tiene tanto oficio en sus venas que lo
mismo te hace una de acción –“Arma letal”-, una de superhéroes –“Superman”- o
una de aventuras para toda la familia –“Los Goonies”-. Incluso una de terror,
haciendo de Gregory Peck el padre del Anticristo. Ha nacido un nuevo infante
terrorífico, y se llama Damien. Esa mirada a cámara…
Ringu
Sí,
la original, que da más yuyu. Porque Gore Verbinski hizo bien los deberes, pero
el mérito pertenece a Hideo Nakata, que hizo pillar respeto a los televisores.
Y otra niña, Shizuko, que convirtió en una moda en su país llevar el pelo largo
y negro tapándote la cara para dar miedo en el cine. Lo peor es que la mayoría
de cintas surgidas al rebufo de esta repitieron el mismo recurso.
The Serpent and the Rainbow
Última
vez que veremos a Wes Craven en la lista, en una de sus infravaloradas
aportaciones al género. Un acercamiento bastante veraz y fiel a la
zombificación que sufrió todo tipo de reveses en la producción, hasta peligrar
la vida de sus responsables a manos de los lugareños. El último tramo es
desquiciante, pero delicioso. Gran trabajo de Bill Pullman, por cierto.
The Shining
Y
última vez también que veremos a Stephen King en la lista, esta vez adaptado
por el gran Stanley Kubrick, quien género que tocaba, género que bordaba. Aquí
era la primera vez que se atrevía con el terror, y aunque en su momento fue un
fracaso de crítica y público, con el tiempo se ha convertido en una obra de
culto. Pocos han sabido crear un ambiente de mal rollo en el cine. Eso sí, todo
a costa de no ser nada fiel a la novela original, para suerte de todos. Podría
quedarme con la escena de la bañera, que me costó ver de pequeño, pero vamos
con esas malditas gemelas.
The Sixth Sense
Venga,
damos también carpetazo a los niños, esta vez con uno que ve a los muertos. Haley
Joel Osment se convirtió en un prodigio, e hizo que su don se convirtiera en
una pesadilla para todos. Este monólogo ante Bruce Willis revelaba por fin su
maldición al gran público, en el salto de Shyamalan al cine mainstream.
The
Thing
Para
mí, la mejor cinta de John Carpenter, capaz de transmitir desconfianza e
incertidumbre, amén de unos efectos de lo más rompedores. Como el de esa
cabeza-araña que supone una delicia para la vista.
Tiburón
Los
animales no son nuestros amigos, y los tiburones mucho menos. Spielberg
consiguió con el mar lo que Hitchcock con la ducha en esta lucha entre el
hombre y la bestia, entre el capitán Ahab y su ballena. Y todo sin mostrar al
enorme escualo hasta el final. Porque siempre es mejor sugerir que mostrar.
Truco o trato
Y acabamos con una antología reciente, que
desgraciadamente fue directa al mercado doméstico. Considerada por muchos como
representativa de Halloween, esta reivindicable deudora de “Historias de la
Cripta” consta de cuatro capítulos interconectados como en una peli de
Tarantino que recopilan los tópicos de estas fiestas. Muy conveniente para
estas festividades. Feliz Halloween, y cuidado con Jack O’Lantern... y con las
golosinas, sobre todo si se las da un desconocido.
Especial Halloween: Momentazos del cine de terror (I)
Especial Halloween: Momentazos del cine de terror (II)
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