Pero
¿esto qué es? Los responsables de “World War Z” han pensado que con un montaje frenético,
en el que los zombis parecen más una pelota humana digital que muertos
vivientes en sí, podremos olvidar meses de retraso –se aplazó el rodaje siete
semanas para rodar escenas nuevas-, y problemas de rodaje como un guión
reescrito hasta la saciedad y con Brad Pitt y Marc Forster hablando entre sí
por intermerdiarios. Casi lo consiguen, pero no. Este primer avance desprende
caos y confusión, desconfianza en un proyecto que, pese a sus más de 250
millones de dólares de presupuesto, no acaba de convencer. Ni en este tráiler
ni en su soso cartel. Me huele peor que un putrefacto zombi.
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