Gracias
a Boxoffice.es me entero de que la season
finale de la segunda temporada de "The Walking Dead" ha marcado
un récord para la cadena por cable AMC, con un dato de 9 millones de
espectadores en su último episodio, "Beside the dying fire", a los
que hay que sumar más de un millón de espectadores durante su repetición el
domingo.
La cifra es
notablemente superior a la cosechada por los seis episodios de la primera
temporada -es un 50% superior a la season
finale de la primera-, que no superó nunca los 6 millones de espectadores,
y también mejora la media de esta segunda temporada. Hasta ahora, el episodio
más visto había sido el octavo, "Nebraska", con 8,1 millones de
espectadores, por encima incluso de los 7,26 millones del primer episodio de la
segunda temporada, que en su momento marcó otro nuevo récord. La media de esta
temporada ha sido también superior a la de la primera.
Particularmente, esta segunda temporada me ha parecido notable, al nivel
de la primera, aunque al haber más episodios ha habido mayor lugar para el
relleno en muchos capítulos. Todo hasta que llegó el episodio 12, "Better
angels", cuyo desenlace ha decepcionado a muchos al quitarse de en medio a
uno de los pilares de la serie. Ahora bien, entiendo que la decisión estaba
motivada por el cambio de rumbo que tendrá la ficción a partir de ahora, ya que
sus creadores quieren dejar atrás todo el tema de la rivalidad de los
protagonistas para pasar página y explorar nuevos temas. El episodio 13,
gracias a su amenidad y a proponer nuevos caminos interesantes para la
historia, me ha ayudado a olvidar esa rara sensación que me había dejado el
anterior, así que habrá que esperar impacientes el estreno de la tercera
temporada el próximo otoño, compuesta por 16 capítulos.