Apuesta por el negro
En 2014 se cumplían 75
años desde la primera aparición del hombre murciélago en el número 27 de
Detective Comics. Bob Kane, con la pocas veces mencionada ayuda de Bill Finger,
definieron los rasgos, la personalidad, el físico y la historia de uno de los
mayores superhéroes de la editorial DC, y del tebeo en general. Pues bien, casi
80 años de aventuras han pasado, de retratos oscuros y psicodélicos sobre el
personaje, y es la primera vez que alguien tiene lo que hay que tener para retratar
a Batman como el ricachón egocéntrico y egoísta que es.
Chris McKay ofrece una
versión inusitada del caballero oscuro hasta ahora. En clave de comedia,
jactándose de todos los Batman que ha habido hasta la fecha, incluyendo a Ben
Affleck. Pero también del cine y la cultura pop en general, y de los villanos
en particular, ofreciendo una visión distorsionada del “héroe” como fuente de
todos los males, como un error a erradicar, como un ser malvado más. Como un
individuo que no puede vivir sin la figura de un archienemigo –brillante el uso
de “Jerry Maguire” y no de la prodigiosa secuela de Nolan como fuente del
famoso “Tú me completas- que en el fondo tiene su corazoncito. Para
entendernos, a este Batman le repatearía el trasero saber que surgió al rebufo
del Superman de Jerry Siegel y Joe Shuster.
Lo demás,
desgraciadamente, suena a ya visto. Porque el mayor talón de Aquiles de
“Batman: La LEGO Película” es que el chiste, aunque tenga gracia, ya lo
conocemos. Concretamente, lo vimos en la maravillosa “La LEGO Película”, en la
que el superhéroe se convertía tanto en el centro de atención y en la
revelación del film que demandaba su propia aventura. Aquí no todo es tan
fabuloso. No es más que un divertimento que copia el frenesí y sentido
epiléptico del ritmo de aquella hermana mayor –ayuda la fenomenal banda sonora
de Lorne Balfe y la selección musical, que alterna el estilo retro de la serie
de televisión con el espíritu LEGO, e incluso con el toque Zimmer-, sin ofrecer
nada nuevo más allá de su acertada y tronchante radiografía del protagonista.
Podríamos decir que es
la hermana pobre e inferior de aquella
joya animada, pero sería hacerle un flaco favor. “Batman: La LEGO Película”
sigue siendo tremendamente entretenida, tan enfocada hacia los adultos y hacia
los niños como su predecesora, y la excusa perfecta para amenizar la espera hasta
que el plato fuerte llegue algún día. Ya saben, esa segunda parte que todos
estamos esperando con ganas, en la que lo más difícil será, precisamente,
innovar. Este film no lo hace en lo que a estilo se refiere, pero es un buen aperitivo con el que pasar un
buen rato. Y merece la pena, aunque sea por esto, apostar por el negro.
A
favor: la tronchante e innovadora radiografía que propone
de su personaje principal
En
contra: que el chiste ya lo conocemos
Calificación ***1/2
Merece mucho la pena
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