(The expendables)
Los (im)prescindibles de Stallone
Tengo que decirlo. Stallone es un tipo listo, un poco torpe a veces en la dirección pero increíblemente listo en los productos que maneja. Si “John Rambo” y “Rocky Balboa” abrazaban a sus dos iconos más fácilmente reconocibles con la idea, ya asumida por el intérprete y cineasta, del pesar de los años y el progresivo apagado de una estrella que debe dejar paso a las nuevas generaciones, “Los mercenarios” hace lo propio uniendo a toda una hornada de héroes de acción de las tres últimas décadas en un cara a cara generacional sin precedentes, algo que los fans del género esperaban impacientes.
Ahí tenemos a toda una leyenda viva de los 80 como Sly codeándose con dos compañeros de batallas como Arnold Schwarzenegger y Bruce Willis en la que posiblemente sea la más nostálgica de todas las secuencias y por ello la que menos se saborea por su celeridad. Y también le tenemos dando la réplica a un estupendo Mickey Rourke en una secuencia para el recuerdo. Pero se une también a nombres como los de Dolph Lundgren, Jet Li y Jason Statham, que llegaron más tarde y supieron hacerse un hueco como sustitutos de los grandes.
Quien asista a la sala para ver una sobredosis de acción y tipos duros está de enhorabuena. Tanto como si se es fanático de este tipo de cine como si no, “Los mercenarios” da lo que promete: diversión sin pretensiones, sin mayor trascendencia y sin miramientos hacia lo políticamente correcto. Le sobra posiblemente el haber pasado por el filtro de los nuevos tiempos (los efectos digitales a veces chocan un poco frente a la artesanía de los especialistas), le falta guión en algunos tramos y algunas escenas están mal ejecutadas. Incluso se echa de menos que haya más secuencias con el halo orgásmico y macarra del ataque desde el avión, más escenas de acción descerebradas, imposibles y sin complejos. Pero poco importa si el espíritu que desprende nos traslada irremediablemente a la época en la que él y sus compañeros de fatigas eran los amos del género.
Es imposible no rendirse al encanto de los prescindibles (como debía traducirse el título original) de Stallone, un bastión de la testosterona de las tres últimas décadas que tiende la mano hacia el relevo generacional personificado por la máquina Statham, que justifica su presencia en pantalla como el nuevo héroe de acción, por si alguien se preguntaba qué hacía entre tanta leyenda. Y encima Stallone y él hacen muy buena pareja artística.
A favor: ver a los representantes de la testosterona cinematográfica de las tres últimas décadas juntos, y el dúo Stallone-Statham
En contra: le falta ser más gamberra, y aprovechar tan poco las capacidades de algunos de sus actores
1 comentario:
Si no es hoy, mañana, la veré! Ya quiero ver qué tan buena es como dicen muchos.
Saludos!
PM
Publicar un comentario