Sonora (y divertidísima) bofetada al cine español
Que nadie me malinterprete a raíz de esta crítica. Adoro el cine español. Opino que es uno de los mejores de Europa y, por qué no, del mundo. Pero ya era hora de aparcar a un lado nuestros maravillosos trabajos para festivales y directores afectados de un horroroso ombliguismo, de mimar a tanto realizador para engrandecer su propio ego, y de mirar más por el público. Y si hay que hacerlo asestando un golpe en sus partes a sus responsables, pues se hace.
La fórmula de reírse del cine patrio no es nueva; ya algunos genios, y no tan genios, del humor de la pequeña pantalla por ejemplo hacen chistes a su costa, se mofan del poco interés del público por él e incluso lo parodian. Pero ya era hora de que alguien tuviera los mismísimos suficientes para parodiar al spanish cinema dentro del mismo spanish cinema.


Uno de los grandes aciertos del trabajo de los creadores de “Spanish Movie” es la elección del reparto. Soberbios cómicos de la última hornada del humor cañí como Carlos Areces, Joaquín Reyes o Sílvia Abril aportan su buen hacer y se mezclan con un grande de la parodia como Leslie Nielsen –su cameo sabe a poco, pero deja huella-, o con alguna reliquia nacional como Joselito y con buenísimos actores muy bien dotados para la comedia como Luis Zahera y Eduardo Gómez.Y completan la broma una serie de apariciones fugaces en algunos casos bien aprovechadas –el diálogo entre el gnomo Buenafuente y el pitufo Berto y la burla a Espinete son antológicos- y en otros sin mucho jugo, como la de Álex de la Iglesia. Aunque es mejor no nombrar todos los cameos para no estropear los momentos más memorables que protagonizan.
“Spanish Movie” funciona para todas las edades: hay gags escatológicos, soeces, destinados a un público más adolescente y con los que te llevas las manos a la cabeza por vergüenza ajena, pero también recoge referencias inteligentes, antológicas, para el público más adulto. Y en medio de tanta locura, porque se nota que se lo han pasado pipa riéndose de todo y con todos, un descubrimiento para la comedia, Alexandra Jiménez, que aporta cierta dosis de equilibrio para que tanto cómico no se desmadre más de la cuenta.
En contra: los spots televisivos, que revientan muchos de los gags