martes, 14 de junio de 2016

LA CRÍTICA. Warcraft

De orcos, humanos, magos y demás fantásticas criaturas
El cine tiene una importante deuda pendiente con uno de los más rentables medios de entretenimiento de las últimas décadas. Mucho antes del boom del cómic y de que la televisión cogiese el testigo en lo que a términos de calidad narrativa se refiere, Hollywood ya ansiaba con hacer de la industria del videojuego una importante fuente de ideas e ingresos. De manera normalmente frustrante, salvo raras excepciones –“Silent Hill” y poco más. Pero donde realmente han fracasado este tipo de adaptaciones en su intento de llevar a la gran pantalla la sensación que produce en el jugón de toda la vida, el que apenas sale ni duerme, ni tiene vida social, el pasarse horas frente a su juego favorito. Porque sin un joystick, no es lo mismo.

“Warcraft” supone un salto de gigante en ese terreno. Sí, sigue echándose de menos poder participar en la función, ser el protagonista, requisito indispensable que convierte a los videojuegos en lo que son para miles de millones de personas, pero por sus venas corre la savia de un fan respetuoso y mimoso con su criatura como Duncan Jones por un lado, y por el otro el hecho de que por primera vez el videojuego y el cine se funden como nunca antes lo habían hecho.


Jones entiende que para realizar una adaptación coherente y fiel de un fenómeno masivo como “Warcraft” debe convertir su film precisamente en un videojuego. Pero donde otros fracasan tratando de lograr el mismo objetivo, a base de CGI de cartón piedra y una imposible estética ciberpunk presuntamente postmoderna pero ridícula, el hijo del Duque Blanco concibe los planos, el ritmo, la fotografía y los movimientos de cámara como si de un videojuego filmado se tratase. Con toneladas de efectos digitales, por supuesto, pero de primera categoría, y metiendo al espectador de lleno en la acción.


Sin embargo, donde realmente se erige por encima de sus compañeras de batalla, a pesar de notarse que se ha quedado demasiado en la sala de montaje por capricho de los siempre temerosos y cobardes productores, es en su encomiable triunfo a la hora de aunar la espada y brujería cinematográfica contemporánea y moderna -desde “Conan el Bárbaro” hasta “Lady Halcón”, pasando, cómo no, por “El señor de los anillos”, tanto la de Jackson como la de Ralph Bakshi- con el vasto mundo que ofrece el material original. Y ya sólo por eso, merece un aplauso. Eso, y cualquier secuela que esté por venir y que siga transportándonos a este atractivo universo de orcos, humanos, magos y demás fantásticas criaturas.

A favor: lo bien que une el cine de espada y brujería con el videojuego
En contra: los recortes que ha sufrido

Calificación ****
No se la pierda

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...