Pocos
trabajos en su haber, pero los suficientes para ser considerado un pionero de
los efectos visuales. Ya con uno de sus primeros trabajos, “El gran gorila” en
1949, Ray Harryhausen abrió una nueva tendencia en los efectos especiales en el
cine, y desde entonces se convirtió en el abanderado de la animación stop
motion. Demostró su enorme talento como técnico en casi una veintena de títulos
como “Surgió del fondo del mar”, “Simbad y la princesa”, “Los viajes de
Gulliver” y, especialmente, en sus dos películas más conocidas, “Furia de
titanes” y “Jasón y los argonautas”. Fue además guionista, productor, director
de fotografía y director, aunque su filmografía en este campo abarca en su mayoría
cortometrajes y documentales.
La Academia de las
Artes y Ciencias Cinematográficas, la Academia de la Ciencia-Ficción, la
Fantasía y el Terror, los premios Annie, los Hugo, el Gremio de Directores
Artísticos y hasta el Festival de Sitges se inclinaron ante la encomiable labor
de este genio, que nos ha dejado a los 92 años de edad. El Creador de Monstruos
se ha ido, pero su legado, incluso hoy, sigue siendo inigualable. Descanse en
paz, maestro.