(Ascenseur pour l'échafaud)
El crimen "perfecto" a ritmo de jazz
Antes del advenimiento de esa corriente tanto artística como cinematográfica denominada Nouvelle Vague, que abogaba por la realidad fílmica al margen de los estudios y con total libertad en la filmación, Louis Malle sorprendía a la crítica de medio mundo con su primer largometraje, “Ascensor para el cadalso (Ascenseur pour l’échafaud)”. Paradójicamente, Malle nunca fue reconocido como perteneciente al movimiento debido a que sus filmes posteriores variaban excesivamente los temas y no seguían exactamente las reglas establecidas, además del hecho de que el mismo Malle prefirió no pertenecer a él sino algo mucho mejor: desarrollar su carrera en solitario según sus propias convicciones, adelantándose al movimiento en sí con la modernidad de sus películas. Todo lo que es la filmografía del cineasta galo y todo lo que sería posteriormente aquel fenómeno cinéfilo están presentes en esta joya del séptimo arte.
En realidad no hablamos del primer trabajo para el cine del realizador. Un año antes, Malle tuvo el honor de ser un tripulante en el mítico Calypso de Jacques Cousteau como camarógrafo, experiencia que dio lugar a un fenomenal documental titulado “El mundo del silencio (Le monde du silence)”. Con esta obra, Malle ganó no solo el Oscar a la Mejor Película Documental sino algo más importante, la Palma de Oro en Cannes, mención que ninguna otra cinta del género lograría hasta 48 años después, cuando hacía su aparición el bocazas Michael Moore con la sobrevalorada “Fahrenheit 9/11”. Y se trata de un galardón de mayor relevancia porque fue el mismo festival el que tres años después se rendiría ante esa horda de autores que conformarían la Nouvelle Vague, pero que ignoraría a Malle en su posterior película, a pesar de recoger buena parte de los fundamentos que tanto alabarían años después.
La conexión entre Malle y la Nouvelle Vague quizás no sea del todo casual. El mismo año que triunfaba con sus aventuras a bordo del Calypso trabajaba como ayudante de dirección junto a Robert Bresson, un abanderado del movimiento francés, en “Un condenado a muerte ha escapado”. No se puede negar que Bresson influenció en estilo al joven cineasta de 24 años, pero “Ascensor para el cadalso” no solamente recoge influencias de este filme en sus fotogramas. La idea partió de una novela policíaca no muy bien valorada de Noël Calef y el objetivo de Malle era hacer un thriller de suspense recogiendo un poco del cine negro que tuvo su época dorada durante la década anterior con títulos como “El halcón maltés” y que disfrutaba de una segunda juventud gracias a las proyecciones en la Cinématèque FranÇaise, otro tanto del cine de Hitchcock y por supuesto las enseñanzas de su maestro Bresson y de otros clásicos como Fritz Lang o Michael Curtiz.
Malle adaptó la novela con ayuda del periodista y escritor Roger Nimier, que fallecería cinco años después, y con financiación propia creando una productora. Para el reparto contó con una estrella emergente de la época, Maurice Ronet, quien ya había sido aclamado en Cannes por “La Sorcière” (André Michel, 1953), donde conocería a Malle, con quien simpatizaría creativa e intelectualmente. No obstante, solamente trabajarían una vez más, seis años después en “Fuego fatuo” (L. Malle, 1963). Con quien sí repetiría en más ocasiones, incluida “Fuego fatuo”, fue con Jeanne Moreau, convertida desde esta primera colaboración en su actriz fetiche.
Ronet y Moreau, excelentes en sus respectivos papeles, interpretan a la pareja de amantes Julien Tavernier y Florence Carala, él un héroe de la guerra de Indochina y Argelia, ella una burguesa esposa de un magnate de la industria armamentística, para más señas jefe de Julien. Juntos planean el crimen perfecto del señor Carala, haciendo que parezca un suicidio. Pero justo después de cometer el asesinato, Julien se da cuenta de que ha dejado una pista crucial que llevará seguramente a la policía hasta él y al volver a la oficina queda encerrado en el ascensor. Julien permanecerá de sábado a domingo en su interior mientras su amante le busca desesperadamente por las calles de París en una de las secuencias más famosas de la película, aquella en la que Florence recorre la noche parisina preguntándose si su amante tendrá algún otro lío que ella desconozca.
“Ascensor para el cadalso” recurre a tres tramas paralelas para contar una historia de casualidades fatales. Por un lado tenemos a una segunda pareja, Louis y Verónique, un rebelde sin causa él y una joven ingenua ella, que roban el coche de Julien y cuya identidad asume Louis. Por el camino se darán una serie de infortunios que convertirán a Julien en sospechoso del asesinato de dos turistas alemanes. La joven pareja, conmocionada por ser culpables directos y únicos de la pareja de turistas, protagonizarán una surrealista e ingenua secuencia de suicidio, el cual se verá frustrado por no tomar la suficiente cantidad de barbitúricos para matarse a sí mismos. Como segunda vía tenemos a la desesperada Florence, que espera por Julien en una cafetería y ve su coche y asomando por la ventanilla a Verónique, sin saber que el que conduce es Louis. Comienza entonces una sospecha infundada de que su amante tiene otra aventura, mientras busca durante la noche del sábado algún rastro concluyente de su paradero recorriendo bares y locales. Y por supuesto tenemos al pobre Julien, inconsciente de que sobre su nombre se cierne un cargo más importante que el asesinato de su jefe.
Tan imprescindible como la fría fotografía en blanco y negro de Henri Decaë es la atmosférica banda sonora, improvisada sobre la misma película durante un par de sesiones por Miles Davis en presencia de Malle y Moreau. Pocas veces el jazz ha acompañado de una manera tan sublime al cine, inaugurando una fértil relación entre el jazz y el cine negro que proseguiría con otras cintas de todos los géneros como “Anatomía de un asesinato” (Otto Preminger, 1959) y “Al final de la escapada” (Jean-Luc Godard, 1959). Además, la música del trompetista y compositor norteamericano, que se encontraba en Francia en aquel momento tras una desastrosa gira cuando fue presentado a Malle, carece de tema central, componiendo una serie de piezas aisladas que acompañan perfectamente a las imágenes e instaurando así una nueva moda en el séptimo arte, muy dado a los temas musicales reconocibles. Es la música, junto a un guión directo en sus diálogos, a la fotografía, y por supuesto al pulso narrativo de Malle lo que hacen de “Ascensor para el cadalso” una experiencia sugerente, por la que es mejor dejarse llevar hacia el siguiente giro de la trama y hacia la siguiente imagen evocadora.
Pese a este cúmulo de casualidades e ideas geniales, “Ascensor para el cadalso” fue recibida con frialdad por parte de la crítica especializada. Y es curioso que lo fuera porque su director había sido premiado un año antes en Cannes, el mismo festival que encumbraría a la categoría de dioses a los responsables de la Nouvelle Vague, fenómeno que tendría incontables defensores dentro de la crítica y el público, pero que no supieron reconocer dos años antes a un auténtico precursor de dicho fenómeno con una película puramente de género, especialmente el film noire, tan valorado durante las décadas anteriores y que realmente estaba en auge en Francia. Pero fueron precisamente los pertenecientes al movimiento, los instauradores de Cahiers du Cinéma, los que menospreciaron este acercamiento al género por considerarlo demasiado clásico, cuando es precisamente lo contrario.
Porque si algo también sobresale en todos los aspectos en “Ascensor para el cadalso”, algo que podemos ver en su música, su puesta en escena, su guión, su tratamiento, la fotografía,… es que se trata del nexo de unión entre dos etapas. Malle combinó de una manera magistral el viejo cine -representado por ese cine negro al que debe su historia, sus ángulos de cámara subjetivos, ese crimen perfecto que no acaba de ser tan perfecto, esos personajes de ambigua moralidad y clara deshumanización, esa femme fatale que recorre las escenas pensando que es intocable- con la nueva escuela, la que sentaría las bases del inminente futuro de la cinematografía francesa. “Ascensor…” es la sabia confirmación y la reafirmación de un genio de la historia del cine con muy poca experiencia tras las cámaras pero todo un visionario para la época, capaz de aunar a clásicos como Hitchcock, Lang, Curtiz o Bresson con la savia nueva de un fenómeno cultural al que nunca perteneció no por no merecerlo, sino porque él mismo se autoexilió y, de todos modos, al que seguramente los cahieristas, quizás sabedores de su propia hegemonía en el celuloide, habrían impedido el paso.
Sinceramente, nunca le hizo falta a un director que ha dado grandes películas, tanto en Europa como en América. Mejor quedarse con su propia identidad que no la copiada de los jóvenes prodigios del momento. Y para muestra ese final, en el que Moreau avanza ignorante hacia su destino, el que le tienen deparado unas inesperadas fotografías que revelan su hasta entonces secreto idilio con Ronet, esas que sirven para condenarla y juzgarla pero que a la vez representan el amor que ya nunca podrá romperse, que pervivirá durante años. Y a la vez unas fotografías cuya existencia el director nos esconde con inteligencia, gracias a todo ese gran McGuffin hitchcockiano que es el resto de la película. Todo un referente que ha llegado hasta nuestros días, por ejemplo en esas fotografías que ponen el broche de oro a lo último de Almodóvar, “Los abrazos rotos”.
Enlaces de descarga:
Opción 1 (by narcolepsico)(746MB)(Enlaces intercambiables)(Dual con subtítulos)
http://rapidshare.com/files/221677158/Ascensor_para_el_cadalso_Fr_E_SE.avi.part1.rar
http://rapidshare.com/files/222092469/Ascensor_para_el_cadalso_Fr_E_SE.avi.part2.rar
http://rapidshare.com/files/221997226/Ascensor_para_el_cadalso_Fr_E_SE.avi.part3.rar
http://rapidshare.com/files/221739314/Ascensor_para_el_cadalso_Fr_E_SE.avi.part4.rar
http://rapidshare.com/files/221768806/Ascensor_para_el_cadalso_Fr_E_SE.avi.part5.rar
http://rapidshare.com/files/221790327/Ascensor_para_el_cadalso_Fr_E_SE.avi.part6.rar
http://rapidshare.com/files/221804050/Ascensor_para_el_cadalso_Fr_E_SE.avi.part7.rar
http://rapidshare.com/files/222092473/Ascensor_para_el_cadalso_Fr_E_SE.avi.part8.rar
http://www.megaupload.com/?d=MA2VPAN3
http://www.megaupload.com/?d=M1B1DI40
http://www.megaupload.com/?d=SHHC4WZ4
http://www.megaupload.com/?d=3A0VQI0W
http://www.megaupload.com/?d=3ECSQEYR
http://www.megaupload.com/?d=VLYWY9Y9
http://www.megaupload.com/?d=DRG5TCAW
http://www.megaupload.com/?d=Y4Q72KR4
Opción 2 (by karinuska)(694MB)(francés con subtítulos)
http://rapidshare.com/files/79029825/Ascenseur.pour.L_Echafaud_Louis.Malle_1958_.anarKish.karinuska.part07.rar
http://rapidshare.com/files/79075808/Ascenseur.pour.L_Echafaud_Louis.Malle_1958_.anarKish.karinuska.part12.rar
Subtítulos: http://rapidshare.com/files/79091015/Ascenseur.pour.L_Echafaud_Louis.Malle_1958_.anarKish.karinuska.srt
AVISO:
- Los enlaces son una recopilación de los ya existentes en diversos foros de Internet. No es responsabilidad mía el mantenimiento de los archivos en los distintos servidores. Si algún archivo ha sido borrado inténtelo con otra opción y si no funciona esa alternativa ponerse en contacto conmigo a través de gerardomedina84@gmail.com o mediante un comentario en esta misma entrada.
- Ninguna opción es igual a las demás. Varían en si tienen o no los subtítulos insertados, en el peso total de la película y en los servidores en los que se encuentran. Cualquiera de las opciones tiene la calidad de vídeo que se muestra en Capturas.
- Ante cualquier error en el post, como puede ser haber repetido un enlace varias veces o que falte una contraseña, remitirse a la dirección de correo anteriormente expuesta o avisar mediante un comentario.
- Agradecer mediante comentarios el esfuerzo anima arealizar futuros aportes.
- Gracias a todos los uploaders.
No hay comentarios:
Publicar un comentario